«Somos un matrimonio muy bien avenido»
Intercambiamos mails, algunos emoticonos de caritas sonrientes y unos cuantos “jajajaja”. Nada más y nada menos, no nos conocíamos en persona. Sin embargo, intuía que la Mujeres con TalentOK con las que iba a charlar tendrían sentido del humor y terminaría siendo una entrevista en la que casi no hay preguntas y respuestas, sino una charla enloquecida intentando reír y hablar las tres a la vez.
Nos citamos en Club Matador, en la calle Jorge Juan de Madrid, en plena ola de calor. Entré, con invitación de por medio, y allí encontré a Violeta Dávila y Patricia Villalobos, socias y fundadoras de Cooltural Plans, tomando un refrigerio estival la mar de bien. La bienvenida fue afectuosa y muy espontánea, se agradece tanta naturalidad. Violeta es abogada y Patricia periodista, nada que ver lo uno con lo otro, pero, como ellas dicen, “somos un matrimonio muy bien avenido”.
Se conocen desde niñas, son amigas del ‘cole’ de toda la vida, comparten su afición por la lectura, salir a tomar unas cervezas (o cada uno lo que le guste) picoteando algo rico y hacer vida social disfrutando de una buena charla. Bien, todos estos ingredientes son los pilares fundamentales del proyecto Cooltural Plans.
Violeta, siempre sonriente, relata que todo comenzó en enero de 2015. “Teníamos un grupo de amigas con el que nos reuníamos e invitábamos a escritores en petit comité en nuestras casas o en un sitio que se llama La Vaquería”. Les digo que son algo así como las Gertrude Stein del momento, prefieren no tomar en serio mi afirmación. Las tres reímos. Pero, piénsenlo, ¿acaso conocen a demasiada gente que organice quedadas para hablar de literatura aliñadas con un vermú? Pocas, estoy convencida.
Además, antes de Cooltural Plans las dos empresarias hicieron un máster en edición “porque queríamos montar una editorial, por eso pensamos en tener un negocio para montarla”, señala Violeta. “Veíamos que a la gente le gustaba, funcionaba y se empezaban a unir muchas personas en las reuniones, amigos de amigos, etc. ¿Por qué no montamos algo con esto?”, se preguntaron.
Lo verdaderamente admirable de Cooltural Plans, además de sacar una rentabilidad económica a la cultura, es que ofrecen planes con gente dotada de un magnífico intelecto sin ser cursis. Caer en la cursilería debería ser pecado, lo digo así, sin filtros.
“¡Qué piropazo! Es nuestra intención, la verdad, no resultar cursis porque en nuestra vida no lo somos”, explica Patricia. Cooltural Plans ofrece a la gente lo que, en primer lugar, les encantaba a las fundadoras, “queremos acercar los planes de cultura a la gente, abrirlo, que no de pereza o miedo”.
La abogada confiesa que, efectivamente, ellas mismas tenían esa barrera. “Nos parecían planes o muy elevados, no desde la profundidad del tema, sino con gente excluyente… o planes demasiado alternativos”. Y añade Patricia: “Hacíamos también cosas que nos apetecían a nosotras y que echabas de menos en la oferta cultural de Madrid”.
Patricia, además, hace mención de un factor relevante en las vidas a toda velocidad que solemos llevar: el tiempo. “Cuando sales de trabajar tienes que decidir qué hacer. Piensas: ‘Me voy a ver la exposición de no sé qué, quedo con mis amigas para una caña o vamos a tal sitio que han abierto y quiero conocer’”.
Por eso, ellas pensaron en darlo todo junto. La periodista explica que ellas buscan “un sitio que mola un montón como una galería, un anticuario, un teatro, etc. Te ponemos una cerveza o un gin tonic, un buen ambiente y, además, te ponemos el plan”. Violeta, por su parte, señal que han buscado un gancho “para que la gente se apunte a un plan cultural, sin quitarle nada de profundidad, pero que el plan sea atractivo y divertido. Y así es como surgió”.
Durante un tiempo andaban de aquí para allá y compaginando sus trabajos fuera de la empresa, pero ahora toda su energía profesional va a parar a este joven proyecto. Eso sí, Patricia confiesa lo que todo humano en la tierra quiere decir en algún momento: ha tenido un año sabático, lo ha experimentado. Pero no se ha dormido en los laureles del tiempo, ha sido un año en el que se han dedicado de lleno a Cooltural Plans.
Hablemos de dinero
«Sí, tenemos beneficios en este momento. El nivel de facturación aun es complicado decirlo porque acabamos de lanzar la unidad de negocio de BeCooltural, ahora mismo no hemos cumplido un año y aún no hemos hecho balance», se lanza a explicar Violeta.
Para comenzar el proyecto no pidieron ningún crédito «ni nada, hemos ido invirtiendo todo lo que íbamos ganando. No hubo inversión inicial, solo hemos invirtiendo e invirtiendo», señalan estas amigas-emprendedoras.
Eso sí, no todo ha sido rentabilidad desde el día uno. «Ha habido una época en la que no teníamos sueldo, estábamos trabajando para ir teniendo dinero e ir construyendo Cooltural Plans».
Entusiasmadas me explican que hace muy poco han lanzado una nueva línea de negocio: BeCooltural. Violeta se lanza a explicarlo y comenta que “se trata de vivir la cultura de una manera diferente, más cercana y más relajada, por ello hemos llevado esa misma filosofía la hemos llevado a las empresas”.
Patricia, sosegada, explica que las marcas con las que han trabajado en sus encuentros culturales “al final hemos visto que hay una necesidad entre la empresa y la cultura de asociarse”. Y no les falta razón. “A las marcas les gusta asociarse a los valores de la cultura. Nos empezaron a llamar de algunas compañías para hacer algo y eso hemos hecho, llevar el espíritu Cooltural a las empresas”, concluye la periodista.
Se han diversificado y brindan ideas con las que lograr diferenciarse. Violeta señala que hacen eventos para empresas “adaptándonos a sus peticiones, claro, aunque tenemos que decir que nos dejan bastante libertad y tiene un factor de creatividad que nos gusta mucho. Intentamos proponer cosas que la gente no esté haciendo, sino otras cosas”.
No se olvidan, además, del elemento gastronómico que “siempre está en los planes de Cooltural”. Patricia y Violeta, para regar sus planes, eligen siempre un jolgorio de aperitivos y bebidas. “Un buen vermú, un gin tonic que siempre apetece y mucha cerveza. Para comer siempre elegimos cosas muy buenas como Casa Santoña, Frinsa, etc. Date cuenta que siempre es a la hora del after work o del aperitivo”, explican. Además, de alguna manera, “es una promoción para la marca porque ofrecemos un público interesante”, como bien apunta Patricia.
«Estamos muy contentas», explican. También se han lanzado a hacer temas de comunicación cultural y poner en marcha los talleres de CoolturizArte con los que «intentamos profundizar en temas que ya hemos tratado». Como bien comentaban al principio, tenían interés en poner una editorial, sin embargo, «nos dimos cuenta de que era un negocio ruinoso y desalentador. Pero sí que queremos representar a algunos escritores y darle apoyo».
Se puede vivir de la cultura, (ellas lo hacen) y se puede trabajar con una amiga sin discutir…. ¿O discutís?, les pregunto. Patricia explica que obviamente también te llevas mal y bien, pero estás con una persona con afinidad, puntos en común y con la que también discutas y luego seguir bien. Pues nosotras lo mismo, ¿cómo no vas a trabajar con una amiga tuya?».
Digamos, comenta Violeta, que «somos un matrimonio muy bien avenido, muy complementarias como amigas y como socias también». Se han repartido muy bien las competencias y están perfectamente definidas. «En carácter también nos complementamos, ella es más tranquila y yo soy como más apasionadas», dice entre risas Violeta.
Patricia concluye que «dos como yo no sacarían nada y dos como Violeta… Pues todo sería una bomba de relojería. Está bien que seamos así, además nos gusta mucho el humor, somos disfrutonas y es lo que trasmitimos en los planes».
Los protagonistas de sus planes
Reconocen que, a veces, han sentido respeto a la hora de llamar a uno de los personajes que querían para Cooltural, aunque «algunos nos han sorprendido porque han sido mejores aún de lo que pensábamos».
Confiesan que tienen el contacto de Eduardo Mendoza desde hace tiempo, «pero aún no nos hemos atrevido a llamarle ni proponerle nada. Estaba en los primeros de nuestra lista de planes».
Han tenido a Javier Gomá, Eduardo Arroyo, Luís Alberto de Cuenca, Sánchez Dragó, Fernando Trueba, Soledad Lorenzo… Patricia comenta que «Sánchez Dragó es un contador de historias, es una persona encantadora y muy provocador, pero es cultísimo». Con todos han tenido mucho éxito a la hora de congregar público.
Se llevaron ‘al huerto’ también a Raúl Arévalo. Eso sí, explican que, a veces, «llegar a los actores es mucho más complicado porque tienes que pasar diferentes barreras, pero cuando hemos tenido la oportunidad de explicar bien todo en persona siempre nos han dicho que sí. Incluso algunos han repetido».
«Si Eduardo Mendoza nos lee que nos llame», ríen. «Ha sido una suerte poder comenzar a conocer a gente que admirábamos, sencillamente he flipado», sentencia Violeta.
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