Marlaska gasta 3 millones en uniformes que sólo admiten cinco lavados y se les borran las letras
Quiere adquirir tejidos para los uniformes de los funcionarios de prisiones que, como ha revelado OKDIARIO, hacen los presos


El Ministerio del Interior gastará tres millones de euros en material para los uniformes de los funcionarios de prisiones, hechos por los presos, que, como recientemente ha revelado OKDIARIO, tienen prendas que sólo admiten cinco lavados y a las que se les borran las letras y la bandera de España.
Además, el tejido «deja mucho que desear en calidad, comodidad y funcionalidad, así como en transpirabilidad», según declara a este diario la Asociación Profesional de Funcionarios de Prisiones (APFP).
«Lo lógico es que los uniformes sean realizados por empresas textiles especializadas, en vez de por presos, y que pasaran un control de calidad», declara a OKDIARIO Gonzalo Arboledas, presidente de la APFP. «No todo vale para ahorrar costes», critica indignado.
De hecho, se ha dado a los funcionarios de prisiones instrucciones de «mantenimiento y conservación» de la uniformidad, implantada de diciembre de 2024 al 31 de enero de 2025 y compuesta de dos polos de manga larga, dos de manga corta, dos pantalones, un softshell, un chubasquero técnico, un cinturón, así como zapatos y unas botas.
Para el chubasquero se recomiendan «máximo cinco lavados», como recoge un documento al que ha tenido acceso OKDIARIO.
Otra de las indicaciones dadas es que a los polos, el forro Softshell y el pantalón no se les puede echar suavizante al lavarlos ni pueden ser planchados. Y tienen que lavar del revés las prendas que lleven el logo estampado.
Y ello con la advertencia de que si no se siguen estas recomendaciones, «se producirá el deterioro del tejido de las diferentes prendas que conforman la uniformidad».
Tejido para pantalones y polos
Trabajo Penitenciario y Formación para el Empleo (TPFE), entidad adscrita al Ministerio del Interior a través de la Secretaría General de Instituciones Penitenciarias, ha licitado este mes de septiembre el contrato para la adquisición de tejidos y artículos para la fabricación de estas prendas. Por un valor estimado de 3.315.380 euros. El contrato fue publicado en el BOE el pasado día 2.
Quiere proveerse de tejido para los pantalones, los polos y los forros polares, también de cremalleras, emblemas y material para los cinturones. La Secretaría General de Instituciones Penitenciarias tiene suscritos varios encargos con dicha entidad, entre los que se encuentran el suministro y reposición anual de las prendas de los uniformes.
Los trabajos de producción se realizan en los centros penitenciarios de Córdoba, El Dueso (Cantabria), Jaén, Alcalá de Henares (Madrid), Soto del Real (Madrid), Topas (Salamanca), Segovia y Puerto de Santa María (Cádiz).
Hasta 2008, los uniformes los realizaba El Corte Inglés. Durante aquella etapa, los funcionarios iban a cualquiera de sus centros y se les tomaba la talla. «La uniformidad era parecida a la de los conductores de autobús de ALSA, de color azul la camisa y gris marengo el pantalón, y de mayor calidad, comodidad y transpirabilidad», explica Gonzalo Arboletas.
Posteriormente, durante el Gobierno del socialista de José Luis Rodríguez Zapatero, el uniforme era de color beige en la parte superior, con el escudo de Instituciones Penitenciarias bordado, y el pantalón en gris marengo.
Fue bajo el mandato de Zapatero cuando se impuso que algunas de las prendas las hicieran los internos, mientras que otra parte seguían siendo de la citada cadena de grandes almacenes. Un sistema mixto que estuvo vigente durante 15 años. El nuevo uniforme es de color azul marino.
Se cuecen de calor en verano
La APFP señala que el pantalón que se les entrega es de todo tiempo, con un tejido compuesto en un 58% por poliamida, en un 22% por poliéster y en un 10% por elastano, y que los polos están fabricados 100% en poliéster.
Afirma que «al ser tejidos que retienen el calor y no absorben la humedad», en verano pasan «muchísimo calor con estas prendas», por lo que los funcionarios de prisiones de vigilancia interior se han visto obligados los días que realizaban jornadas de 16 horas continuas «a lavar el uniforme por la noche» para poder usarlo limpio al día siguiente, ya que sólo se les entregan dos unidades.
La APFP exige que se les proporcionen uniformes de mayor calidad, con prendas adecuadas para el invierno y otras para verano, y que a los funcionarios de vigilancia penitenciaria se les provea de más unidades para que tengan de repuesto tras un doblete.
También reclama «más prendas de abrigo, como un jersey, camisas de manga larga y corta o chaqueta, unas prendas que el anterior uniforme sí tenía». Asimismo, ve necesario que se dote a los funcionarios de prisiones de chalecos antipinchazo, «como llevan las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado», y que la uniformidad tenga reflectante para que se distinga rápidamente a los internos del personal en casos de motines, alteraciones graves, incidentes e incendios.