Iglesias y Sánchez no se fían: pactarán cómo airear sus crisis para «no erosionar» al Gobierno

El Gobierno socialcomunista no ha echado a andar, pero ambos socios ya han pactado cómo vigilarse mutuamente.

El ‘Protocolo de funcionamiento, coordinación, desarrollo y seguimiento del acuerdo de Gobierno progresista de coalición PSOE y Unidas Podemos’, suscrito este miércoles, establece los principios y reglas básicas de funcionamiento del Gobierno de coalición.

Entre ellas, llama la atención que ambos partidos se comprometen a pactar incluso cómo airear sus crisis. Así figura, en concreto, en el último punto del acuerdo, en el que se establece que «el principio de diálogo y búsqueda de consenso será especialmenten aplicado para el caso de discrepancia entre los socios».

«No obstante -se añade- en casos excepcionales, apra el caso en que los instrumentos previstos en este acuerdo no fueran suficientes para superar una discrepancia, al m enos se acordará en la ‘Comisión Permanente de Seguimiento del Acuerdo’ su alcance y la publicidad que los socios darán a la misma, tanto en sede parlamentaria como ante los medios de comunicación, todo ello con el fin de mantener la estabilidad del gobierno y no erosionar la confianza de la coalición’.

En el documento pactado entre los grupos se acuerda la creación de un órgano de seguimiento del acuerdo en los primeros 30 días desde la formación del Gobierno.

Entre sus objetivos está «revisar el funcionamiento de la coalición y el cumplimiento de los objetivos propuestos» y «coordinar la acción» de los socios.

Esta comisión estará formada por dos representantes de la Presidencia del Gobierno, dos de la Vicepresidencia Primera, dos de la Vicepresidencia Segunda, un representante de la Secretaría de Estado de Comunicación, un representante del área de comunicación de la Vicepresidencia Segunda y un representante de cada grupo parlamentario.

A ello se une otra de comisión de seguimiento parlamentario, centrada en dar apoyo desde el Congreso a la coalición.

Ministerios ‘estanco’

La intención, según se plasma en el texto del acuerdo, es coordinar su acción en el Parlamento, así como su voto, en lo que tenga que ver con la acción del Gobierno y el programa de la coalición, y para evitar «contradicciones» en otras cuestiones ajenas pero que tengan «alta repercusión en la escena política».

El protocolo también regula la acción de los miembros del Gobierno, y establece que «los ministros respetarán su ámbito competencial propio y evitarán opinar o dar publicidad a proyectos de otros Ministerios antes de ser refrendados por el Consejo de Ministros». Es decir, Sánchez e Iglesias mantendrán la autonomía de sus departamentos ante su socio. También establece que, en caso de reestructuración del Ejecutivo durante la legislatura, cada formación mantendrá su peso inicial.