El hermano de Ximo Puig pidió información privilegiada para forrarse con ayudas de la Memoria Histórica

caso Azud Puig
El presidente de la Generalitat Valenciana el socialista Ximo Puig.
Carlos Cuesta

Francis Puig, hermano del President de la Generalitat, Ximo Puig, hizo del uso de la información privilegiada todo un esquema de trabajo. Tanto que no quiso dejar pasar ningún capítulo subvencionable sin sacar partido de él. Y la memoria histórica era todo un filón.

Francis Puig, tal y como ha publicado OKDIARIO, ha obtenido subvenciones de la Generalitat que preside su hermano, del Gobierno de Aragón y de la Generalitat de Cataluña. Hasta dos millones de euros, según el PP, han podido recibir las empresas del entramado Puig especializado en cazar subvenciones de todo tipo.

La Comisión de Defensa de la Competencia ha sancionado ya a las empresas de Francis Puig y sus socios por pactar precios para hacerse con contratos por valor de 650.000 euros. Para ello elaboraron la documentación de las licitaciones en base a la información privilegiada que recibían de la tele pública de Ximo Puig, À Punt. Llegaron a tener información privilegiada cuatro meses antes de que se hiciera pública la oferta. Y hasta de parte de los servicios jurídicos de la tele, como ya ha probado y publicado este diario con los WhatsApp que demuestran ese intercambio de información.

El cártel ha recibido, así, dinero de subvenciones de ayudas al valenciano, de contratos de la televisión pública valenciana, o la música singular en valenciano. Pero aquello les pareció poco y también buscaron hacer negocio con las ayudas a la Memoria Histórica. Al menos esa era su pretensión, tal y como queda evidenciado en otra de las conversaciones de WhatsApp entre Francis Puig y su socio Juan Adell, donde se muestran pendientes de la publicación en el Diari Oficial de la Generalitat de las nuevas ayudas previamente conocidas.

Juan Adell le comenta a Francis Puig: “En el DOGV de hoy sale lo de la memoria histórica… 50.000 euros… pégale una ojeada… diré que nos pasen el expediente… planteé un vídeo del campo de aviación y campañas publicitarias”.

Francis Puig contesta a Juan Adell: “A ver si hay suerte… miro lo de la ayuda, estoy todavía con lo de la mierda de lo del valenciano”. “La mierda de lo del valenciano…” era la curiosa forma con la que el hermano del President se refería a unas subvenciones con las que ha mantenido su actividad durante años.

Y es que las empresas del hermano de Ximo Puig contaron con información privilegiada para hacerse con licitaciones públicas. Es más, no contento con eso, Francis Puig -el hermano- tuvo a su alcance a los mismísimos servicios jurídicos del canal de televisión pública del presidente valenciano para guiarle en la adjudicación de contratos.

Todo queda probado en esas conversaciones de WhatsApp que ha empezado a publicar OKDIARIO y que figuran ya en manos de los organismos de control de Competencia de la Generalitat Valenciana y de la Justicia.

Concesiones anunciadas públicamente

Los mensajes demuestran que las concesiones anunciadas públicamente el 10 de enero de 2019, eran conocidas por las empresas del hermano de Ximo Puig y sus socios, al menos, el 4 de enero. Y es que ese mismo día uno de los WhatsApp cruzados entre los responsables de las empresas del hermano y sus socios señalaba: “Al final salen de À Punt dos grandes corresponsalías a concurso para toda la provincia, ya tengo las dos enfocadas. Ayer comí en ella…”. A lo que otro de los participantes del chat responde: “He hablado esta mañana y me lo ha dicho”.

Los WhatsApp interceptados en la investigación del caso no permiten adivinar quién era la persona con la que comieron los socios y responsables de las empresas de Francis Puig. Pero sí demuestran con claridad que seis días antes de que el resto de competidores pudiese conocer y prepararse para las licitaciones, en este caso del canal público valenciano de televisión À Punt, la órbita de Ximo Puig ya conocía los contratos públicos que iban a ser concedidos y, además, ya tenían “enfocadas” las concesiones.

Y esa no fue la única ventaja del hermano de Ximo Puig y sus socios empresariales. Las empresas de los hermanos de Puig funcionaban como un cártelpactaban precios de forma coordinada con ofertas idénticas para hacerse con contratos por valor de 650.000 euros para lo cual elaboraron la documentación gracias a la información privilegiada que recibían de À Punt.

De hecho, llegaron a tener información privilegiada cinco meses antes de que se hiciera pública una oferta. Pero, además, es que parte de la asesoría vino directamente de los equipos jurídicos de la propia televisión pública, como también prueban los WhatsApp.

Desde À Punt se les facilitaba cuantiosa información: constan numerosas conversaciones donde se demuestra el conocimiento previo de las empresas sobre la información del concurso y las sugerencias por parte de la televisión pública para hacerse con los lotes sacados a concurso: “Ehh yo llamé al asesoramiento jurídico de À Punt para hacerle la pregunta porque en principio la valoración económica son dos: uno es el presupuesto, vale, que hay un máximo para cada lote y luego es el coste por servicio. Y lo que nos dijeron es que sí que debemos rebajar lo máximo posible el coste por servicio, vale, ya sea media jornada o jornada entera con periodista o sin, pero, ehh, a mí me dijo el asesor jurídico que en cuanto al presupuesto, pusiéramos el máximo para cada lote lo que iban a mirar era el coste por, el coste por servicio, vale?”.

Y se añade en la conversación: «Dicen ellos que el presupuesto debe ser el máximo, ehh , porque luego ellos ya deciden si van a necesitar todo o menos, pero que se van a basar sólo en el coste por servicio; eso es lo que a mí me han dicho».

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