Moody’s confirma el ráting de Iberdrola en ‘Baa1’ con perspectiva estable
Moody’s confirma el ráting de Iberdrola a largo plazo en ‘Baa1’, con perspectiva ‘estable’, respaldada por la dimensión y diversificación geográfica del grupo -un 60% de sus ingresos procedentes de «economías fuertes»-, por su foco estratégico en los negocios regulados y por su sólido balance.
La agencia de calificación de riesgos destaca en un informe hecho público este miércoles que la perspectiva ‘estable’ muestra que el plan de la compañía para 2020-2025 -con unas inversiones sin precedentes que ascenderá a 75.000 millones de euros- y la política de dividendos de la compañía son coherentes con la nota ‘Baa1’.
Moody’s valora, por tanto, el enfoque estratégico en negocios regulados y contratados, que representan alrededor del 80% del resultado bruto de explotación (Ebitda) del grupo Iberdrola. También su sólido perfil financiero, con un ratio de fondos ajustados de operaciones (FFO) sobre deuda neta por encima del 18%.
A esto se sumaría que la estrategia para 2020-25 seguirá respaldando la evolución positiva de su ‘mix’ de negocios, según la agencia de ráting, que también considera que el perfil crediticio de Iberdrola está respaldado por su dirección estratégica, con un plan «que pone un renovado énfasis en la generación renovable, redes y soluciones para clientes, y tiene como objetivo un aumento del Ebitda del grupo a 15.000 millones de euros para 2025».
Además, la agencia de calificación de riesgos pronostica que, en general, el perfil de riesgo comercial del grupo seguirá desarrollándose «favorablemente» en los próximos cinco años.
Desafíos
Moody’s también avisa de los retos para la eléctrica. Su plan hasta 2025 implica un riesgo adicional debido, entre otros factores, a una mayor escala de la inversión, centrado principalmente en los primeros años, que podría presentar desafíos operativos con unos 10.000 millones de euros en eólica marina, una tecnología que es «relativamente arriesgado de construir». Sin embargo, Moody’s matiza que «el riesgo de ejecución se ve moderado por la naturaleza regulada de la inversión en redes y la exitosa historia del grupo en la entrega de proyectos eólicos marinos», añade.
La decisión de mantener la buena calidad crediticia de Iberdrola sigue a las revisiones de S&P en noviembre y Fitch en mayo, que también decidieron mantener sus calificaciones para el grupo liderado por Ignacio Galán.
Plan inversor hasta el año 2025
El pasado 5 de noviembre, Iberdrola anunció un ‘megaplan’ de inversión histórico por 75.000 millones de euros para el período 2020-2025, el mayor de una empresa española, con el objetivo de adelantarse y aprovechar las oportunidades de la revolución energética que afrontan las principales economías del mundo e impulsar la reactivación ante la actual crisis del Covid-19, informa Europa Press.
En concreto, el 90% de este volumen de inversión -68.000 millones de euros- será orgánico e irá dirigido a consolidar su modelo de negocio, basado en más energías renovables, más redes, más almacenamiento y más soluciones inteligentes para sus clientes. Los 7.000 millones de euros restantes corresponden a la adquisición de la compañía americana PNM Resources.
La velocidad de crucero que impondrá en este periodo el grupo presidido por Ignacio Sánchez Galán supondrá una inversión media de 10.000 millones de euros al año, entre 2020 y 2022, y de 13.000 millones de euros anuales en el período de 2023 y 2025.
Este ritmo inversor estará a la vez acompañado de un crecimiento rentable durante el período, mientras mantiene la solidez financiera y la retribución a sus accionistas.
Asimismo, el grupo prevé obtener un beneficio bruto de explotación (Ebitda) de 15.000 millones de euros a 2025, lo que supone incrementar en 5.000 millones de euros el obtenido en 2019, registrando un crecimiento medio anual acumulado del 7%, y elevar su beneficio neto hasta los 5.000 millones de euros, tras crecer anualmente durante el período entre un 6% y un 7%.