La izquierda de Coslada aprueba el mismo cambio de locales a viviendas por el que ataca a Almeida
El Gobierno municipal de la izquierda en Coslada ha apoyado la moción que presentada por el Partido Popular para mejorar el acceso a la vivienda en la ciudad
El incremento del precio de la vivienda es una problemática que afecta a muchas regiones del país. Para poder dar solución a esta situación, el Ayuntamiento de Coslada, encabezado por el socialista Ángel Viveros, ha aprobado, junto con Más Madrid y Podemos-IU, una modificación de la normativa para impulsar la conversión de locales vacíos en viviendas. Sin embargo, esta traslación de antiguos comercios a pisos, que se está produciendo también en Madrid, ha sido utilizada por los grupos municipales de izquierdas como arma arrojadiza contra el Ejecutivo de José Luis Martínez-Almeida.
El Gobierno municipal de la izquierda en Coslada ha apoyado la moción que presentada por el Partido Popular para mejorar el acceso a la vivienda en la ciudad. En la actualidad, los vecinos, y especialmente los más jóvenes, aspiran a una autonomía personal mediante el acceso a una vivienda en unas condiciones de precio asumibles. «Sin embargo, las circunstancias reales no lo permiten, la precariedad en el empleo, las condiciones económicas de los interesados, así como la escasísima oferta que sufrimos en Coslada, dificultan de gran manera el acceso a una vivienda independiente para todos los vecinos que lo necesitan» apuntan los populares del municipio.
Simultáneamente, también han variado las condiciones comerciales de la ciudad, lo que se ha evidenciado claramente en el comercio de proximidad, en los que han proliferado multitud de locales vacíos y sin actividad. Lo que supone un claro deterioro al mantener locales en un estado, en algunos casos, deplorable.
Por todo ello, el Partido Popular ha defendido la necesidad de modificar la Ordenanza Municipal para la Localización del Uso Residencial en Plantas Bajas de Edificaciones Multifamiliares, aprobada en 2004 y que excluye la adaptación de locales a uso residencial en determinados barrios de la ciudad. “Esto permitiría aumentar la oferta del mercado con nuevos domicilios y que se produjera a precios asequibles, pensando en jóvenes, personas mayores o con movilidad reducida. Además de ofrecer una solución a todos aquellos locales abandonados que lo permitan”, ha explicado el portavoz Paco Becerra.
Una propuesta que ha recibido luz verde por parte del pleno del Ayuntamiento de Coslada gracias a la abstención de todos los grupos de izquierdas, que han avalado el cambio de esos antiguos locales comerciales en viviendas.
Ataques a Almeida
El fenómeno de antiguos comercios convertidos en nuevas viviendas también se está produciendo en Madrid. Y pese a que los grupos municipales de izquierdas estos cambios inmobiliarios si son una solución en el caso de Coslada, en la capital, solo sirven para atacar a Almeida.
«Subidas del alquiler, cierre de comercios de proximidad y desplazamiento de los vecinos de toda la vida. Consecuencias del avance de los pisos turísticos por zonas de la ciudad donde la vivienda es estrictamente un bien de primera necesidad. Nuestros compañeros del PSOE de Vallecas lo denunciaron hace unas semanas en el pleno. Y como respuesta, la pasividad del gobierno de Almeida» criticaba la líder del grupo municipal socialista, Reyes Maroto.
En esta misma línea, Más Madrid, también criticaba el aumento de locales vacíos convertidos en viviendas y señalaba un claro culpable: el gobierno del PP tanto en el Ayuntamiento como en la Comunidad. «Madrid se queda sin vecinos y sin comercio de barrio. Ayuso y Almeida venden nuestra vivienda y nuestro futuro a los fondos buitre» sentencian.
Almeida, por su parte, acusaba a la izquierda en el pasado Pleno de que con el plan de hospedaje de Manuela Carmena, hoy en vigor, se multiplicaron las viviendas de uso turístico, y ha avanzado que con la nueva norma va a endurecer muy considerablemente el régimen sancionador. Meses atrás ya se posicionaba en contra de «la prohibición por la prohibición» y abogaba por una «regulación adecuada».