Crisis industrial

Fumata blanca: Duro Felguera llega a un acuerdo con la banca y desbloquea el rescate de la SEPI

Duro Felguera
Sindicatos y trabajadores piden a la SEPI que "tome las riendas" de Duro Felguera
Eduardo Segovia
  • Eduardo Segovia
  • Corresponsal de banca y empresas. Doctor y Master en Información Económica. Pasó por El Confidencial y dirigió Bolsamanía. Autor de ‘De los Borbones a los Botines’.

Buenas noticias para Duro Felguera, sus empleados y sus accionistas: la compañía ha llegado por fin a un acuerdo para refinanciar su deuda con los bancos acreedores, lo que permite desbloquear su rescate por parte de la SEPI (Sociedad Estatal de Participaciones Industriales) con 120 millones de dinero público, según fuentes conocedoras de las negociaciones.

De hecho, la compañía espera que el Consejo de Ministros dé su visto bueno al rescate en su reunión de este mismo martes, siempre según las fuentes. Como informa hoy OKDIARIO, Duro Felguera ha vendido al fondo Fortress los derechos de cobro de los litigios  por 40 millones, una operación que facilitaba el acuerdo finalmente alcanzado con la banca.

El acuerdo contempla una reducción del importe de nuevos avales de 100 a 80 millones, de los que el 70% tendrán garantía de la aseguradora estatal Cesce y el resto será cubierto por los bancos acreedores (Santander, BBVA, Sabadell, CaixaBank y Bankia). A cambio, la compañía, que perdió 171 millones en 2020 tendrá que reducir de forma inmediata (es decir, pagar) 20 millones de su deuda, con lo que la cantidad que se refinancia queda en 65 millones.

Como ha venido informando este medio, los bancos se habían plantado ante las exigencias de la compañía y habían exigido que esta redujera su deuda (de 85 millones) en el importe que no garantizase  Cesce de los nuevos avales que necesita la empresa para seguir funcionando. Cesce solo había aceptado subir el porcentaje avalado del 50% inicial hasta el 70%, por lo que, si los avales eran de 100 millones, la banca tendría que asumir 30 y exigía a Duro Felguera que pagase esa cantidad, excesiva en su situación actual.

Ante lo cual, lo que se ha hecho es reducir el total de avales de 100 a 80 millones, cantidad con la que la empresa tiene suficiente para operar en 2021 y que ampliará si es necesario en el futuro. Descontado el 70% de Cesce, eso deja un nuevo riesgo de 24 millones para la banca. Pero el sindicato de acreedores ha rebajado su exigencia de repago en 4 millones y ha aceptado finalmente que Duro Felguera reduzca su deuda en 20 millones en aras de alcanzar el acuerdo.

Por su lado, la compañía que dirige José María Orihuela ha solicitado que esos 65 millones se conviertan en instrumentos que computen como capital -bonos convertibles o préstamos participativos- para mejorar su solvencia.

Primer rescate de capital del fondo de la SEPI en ocho meses

En todo caso, este acuerdo permite desbloquear por fin la inyección de 120 millones de la SEPI y salvar los 778 empleos de Duro Felguera. Se trata de la primera ayuda de capital que concede el Fondo de Apoyo a la Solvencia de Empresas Estratégicas desde su creación en julio del año pasado (un bloqueo motivado en parte por la falta de presidente de la SEPI); anteriormente, solo había concedido dos préstamos a Globalia, matriz de Air Europa y Halcón Viajes.

La SEPI accedió a rescatar a Duro Felguera a finales de enero pero puso como condición que la empresa y la banca alcanzaran un acuerdo para refinanciar la deuda restante. Según la versión de la empresa, la banca planteó sus exigencias después de presentar el plan de viabilidad al holding público, lo que obligó a reformularlo y ha retrasado la salvación de la compañía.

Por otro lado, existen serias dudas sobre si Duro Felguera cumple los requisitos para acceder al fondo de rescate, ya que es muy dudoso que pueda considerarse una empresa estratégica (salvo a nivel regional en Asturias) y más aún que sus problemas sean puntuales derivados de la crisis del covid: ya tuvo que acometer una fuerte reestructuración de su deuda en 2018 para salvarse del concurso de acreedores, en la que la banca asumió una quita importante que redujo el endeudamiento hasta los 85 millones citados.

También existía la posibilidad de que el Principado de Asturias inyectase algo más de dinero en el rescate, según había anunciado el propio presidente autonómico, el socialista Adrián Barbón. Pero fuentes de las negociaciones aseguran que «el Principado ni está, ni se le espera».

La venta de los litigios facilita el acuerdo

Detrás de la disputa entre Duro Felguera y la banca, subyace las visiones diferentes de unos y otros sobre la situación de la compañía. La dirección de la empresa considera que «es increíble que nos pongan contra las cuerdas por unas cantidades que son ridículas para los cinco grandes bancos españoles», según las fuentes. Y recuerda que, tras la refinanciación de 2018, cambió a los gestores y ha devuelto a los acreedores más dinero del que queda por refinanciar. La banca, en cambio, plantea que ya ha perdido 200 millones en una compañía cuya viabilidad es muy dudosa y no está dispuesta a perder un euro más. De ahí que exigiera primero la entrada de un inversor (como ninguno dio el paso, tuvo que entrar en Estado) y que no estuviera dispuesta a aumentar su riesgo.

Al final se ha llegado a una solución de compromiso aceptable por todas las partes, en la que ha sido decisiva la venta de los litigios a Fortress. Aunque no es muy habitual en España, todos los derechos de cobro -esto es, los instrumentos que dan derecho a cobrar cantidades en el futuro- se pueden titulizar y vender a un tercero, ya sean créditos, hipotecas, alquileres de inmuebles (es lo que compran muchos fondos del sector inmobiliario) o, como en este caso, litigios. Es decir, si Duro Felguera gana el juicio en cuestión, será Fortress quien lo cobre.

Estas transacciones se hacen siempre por un valor muy inferior a la cantidad que puede cobrar la empresa si gana, precisamente por el riesgo de que pierda y no cobre nada. Los fondos tienen que hilar fino para que la diferencia entre lo que pagan a Duro Felguera y lo que cobrarán en el futuro por los litigios que ganen (su beneficio) compense las sentencias que pierdan. Siempre hay un riesgo de que no acierten y les salga mal, que ellos calculan e incluyen en el precio.

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