Los otros héroes de la crisis

Renovarse o morir: de hacer rótulos a fabricar equipos de protección individual

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Al igual que ha sucedido con muchos empresarios españoles, la crisis provocada por el coronavirus ha golpeado el negocio Javier Sastre: «Trabajos de cualquier elemento de comunicación visual, tanto para exterior como para interior, hablamos siempre de rótulos de fachada, con iluminación o sin ella, rótulos de interior. Todo tipo de elementos donde se quiere mandar un mensaje o se quiere dar una información. En vehículos también». La empresa Rótulos SG se ha tenido que reinventar en busca de nuevos productos y canales después de que sus clientes prácticamente desaparecieran. «Hemos añadido en nuestros productos, los productos de protección de coronavirus como son las pantallas, los vinilos de señalización» explica el empresario.

La necesidad de abrir nuevas líneas de negocio cuando el coronavirus se encontraba en el pico más alto provocó que Javier Sastre tomara un nuevo rumbo en su negocio: «Tuvimos que reinventarnos porque las ventas se quedaron totalmente a cero. En el mercado que quedó abierto visto la demanda de ciertos productos que podíamos comercializar, como eran las mamparas de metacrilato, los vinilos de señalización, máscaras faciales… Con eso nos reinventamos porque nunca habíamos hecho nada de esto, pero era un tipo de producto que podía encajar en nuestro negocio».

Sastre se apoyó en la tecnología para apoyar la nueva etapa: «Hicimos acciones de marketing digital, mandamos información a nuestras bases de clientes y conseguimos salvar sobre todo esos primeros meses de marzo, abril y mayo, los pudimos salvar un poco con esto, bueno que el golpe fuera menor gracias a estas cosas».

Futuro incierto

La situación todavía es compleja, ya que tuvieron que realizar un ERTE en la empresa por pérdidas que rondaron el 40%. Las proyecciones a futuro son inciertas, pero Sastre expresa: «Espero que todo vuelva a la normalidad y confío en ello y llevara su tiempo, pero imagino que habrá un periodo sin duda duro que habrá que asumirlo y estar al pie del cañón para poder estar cuando todo vuelva a ser más como antes».

Desde que termino el confinamiento este empresario cuenta que «poco a poco hemos ido mejorando y todavía nos falta para llegar a la situación anterior, pero vamos progresando». El consejo que da a todos los empresarios que se encuentren en una situación similar se resumen en dos palabras «paciencia y dedicación». Según Sastre, es la única receta posible en estos momentos.

La incertidumbre que provoca la crisis sanitaria y la falta de un horizonte concreto hace que Javier Sastre sea consciente de que «hay otros sectores que no pueden probablemente hacer o vender nada de estos productos especiales que están a cero». A pesar de que quiere ser optimista, siente que el contexto simplemente permite ser sensato.

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