¿Es oro todo lo que reluce?
La inversión en oro, tal como proponíamos en el artículo del pasado 9 de octubre, ha tenido un repunte importante desde entonces. En concreto, ha recuperado un 8,93% y se sitúa a precios de principio de año 2018.
Si nos creemos que entramos en un periodo de crecimiento más lento, en una desaceleración, los mercados deberían reflejar caídas en algún momento a lo largo del 2019. La parte negativa de esta desaceleración es que es global y sincronizada. Otro de los problemas es que la deuda de los países es inmensa. La deuda corporativa total en EEUU se ha visto incrementada hasta casi $9,1 trillones a mediados de 2018, según los datos recogidos por la “Securities Industry and Financial Markets Association”. Los últimos datos de ventas al por menor en EEUU, sorprendieron también a la baja, con la mayor caída en 9 años.
En Alemania, los datos presentados ayer de la economía también indican un crecimiento algo menor, 1,4% frente el 1,5% hasta ahora. Las revisiones de crecimiento han sido a la baja, de forma que se espera un 1% frente a las anteriores expectativas del 1,8% para todo el año 2019. En la parte positiva, la demanda interna parece que sigue fuerte, igual que la construcción y los servicios. En la negativa, la industria está estancada.
El miedo a la desaceleración ha moderado el discurso de los bancos centrales, de forma que parece que están en control de que no se precipite la desaceleración por un endurecimiento demasiado rápido o excesivo en la política económica. EEUU ha puesto en el congelador más subidas de tipos ¡de momento!, y Europa, ha empujado un posible incremento de tipos de interés a después del verano.
En una situación así, ¿existe valor en alguna parte del mercado? La respuesta es, en primer lugar, que se tiene que tener liquidez para aprovechar los momentos de fuerte debilidad de los mercados para comprar buenos valores a precios razonables. La subida del precio del oro refleja que, de fondo, persiste la incertidumbre a pesar del fuerte repunte del mercado en este inicio del año.
Con la fuerte revalorización desde octubre del 2018, ¿queda valor todavía en el oro? Nuestra opinión es que deberíamos seguir manteniéndolo en cartera, a pesar de las ganancias acumuladas. El riesgo de caer por debajo de los USD 1.300 es bajo y, sin embargo, si consigue romper el nivel de los USD 1.375, podríamos llegar a unos máximos de USD 1.400, como pronostican algunos estrategas. El precio está muy sostenido por el incremento de las reservas de países como China y Rusia, como se ha visto en los datos de final de diciembre de 2018.
Arantza Virós es socio director de Neo Inversiones Financieras EAFI