Crisis industrial

La banca se planta con Duro Felguera y pone en su tejado la salvación tras el OK de la SEPI al rescate

La banca se planta con Duro Felguera y pone en su tejado la salvación tras el OK de la SEPI al rescate
Eduardo Segovia
  • Eduardo Segovia
  • Corresponsal de banca y empresas. Doctor y Master en Información Económica. Pasó por El Confidencial y dirigió Bolsamanía. Autor de ‘De los Borbones a los Botines’.

Las negociaciones entre Duro Felguera y los bancos acreedores se complican pese a que la SEPI dio luz verde a finales de enero a rescatarla con 120 millones de dinero público, como adelantó OKDIARIO. Ese rescate se producirá una vez que ambas partes lleguen a un acuerdo para refinanciar la deuda, y aquí es donde la empresa ha querido tensar tanto la cuerda como en la anterior reestructuración de 2018. Pero los acreedores se han plantado y no piensan ceder en ninguna de sus exigencias: si José María Orihuela, CEO de Duro Felguera, quiere salvarla, tendrá que aceptarlas, según fuentes conocedoras de la situación.

Estas fuentes aseguran que se está produciendo un cruce frenético de propuestas y contrapropuestas entre ambas partes y que los principales acreedores (Santander, BBVA, CaixaBank, Bankia y Sabadell) «no están dispuestos a asumir más riesgo del que tienen actualmente con la compañía asturiana». Eso implica que la empresa debe reducir la deuda de 85 millones que quiere refinanciar en el importe que las entidades tengan que asumir de los nuevos avales que necesita para seguir optando a proyectos.

Esta línea de avales inicialmente iba a ser de 100 millones y la aseguradora pública Cesce iba a garantizar en un porcentaje que del 50%. Es decir, si la banca debía asumir el otro 50% no garantizado (50 millones), Duro Felguera tendría que pagar ya 50 millones para que los bancos le refinanciaran los otros 35 que faltan hasta los citados 85 millones.

Como la empresa consideraba que esa cantidad es excesiva, planteó que Cesce elevara el porcentaje avalado hasta el 80%. Según las fuentes, solo consiguió que alcanzara el 70%, lo que le obligaría a poner ahora 30 millones de los 85. Algo que la empresa sigue considerando excesivo, por lo que propuso reducir la línea de avales hasta 80 millones; el 30% de la banca quedaría en 24 millones entonces.

Los bancos no piensan ceder: ni un euro más de riesgo

Ante este planteamiento, Duro Felguera se ha tirado una semana sin contestar, afirman estas fuentes, si bien entienden que sigue siendo una cifra demasiado alta para abonar de golpe ahora. Una portavoz de la empresa, en cambio, asegura que hace ya días que se le envió una propuesta alternativa, porque «ni Duro Felguera ni la SEPI consideran aceptable el planteamiento de la banca». Según su versión, son los bancos los que no han contestado a la contrapropuesta realizada por la empresa tras rechazar su planteamiento inicial.

Pero en este cruce de versiones y de propuestas, hay algo claro según las fuentes consultadas: la banca no piensa ceder un ápice. «Los bancos refinanciaron a Duro Felguera en el último minuto en verano de 2018 perdiendo más de 200 millones en una quita, y redujeron su deuda de más de 300 millones a los 85 actuales. No están dispuestos a asumir ni un euro más de riesgo sobre esa cantidad que en el futuro pueda convertirse en nuevas pérdidas. Consideran que lo que tengan que poner en nuevos avales no garantizados se debe restar de la deuda refinanciada, y de ahí no se van a mover».

Esta actitud puede provocar que la compañía acabe esta vez en concurso de acreedores y se eche la culpa a la banca por su intransigencia, según otras fuentes: «Si no entraba la SEPI, los acreedores estaban dispuestos a dejar caer una empresa que no les da más que quebraderos de cabeza. Y ahora que sí se ha comprometido la SEPI, ¿van a dejarla caer de todas formas? Serían los malos de la película», plantean.

¿A concurso por racanería?

La respuesta de los bancos a este planteamiento es que ellos ya han perdido mucho dinero en Duro Felguera y hasta aquí han llegado. Que la empresa tiene liquidez suficiente para pagar esos 24 ó 30 millones ahora. A su juicio, son los gestores de la empresa los que tienen en su mano salvarla, y si al final va a concurso, será su responsabilidad, no de los acreedores. «Si teniendo tesorería, te llevas la empresa por delante por racanería, es tu problema», vienen a decir las entidades, según las fuentes.

En la banca también se trasluce un cierto hartazgo por los constantes anuncios de posibles inversores que iban a entrar en el capital de la empresa pero cuya llegada nunca se materializó, como la eléctrica Capital Energy, Blas Herrero, TSK (un competidor local) o el fondo de capital riesgo Fortress.

Este no es el único obstáculo para un acuerdo, si bien sí el más importante; si se resuelve el problema del riesgo de la banca, los otros (en qué instrumento se convierte la deuda refinanciada, los controles del cumplimiento de los hitos de la refinanciación, algunos proyectos que generan dudas en los acreedores) se pactarán sin problemas.

Pese a estas posturas enfrentadas, todas las partes coinciden en sus expectativas de que al final se alcance un acuerdo y Duro Felguera se salve gracias al dinero público. «Sería increíble que, después de que la SEPI acepte poner 120 millones, la empresa acabe en concurso», es el sentir general. Pero cosas más raras se han visto en la historia empresarial española.

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