El sector turístico europeo necesita un plan de rescate urgente frente al coronavirus
Francisco Coll Morales es economista y coordinador del servicio de estudios de Fundación Civismo.
Coronavirus: última hora del Covid-19 en directo
Países como España o Italia se encuentran en una difícil encrucijada. El sector turístico es vital para el buen funcionamiento de las economías, lo que, ante el brote de coronavirus, les deja en un escenario de difícil salida, al menos si no se toman las medidas adecuadas. Pese a los avisos, algunos países siguen haciendo caso omiso a las advertencias que, reiteradamente, emitimos a los gobiernos que supeditan gran parte de su economía al turismo.
En España, por ejemplo, cerca del 15% del producto interior bruto (PIB) depende del sector turístico. Estamos hablando de una aportación estimada, de acuerdo con la WTTC (Consejo Mundial del Viaje y el Turismo), por valor de 176.000 millones; a la que además debemos atribuirle los incrementos interanuales que se producen en el sector.
En materia de empleo, el sector da trabajo a más de 2,8 millones de personas, y ha generado el 20% de los puestos de trabajo totales creados desde el año 2013.
Como vemos, ante la luz de los datos, pocas excusas le quedan a gobiernos como el de España para salir al rescate del sector turístico, como sí ha hecho el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, con sus aerolíneas. En el caso de España, el país se postulaba como primera potencia mundial turística solicitando albergar la cumbre mundial del turismo que organiza la Organización Mundial del Turismo (WTO).
El año turístico no va a ser bueno, no cabe ninguna duda. Pero seguimos viendo a los gobiernos sin planes para actuar de forma estratégica para garantizar la sostenibilidad del sector. Hasta ahora, el sector se incluyó en las medidas que adoptaba el Gobierno para ayudar a las empresas.Y no le falta razón al citado presidente.
Ahora bien, en territorios como Islas Baleares o Islas Canarias, donde el turismo representa cerca del 60% del PIB y el empleo casi del 50% sobre el empleo total, una dura crisis podría provocarles severos problemas de subsistencia, así como un incremento de paro más que descontado.
Por otro lado, el sector turístico tiene una gran adaptabilidad a los escenarios económicos gracias a un elemento que muchos critican: la temporalidad. Esa característica le ha permitido adaptarse y salir adelante en todo momento. Además, es un sector muy cíclico, lo que le obliga a adaptar sus plantillas en función de la demanda.
Algo similar ocurre con Italia que tiene un 13% de su PIB supeditado al sector turístico y emplea directa o indirectamente a más del 14% de la población, es decir, a unos 3,5 millones de personas. Estamos hablando que, de acuerdo con la WTTC, el turismo italiano podría destruir cerca de un millón de puestos de empleo.
«El coronavirus ha borrado más de medio siglo de turismo». Así concluía su intervención hace unos días Vittorio Messina, presidente de Assoturismo, la organización que agrupa a decenas de miles de empresas de un sector que en Italia representa el 13,2% del PIB nacional, lo que equivale a unos 230.000 millones de euros, según datos del Observatorio Nacional el Turismo (ONTIT).
Los gobiernos no pueden mirar para otro lado. Es hora de hablar de reformas y medidas concretas, pues de no hacernos, el turismo europeo corre un grave peligro.
Temas:
- Coronavirus
- Europa
- Turismo