Marlaska entrega a los funcionarios de prisiones uniformes que sólo admiten cinco lavados
Los funcionarios de prisiones denuncian que las prendas "dejan mucho que desear en comodidad y funcionalidad"


Los funcionarios de prisiones están que trinan con el nuevo uniforme que les han entregado, con prendas de «máximo cinco lavados» y que a la mayoría no pueden echar suavizante; y si se lavan del derecho, se les borran las letras. Por si fuera poco, critican que no son cómodas, funcionales ni transpirables. Además, consideran «insuficientes» las prendas recibidas debido al desgaste a las que las someten en su trabajo diario.
Ha dado la voz de alarma a OKDIARIO la Asociación Profesional de Funcionarios de Prisiones (APFP), que recientemente ha recibido instrucciones de «mantenimiento y conservación» de la nueva uniformidad, «siguiendo las correspondientes prescripciones técnicas del fabricante en el etiquetado», para que las transmita a sus compañeros.
Así, para el chubasquero se recomiendan «máximo cinco lavados» y a los polos, el forro Softshell y el pantalón no se les puede echar suavizante al lavarlos ni plancharlos, entre otras indicaciones dadas, como lavar del revés las que lleven el logo estampado. Y ello con la advertencia de que si no se siguen, «se producirá el deterioro del tejido de las diferentes prendas que conforman la uniformidad», como se desprende de las indicaciones dadas en sendos escritos a los que ha tenido acceso este diario.
Mientras tanto, el Gobierno encarga un catering «halal y sin alcohol» para militares marroquíes que entrena Navantia, en el que se gastará 113.000 euros y la ministra de Sanidad, Mónica García, prevé gastar 70.000 euros en una campaña contra Trump y su Gobierno antivacunas.
En octubre de 2024, la Secretaría General de Instituciones Penitenciarias, dependiente del Ministerio del Interior, publicó la Instrucción 6/2024 sobre el uniforme, informando que el periodo de implantación de la nueva uniformidad tendría lugar de diciembre de 2024 al 31 de enero de 2025, que durante ese periodo podría coexistir con la anterior y que desde febrero de 2025 se debe utilizar el nuevo.
Según declara a este diario Gonzalo Arboledas, presidente de APFP, el nuevo uniforme «mejora respecto al anterior en cuanto a apariencia,» pero sigue dejando mucho que desear, ya que «presenta deficiencias y problemas».
En concreto, se les han entregado dos polos de manga larga, dos de manga corta, dos pantalones, un softshell, un chubasquero técnico, un cinturón, zapatos y unas botas. Para la APFP, este material es del todo «insuficiente para el personal penitenciario que presta servicio en vigilancia interior, por su penosidad y desgaste en los turnos de trabajo».
Además, critica la falta de stock. En este sentido, afirma que se están dando casos de entrega de tallas incorrectas y se han proporcionado bien «tras más de dos meses desde la retirada».
La APFP también denuncia que «han faltado prendas de abrigo, como un jersey, camisas de manga larga y corta o chaqueta que el anterior uniforme sí tenía».
En cuarto lugar, indica que en los polos, softshell y chubasquero se ha posicionado un transfer con el texto de Instituciones Penitenciarias y la bandera de España y «si no se lava correctamente, se van borrando las letras». APFP considera más acertado que fueran bordados, por su durabilidad.
Por otro lado, destaca que la calidad en las prendas «no ha sido garantizada por una empresa auditora externa a la Administración Penitenciaria, respecto a los tejidos, confección y si son acordes al pliego de prescripciones técnicas».
«Resulta incompresible que un chubasquero no se pueda lavar más de cinco veces o que los polos, el pantalón y el softshell no se puedan lavar con suavizante ni planchar. O que la suela del zapato y la bota no sea lo suficientemente antideslizante», critica Gonzalo Arboledas. Exigen que se les entregue uniformes de mayor calidad.
Asimismo, reivindica chalecos antipinchazo, «como llevan las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado», y que la uniformidad tenga reflectante para que se distinga rápidamente a los internos del personal en casos de motines, alteraciones graves, incidentes e incendios.