Mercadona reinventa el dulce más típico de las abuelas y es un éxito: nadie lo esperaba y sólo cuesta 6 euros
La leche frita Hacendado congelada que se agota en todos los Mercadona
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Hay sabores que tienen el poder de transportarnos en el tiempo. Basta un bocado para volver a la cocina de la abuela, donde el aroma a canela y leche cocida anunciaba que algo muy especial se estaba preparando. Y si hay un postre que encarna ese espíritu casero y entrañable, ese es, sin duda, la leche frita. Un clásico de la repostería tradicional que parecía destinado a perderse pero que Mercadona recupera. El mejor dulce de todos y a un precio que está haciendo que arrase.
Mercadona ha vuelto a hacerlo. La cadena valenciana ha sorprendido a todos recuperando un dulce de toda la vida con un giro que nadie esperaba: la Leche frita congelada Hacendado. Un producto que ha llegado hace unos días y que está arrasando en redes sociales y en los pasillos de sus supermercados. ¿Lo mejor? Cuesta sólo 6 euros, está listo en unas horas y sabe como si lo hubiera hecho tu abuela con mimo y paciencia. Algo que se valora mucho, ya que en plena era de la comida rápida y los postres hiperprocesados, este lanzamiento ha tocado la fibra nostálgica de miles de personas. Y no es para menos: la leche frita de Mercadona es un homenaje sencillo, pero eficaz, a ese dulce que antes se hacía en casa en días especiales. Hoy, gracias a esta versión congelada, podemos disfrutarlo cuando queramos, sin complicaciones.
Mercadona reinventa el dulce más típico de las abuelas
La propuesta es tan simple como ingeniosa. Mercadona ha lanzado un paquete congelado de leche frita bajo su marca Hacendado, que incluye seis unidades en una bandeja de 300 gramos en total. El formato individual facilita tanto su conservación como su preparación, y es ideal para tener a mano cuando nos apetece un capricho dulce sin encender los fogones.
A simple vista, el producto tiene una presentación muy cuidada. Cada porción está rebozada de forma uniforme y lista para pasar por la sartén o, mejor aún, para simplemente descongelar y servir. Porque sí: la leche frita de Mercadona no necesita cocinado adicional. Basta con sacarla del congelador y dejarla a temperatura ambiente durante unas cuatro horas. Pasado ese tiempo, está lista para disfrutar.
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Y es aquí donde viene la sorpresa: la textura y el sabor no tienen nada que envidiar a una leche frita casera. Por dentro, es cremosa y delicada; por fuera, tiene ese toque ligeramente crujiente que tanto gusta. Y todo por 6 euros. En un momento en el que los postres artesanos pueden rozar los 4 o 5 euros la unidad en algunas pastelerías, este formato resulta más que económico.
¿A qué sabe la leche frita de Mercadona?
La primera impresión al probarla es de pura nostalgia. Sabe a leche, a canela, a azúcar vainillado, y a esa mezcla tan nuestra que recuerda a Semana Santa, a domingos de sobremesa y a meriendas con cariño. La receta está muy bien conseguida, con ese toque sutil de limón y canela que se nota sin ser invasivo y como cabría esperar, es similar a una torrija aunque más cremosa y suave.
La textura es quizá uno de sus mayores aciertos. Nada de masas gomosas o harinas sin cocer. Al contrario: se deshace suavemente en la boca y deja una sensación cálida, reconfortante, como la de los postres de antes. Es difícil no repetir.
Además, la porción tiene el tamaño justo: ni muy grande, ni demasiado pequeña. Lo suficiente para darte un gusto sin sentirte empachado y con apenas 300 calorías por unidad.
Ideal para sorprender sin complicarse
Una de las grandes ventajas de esta leche frita congelada es que no necesita preparación alguna. No hay que batir, hervir, enfriar ni rebozar. Todo eso ya lo ha hecho Mercadona por ti. Lo único que tienes que hacer es sacarla del congelador, esperar unas horas y servir. Y si deseas darle ese toque como recién hecha, nada como calentar en el microondas o en el horno.
Esto la convierte en una opción perfecta para tener en casa por si viene alguien a merendar, por si te apetece algo dulce después de cenar o si deseas darte un capricho de vez en cuando, y a la vez, rememorar esos tiempos de tu niñez, cuando tu abuela te preparaba tu dulce favorito.
También es un recurso muy práctico para quienes no se atreven con la repostería tradicional o no tienen tiempo para elaboraciones lentas. En vez de comprar ingredientes y pasarte media tarde en la cocina, puedes tener el mismo resultado, o casi, en cuestión de minutos.
En un momento en el que muchos consumidores buscan calidad, tradición y practicidad, esta leche frita lo tiene todo. Ha conectado con una generación que quiere comer bien, sin perder tiempo, pero también con quienes recuerdan con cariño esos sabores de infancia. ¿A qué esperas para ir a por tu leche frita de Hacendado?.