Luz verde a los Presupuestos de Rajoy con el apoyo de C’s, PNV y Coalición Canaria y en tercera votación
El Gobierno inicia su parón navideño haciendo cuentas sobre todos los escenarios posibles para la aprobación de los Presupuestos.
Las negociaciones-que arrancaron ‘formalmente’ la pasada semana, tras la validación del techo de gasto en el Congreso-están lideradas por el propio Mariano Rajoy, que sondea directamente a los representantes del resto de formaciones. Con el PNV, el diálogo es muy fluido, y el apoyo se da prácticamente por cerrado. Aunque la duda es si vendrá en forma de ‘sí’ o de abstención, lo que alteraría la aritmética parlamentaria.
En juego entran las enmiendas a la totalidad, el primer escollo de la tramitación parlamentaria y que ya se ha anunciado por parte del PSOE y se preparan desde otras formaciones. Para superarlas, el Ejecutivo requiere de una mayoría simple, lo que, según el grado de apoyo que estén dispuestos a dar otros partidos, abre varias vías.
Por ahora, las cuentas del Gobierno tienen asegurados los votos del PP (137 escaños), de Ciudadanos (32) y de Coalición Canaria (1). Un total de 170 escaños.
En ese escenario, serían necesarios seis apoyos más para superar las enmiendas, que podrían venir de los cinco de PNV más el de Nueva Canarias, Pedro Quevedo. Pero este último es improbable en esta fase, debido a su acuerdo con el PSOE.
Si cuenta con los cinco de los nacionalistas, se produciría un empate entre ‘síes’ y ‘noes’ que podría deshacerse por el artículo 88 del Reglamento de la Cámara, que establece que, en ese caso, «se realizará una segunda y, si persistiese aquél, se suspenderá la votación durante el plazo que estime razonable la Presidencia. Transcurrido el plazo, se repetirá la votación y, si de nuevo se produjese empate, se entenderá desechado el dictamen, artículo, enmienda, voto particular o proposición de que se trate». Esto supone que, pasadas tres votaciones, la enmienda quedaría sin efecto.
Pero si los nacionalistas vascos optan por la abstención, la fórmula se complicaría un poco más. En ese caso, serían precisas diez abstenciones de la Cámara para que se produjese ese empate, que podrían ser las cinco del PNV, más la de Quevedo y cuatro del PDECat, la antigua Convergència.
A Rajoy le gustaría contar con el PSOE
Una vez superado ese obstáculo, la tramitación presupuestaria sería ya un «camino de rosas» ya que se pasaría a la fase de las enmiendas parciales, en las que el Gobierno no espera mucha oposición del PSOE, interesado en incluir algunas de sus propuestas de programa. De hecho, el Gobierno prepara unas cuentas flexibles, con abundante margen social para tentar a los socialistas.
Pasado ese trámite, se produciría el debate final en Pleno, para lo que se requiere de una mayoría simple, es decir, más ‘síes’ que ‘noes’. Según el calculo anterior, al Gobierno le bastaría con un voto a favor o incluso una abstención.
No obstante, a Rajoy le gustaría contar con los socialistas como socios prioritarios, y ese es su empeño. Es consciente de que el apoyo al techo de gasto no compromete absolutamente nada y por eso, los gestos para atraerles ahora a los Presupuestos son constantes. Este mismo miércoles, la fotografía del bono social escenificó un nuevo acuerdo entre los dos partidos mayoritarios, como antes fueron el salario mínimo o la subida de los impuestos especiales.
No obstante, los socialistas insisten en que no apoyarán las cuentas que prepara el Gobierno. A no ser, añaden, que den un giro de 180 grados a las políticas que hasta ahora ha mantenido Rajoy, algo que consideran muy improbable. En el Ejecutivo son conscientes, además, de que no pueden exigirle nada al PSOE, quebrado aún por el debate de la investidura. Aún así, creen que aún hay margen para convencerle de que «por responsabilidad» se abstengan ante los nuevos Presupuestos.