Un ‘dedazo’ de Iglesias frustró la alianza de Anova con Podemos para las generales

Un ‘dedazo’ de Iglesias frustró la alianza de Anova con Podemos para las generales
Antón Sánchez, de En Marea (Foto: EP)

Un ‘dedazo’ de Pablo Iglesias rompió las negociaciones de Anova con Podemos para configurar una alianza electoral de cara a las elecciones generales de 2019. Podemos e IU en Galicia trataron de colocar a Yolanda Díaz como cabeza de lista por Pontevedra, un puesto reservado para Anova en las candidaturas a las generales de 2015 y su repetición en 2016.

El portavoz nacional de Anova, Antón Sánchez, ha asegurado que la formación que encabeza tomó la decisión de romper las negociaciones con Podemos para la configuración de una alianza electoral para las generales al «no ser posible» alcanzar «un acuerdo entre iguales» que fuese «similar» al que hubo en la coalición En Marea para las últimas elecciones a las Cortes.

Con todo, en una entrevista este sábado en Europa Press, Antón Sánchez evita entrar en detalle sobre qué cuestiones empujaron a la formación nacionalista a tomar la decisión de abandonar las negociaciones.

«En las negociaciones partíamos de un acuerdo entre iguales similar al de 2015 y 2016. No fue posible. Ahora entrar a hablar en lo concreto de cada una de las cosas ya no tiene sentido porque creemos que la decisión de Anova también implica que no queremos perjudicar a las alternativas de izquierda», ha asegurado el también viceportavoz de En Marea en el Parlamento gallego.

Así las cosas, Anova ha acordado no presentarse a las elecciones generales, una postura a la que han llegado, según su portavoz nacional, por una «suma de factores», entre los que sitúa la falta de receptividad por parte BNG y En Marea a configurar «un frente amplio» y la negativa a implicarse en la candidatura a las generales de las mareas municipalistas de Santiago y La Coruña.

De este modo, la organización nacionalista nacida tras la ruptura del BNG en 2012 bajo el impulso del histórico dirigente Xosé Manuel Beiras decide no concurrir a la cita del 28 de abril para «no contribuir a la fragmentación aún más de la izquierda» ante la imposibilidad de configurar «un frente amplio».

«La cercanía de las elecciones locales hace que las mareas municipalistas no se pudiesen volcar y con las organizaciones con las que venimos compartiendo espacio no se llegó a un acuerdo finalmente», ha añadido Antón Sánchez, que ha confirmado que Anova no pedirá el voto para ninguna fuerza el próximo 28 de abril y se centrará en las elecciones municipales del próximo mes de mayo.

Ruptura de En Marea

El adelanto de las elecciones generales ha acelerado la escenificación de la ruptura de En Marea, que ya existía ‘de facto’ desde hace casi dos años con la pugna por el control del partido instrumental entre los partidarios de Luís Villares –Cerna, descontentos de Anova y mareas locales– y el denominado sector crítico –integrado por la propia Anova, Podemos, EU y las mareas de Santiago, La Coruña y Ferrol–.

Así, la dirección del partido instrumental (en control de la marca En Marea) decidió adelantarse y anunció que se presentaría en solitario a las elecciones generales, invitando al resto de socios del denominado espacio de la ‘unidad popular’ a participar en sus primarias. Sin embargo, Anova, EU y Podemos rechazaron diluirse en En Marea e iniciaron los contactos para la reedición de la coalición con la que lograron cinco diputados en las últimas generales.

Antón Sánchez asegura, en una entrevista a Europa Press, que no se arrepiente de la decisión de no presentarse a las primarias de En Marea. «En absoluto nos arrepentimos», apostilla, para luego censurar que la dirección de Luís Villares haya convertido En Marea «en un partido homogenizado y clásico» y que, por lo tanto, no reunía las condiciones para aglutinar «un frente amplio».

«Siempre dijimos que las organizaciones no son fines en sí mismas. Siempre hablamos del espacio de ruptura como un espacio en constante evolución. En Marea no debía, ni puede convertirse en un partido clásico, homogenizado», ha añadido el parlamentario, que cree que el partido instrumental, tal y como funciona en la actualidad, no tiene capacidad «para reunir la potencia» que aportan las diferentes sensibilidades para así «cambiar las cosas».

No renuncian a la unidad popular

Anova da por cerrada la etapa iniciada después de su nacimiento en 2012 y encara ahora una fase de «refundación» que culminará con la convocatoria de la IV Asemblea Nacional, que tendrá lugar después de las elecciones municipales del 26 de mayo. Una fase en la que, en palabras de Antón Sánchez, toca «repensar y refundar el espacio de ruptura».

Con todo, descarta que los pasos a seguir por Anova en un futuro vayan dirigidos al reencuentro de las fuerzas nacionalistas –ahora divididas en BNG, En Marea y la propia Anova– bajo un mismo proyecto común, sino que el partido surgido de la corriente Encontro Irmandiño que lideró Beiras sigue apostando por la «unidad popular».

«La apuesta por la unidad popular sigue vigente», remarca Antón Sánchez que matiza que se trata de su «opinión personal», ya que en los próximos meses «se abre un período asambleario» en el que las bases de la organización son «soberanas» para decidir la línea a seguir.

«Eso no está en cuestión, sí que está en cuestión el cómo», dice el diputado sobre si se plantean abandonar el rumbo seguido desde su nacimiento, marcado por las alianzas establecidas con fuerzas de carácter estatal que estén «a favor de la ruptura con el régimen» y reconozcan el carácter de Galicia «como nación con derecho a decidirlo todo».

Antón Sánchez apela a la «autocrítica» y a la «asunción de los errores» cometidos a lo largo de los últimos tiempos para, de este modo, «renovar las estrategias y las tácticas» de la denominada unidad popular, un proyecto que, según el portavoz de Anova, «consiguió movilizar a la izquierda de este país». «Estamos orgullos de esta etapa», ha zanjado.

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