La SEPI se echa atrás en Duro Felguera y los bancos amenazan con llevarla a concurso en plena polémica por el rescate
Acepta poner solo 40 millones de deuda y los otros 80 los condiciona a la entrada de un inversor
Duro Felguera vende a Fortress sus litigios por 40 millones y allana el acuerdo con la banca
La SEPI se ha echado atrás en su compromiso de rescatar a Duro Felguera con 120 millones, aprobado en Consejo de Ministros, y ha cambiado las condiciones para su entrada en la empresa, según fuentes conocedoras de la situación. Ante lo cual, los bancos acreedores tampoco quieren cumplir su parte del acuerdo y han pedido una interlocución directa con la Sociedad Estatal. Si no se llega a un acuerdo, el fantasma del concurso de acreedores volverá a sobrevolar la compañía, que sigue enfangada tanto en los interminables escándalos de la SEPI como en los suyos propios.
Las fuentes citadas explican que este paso atrás se inscribe en una política mucho más restrictiva encargada por María Jesús Montero a la nueva presidenta de la SEPI, Belén Gualda, tras el escándalo por el rescate de la aerolínea venezolana Plus Ultra. Lo cual augura más dificultades para las decenas de empresas que han solicitado un rescate al Fondo de Apoyo a la Solvencia de Empresas Estratégicas.
El rescate de Duro Felguera aprobado en marzo comprendía un total de 120 millones de dinero público, divididos en un préstamo participativo de 70 millones, otro ordinario de 20 millones y la suscripción por parte de la SEPI de una ampliación de capital por importe de 30 millones. sin embargo, ahora el hólding público solo quiere poner 40 millones inicialmente, y solo de deuda (que la empresa debe devolver y que tiene un coste de intereses), no de capital.
Los 80 millones restantes solo serán desembolsados cuando entre un inversor nuevo en el capital que aporte al menos otros 10 millones. Este nuevo accionista se había planteado anteriormente a futuro, como comprador de las acciones de la SEPI para la salida del hólding estatal del capital dentro de unos años, una vez que la empresa vuelva a la rentabilidad. Pero ahora se ha vuelto una exigencia ex ante para aportar esos fondos públicos.
La banca se planta y pide hablar con la SEPI
Y ese inversor ni está ni se le espera, siempre según las fuentes. De hecho, ni siquiera ha aportado el Principado de Asturias los 6 millones que comprometió a inyectar dentro del acuerdo de rescate.
En cambio, la SEPI sí exige que los acreedores cumplan ya su parte y asuman todo el riesgo al que se comprometieron. De momento, tienen que aportar 80 millones en avales, con garantía de la aseguradora estatal Cesce por el 70%. Y posteriormente debe refinanciar 65 millones de deuda pendiente de Duro Felguera. Algo que la banca (Santander, BBVA, Sabadell, CaixaBank y Bankia) no está dispuesta a hacer ante el cambio de las condiciones del rescate.
Por ello, «los bancos han pedido formalmente por primera vez una interlocución directa con la SEPI, ya que hasta ahora todas las conversaciones se canalizaban a través de la empresa y de su consejero delegado, José María Orihuela. Quieren hablar cara a cara para ver qué solución se puede alcanzar, si es que hay alguna», según una de las fuentes.
Escándalos sin fin
Todo este lío se complica todavía más por los numerosos escándalos que envuelven el rescate de Duro Felguera y que ha ido desvelando OKDIARIO. Por un lado, los de la SEPI, con un imputado (ya procesado) como presidente en la sombra durante año y medio finalmente sustituido por Gualda, y una política errática y arbitraria de rescates que desembocó en el escándalo de Plus Ultra, con una enorme presión sobre el personal del hólding para hacer informes positivos que justifiquen estas operaciones.
En relación a Duro Felguera, el importe del rescate total (si es que al final se concede), 120 millones, coincide con el dinero que le debe el Gobierno de Nicolás Maduro por un proyecto en Venezuela, y además, esta ayuda ha estado ‘engrasada’ por la presencia de dos exministros socialistas en el consejo de la empresa asturiana. Y finalmente, están los propios escándalos internos de la compañía, como la purga de directivos opuestos a Orihuela o el intento de este de colocar a sus fieles en una filial antes del rescate público.