Ministerio del Interior

Marlaska pone a los presos a hacer los uniformes de los funcionarios de prisiones: «La bandera se borra»

Los trabajadores penitenciarios denuncian que las prendas son "de mala calidad"

Marlaska uniformes funcionarios de prisiones
La letras de los uniformes se despegan y las prendas "no son cómodas, funcionales ni transpirables".
Rosalina Moreno

El ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, ha puesto a los presos a hacer los uniformes de los funcionarios de prisiones quienes, como ha revelado recientemente OKDIARIO, tienen prendas que sólo admiten cinco lavados.

«Es la primera vez que los internos realizan los uniformes en su totalidad y las prendas son de mala calidad», declara a este diario la Asociación Profesional de Funcionarios de Prisiones (APFP), destacando que el uniforme «no pasa controles externos de calidad».

No sólo se despegan las letras, como puede apreciarse en las fotos que acompañan esta información. Las prendas «tampoco son cómodas, funcionales ni transpirables», y el personal penitenciario se está «cociendo de calor este verano», el primero que usan la nueva uniformidad y que es realizada al completo por presos, explica a OKDIARIO Gonzalo Arboledas, presidente de APFP, que reclama uniformes de mayor calidad, así como que se les entreguen más prendas para tener recambio suficiente.

La actividad penitenciaria tiene como fin primordial la reeducación y la reinserción social de los presos, por lo que el trabajo está considerado un deber del interno. Sólo algunos presos eligen trabajar en prisión, otros no quieren y también hay quienes desean hacerlo pero no logran acceder a los puestos de trabajo por no haber plazas suficientes o porque su comportamiento no es el adecuado. Sin embargo, la APFP sostiene que sus prendas deberían realizarlas empresas textiles. «No todo vale para ahorrar costes», sentencia indignada.

«La bandera de España se borra»

Esta asociación afirma que «la dejadez absoluta de esta Administración» se puede observar en los polos y chubasqueros que les han entregado, ya que las letras y la bandera de España se ponen vía transfer y se borran”, algo que también ocurre en la uniformidad policial.

De hecho, se han dado indicaciones al personal penitenciario de mantenimiento y conservación de las prendas, con la advertencia de que si no se siguen, «se producirá el deterioro del tejido». A los polos, el forro Softshell y el pantalón no se les puede echar suavizante ni plancharlos, han de lavar del revés las prendas que lleven el logo estampado y el chubasquero, como «máximo cinco lavados». 

Obligados a lavar por la noche

La APFP afirma que «para más inri» sólo les han proporcionado dos polos y dos pantalones, que en el caso de vigilancia interior es «totalmente insuficiente», según la APFP, debido a las 16 horas continuas que trabajan en turno de mañana y tarde. Esto está obligando al personal penitenciario a tener que ponerse a lavar los uniformes por la noche, en cuanto llegan a su casa.

La Secretaría General de Instituciones Penitenciarias tiene suscritos varios encargos con una entidad de derecho público llamada Trabajo Penitenciario y Formación para el Empleo (TPFE), entre los cuales se encuentra el suministro y reposición anual de prendas para la uniformidad del personal penitenciario. Ambas entidades están presididas por el secretario general de Instituciones Penitenciarias, Ángel Luis Ortiz.  

TPFE adquiere los tejidos y los trabajos de producción se realizan en centros penitenciarios de Córdoba, El Dueso (Cantabria), Jaén, Alcalá de Henares (Madrid), Soto del Real (Madrid), Topas (Salamanca), Segovia y Puerto de Santa María (Cádiz).

Desde el Gobierno de Zapatero

«Hasta 2008, los uniformes los realizaba El Corte Inglés. Los funcionarios iban a cualquier centro de esta conocida cadena de grandes almacenes, donde les tomaban la talla. La uniformidad era parecida a la de los conductores de autobús de ALSA, de color azul la camisa y gris marengo el pantalón, y de mayor calidad, comodidad y transpirabilidad», precisa el presidente de la APFP.

Posteriormente, durante el Gobierno socialista de José Luis Rodríguez Zapatero el uniforme era de color beige en la parte superior, con el escudo de Instituciones Penitenciarias bordado, y gris marengo el pantalón. Entonces, se impuso que algunas de las prendas las hicieran los presos, por lo que unas seguían siendo de los grandes almacenes y otras desde TPFE. Un sistema mixto que estuvo vigente durante 15 años».

La nueva uniformidad, implantada en diciembre de 2024, es realizada en su conjunto por presos.

La APFP afirma que el tejido «deja mucho que desear en calidad, comodidad y funcionalidad, así como en transpirabilidad».

En este sentido, Gonzalo Arboledas indica que «por motivos de seguridad, uso continuado y climatología» las prendas de los profesionales penitenciarios deben tener unas características excepcionales en relación a otra ropa laboral, algo que no se tiene ahora en cuenta.

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