Poca gente lo hace: el sencillo truco para evitar que entren polillas en casa en verano tras volver de vacaciones
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Tras el descanso estival, nada apetece más que regresar a tu hogar y retomar la rutina. Sin embargo, ese regreso puede traer consigo un problema inesperado: las polillas.
Estos insectos pueden haberse «colado» en tu equipaje sin que lo notes, y convertirse en una verdadera amenaza para tu ropa, muebles o despensa si no se toman ciertas precauciones desde el primer día.
No obstante, hay un gesto que, aunque la mayoría pasa por alto, puede marcar la diferencia entre una casa libre de plagas y una infestada.
El método que evita la entrada de polillas en tu hogar tras las vacaciones de verano
Al llegar de un viaje, lo primero que solemos hacer es abrir la maleta y comenzar a guardar la ropa, muchas veces sin comprobarla. Esta costumbre puede abrir la puerta a una plaga.
Las polillas aprovechan los tejidos naturales para esconderse y viajar sin ser detectadas. Según los expertos de A tu Salud Ambiental, revisar detenidamente maletas, bolsos y ropa antes de incorporarlos al hogar es clave para evitar que se instalen en tu domicilio.
El consejo es simple: examina cada prenda y objeto de tu equipaje, sacúdelos al aire libre si es posible y asegúrate de lavarlos, especialmente si han estado guardados durante varios días.
Las larvas de polilla pueden haberse adherido a la tela durante el viaje. Este hábito preventivo evita sorpresas y protege tu hogar desde el primer momento.
Cómo identificar a las polillas y prevenir su aparición en casa
Las polillas pueden parecer inofensivas, pero su capacidad para dañar ropa, madera o alimentos es considerable. Existen diferentes tipos y cada una ataca un entorno distinto. Éstas son las más destacadas:
- Polilla de la ropa: deposita sus huevos en tejidos naturales como lana o seda. Las larvas son las responsables de los clásicos agujeros en las prendas.
- Polilla de la madera: afecta a muebles, marcos y estructuras de madera. Suele dejar pequeños orificios o polvillo como señal.
- Polilla de los alimentos: invade despensas y se alimenta de harinas, cereales o frutos secos. Una infestación puede comenzar con un sólo paquete contaminado.
Para minimizar riesgos, es recomendable sellar posibles puntos de entrada en casa, mantener los armarios ventilados y evitar dejar zonas oscuras sin revisar. Las polillas huyen de la luz y prefieren los rincones olvidados.
La limpieza es otra aliada. Limpiar regularmente las superficies de la cocina, revisar fechas de caducidad y desechar productos contaminados es fundamental para prevenir su aparición.
Remedios caseros para eliminar las polillas y cuándo recurrir a profesionales
Si te encuentras con estos insectos en casa, no entres en pánico. Hay soluciones sencillas que puedes aplicar de inmediato. Para la ropa, se recomienda el uso de alcanfor blanco o lavanda, cuyas propiedades repelentes son bien conocidas.
También puedes usar bolsitas con cáscara de naranja o limón, o clavos de olor, colocándolas en cajones y armarios. En el caso de muebles, el aceite esencial de cedro o de laurel es una buena opción natural.
Por último, si tras aplicar estas medidas la plaga persiste, es esencial contactar con profesionales, ya que estos cuentan con tratamientos adaptados a cada caso, capaces de erradicar completamente la infestación sin poner en riesgo tu salud.
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