Aragonés planta la senyera en una escuela en su mensaje navideño tras el acoso a la familia de Canet

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Rafael Gallego

En no pocas ocasiones, en la política y fuera de ella, la forma es tan importante como el contenido. A ello ha recurrido el president de la autonomía catalana, Pere Aragonés, creando un envoltorio cargado de significado para potenciar la idea principal del mensaje navideño que este domingo ha difundido. Justo tras el escándalo del acoso a la familia del niño de Canet de Mar por pedir que se aplique la Ley y se imparta un 25% de la educación en idioma español, Pere Aragonés ha plantado la senyera en una escuela pública para enviar un nítido mensaje de insumisión ante la Justicia.

La localidad catalana de Canet de Mar ha sido este mes el escenario de una impúdica campaña de hostigamiento a un niño de 5 años y a su familia por haber requerido esta que se impartiera un 25% de las clases en español. Precisamente el mes pasado el Tribunal Supremo avalaba la sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña que marcaba ese porcentaje mínimo como obligatorio en colegios e institutos catalanes. Esa petición desató una campaña en defensa de la imposición del catalán en la educación que alcanzó puntos álgidos como el del individuo que hizo un llamamiento a apedrear la casa del niño de Canet.

Pere Aragonés ha querido lanzar un nítido mensaje de apoyo a los defensores de la imposición del catalán a máximos niveles y por encima de los porcentajes marcados por la Ley escogiendo una escuela catalana para plantar la bandera autonómica y lanzar su mensaje navideño, un discurso en el que ha vuelto a hacer una encendida apología de la inmersión total.

Aragonés ha llamado a mantener y potenciar su modelo lingüístico actual y la capacidad de «cohesionar» de la educación «porque, sin ningún tipo de duda, es el núcleo de la nación catalana». Es consciente de que moldear a los niños desde la infancia a través de la educación es la forma más efectiva que tiene el separatismo de desarrollar sus objetivos políticos de futuro.

Aragonés ha querido subrayar que pronunciaba su discurso desde una escuela pionera en la educación en catalán al principio de la democracia, incidiendo en que «tenía sentido antes y más ahora»: «Toma mucha más relevancia en un contexto donde la diversidad cultural y lingüística del país no ha parado de crecer», ha sentenciado el dirigente autonómico, quien ha recordado que su Govern trabaja para «asegurar que la lengua catalana continúa jugando un papel neurálgico en el sistema educativo».

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