Lo tenían en todas las casas de los años 80 y ha vuelto a ponerse de moda: se está agotando en IKEA
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Si te gusta la decoración con cierto aire retro, pero sin caer en lo vintage del todo, seguro que la pieza que ahora te presentamos se va a convertir, en una de tus próximas compras en Ikea. Se trata del espejo DVÄRGSYREN, un modelo que recuerda a los clásicos espejos de los ochenta, con un marco de madera que aporta serenidad y diseño natural y además, con una repisa que resulta todo un acierto.
Con la tendencia actual por los ambientes y espacios tranquilos, con materiales que nos conecten con lo natural. Las maderas claras, las formas suaves y los acabados que transmiten calma están llenando los hogares. Y este espejo de IKEA, con su marco de chapa de roble y su diseño redondeado, encaja justo en esa idea: aporta calidez, se ve bonito en cualquier rincón y tiene ese aire relajado que hace que una estancia tenga mucho más estilo en cuestión de segundos. Sin embargo, lo que realmente ha llamado la atención de este producto es su versatilidad. El DVÄRGSYREN no sólo cumple su función principal como espejo, sino que incorpora un pequeño estante que lo convierte en un elemento doblemente útil. Perfecto para colocar llaves, perfumes, un jarrón con flores o incluso el móvil. Por eso muchos usuarios lo están eligiendo tanto para el baño como para la entrada o el dormitorio.
El espejo de IKEA que ya se está agotando
El diseño del espejo DVÄRGSYREN refleja esa filosofía nórdica que combina la belleza de la sencillez con la practicidad del día a día. Su marco en chapa de roble tiene un acabado natural que combina fácilmente con otros muebles del hogar, especialmente los de tonos neutros o madera clara. Su forma rectangular con bordes suavizados le da un aire moderno, pero al mismo tiempo recuerda a los espejos de los años 80 que solían ocupar los recibidores o pasillos de muchas casas.
Mide 40×50 centímetros y tiene un fondo de 8, justo lo necesario para resultar práctico sin ocupar demasiado. Ese equilibrio de proporciones lo hace fácil de colocar en casi cualquier sitio. Además, se puede colgar en vertical o en horizontal, según el espacio o el estilo que tengas en casa. En un baño pequeño puede funcionar perfectamente como espejo principal, y en un dormitorio o pasillo, se convierte en ese detalle decorativo que completa una cómoda o un aparador sin restar ligereza al conjunto.
Un estante integrado que marca la diferencia
Lo que más suele llamar la atención de este espejo es ese marco que hace de estante. Tiene una pequeña repisa muy útil, justo para dejar lo que usas a diario: el cepillo, un perfume, los pendientes o la cartera antes de salir. No ocupa espacio y, sin embargo, soluciona mucho. En casas pequeñas o en baños con poco fondo, ese detalle marca la diferencia porque aprovecha cada centímetro sin renunciar al estilo.
Seguridad y materiales pensados para durar
Más allá de su aspecto, este espejo también destaca por los pequeños detalles que demuestran que está bien pensado. El vidrio por ejemplo, tiene una película de seguridad, de modo que si se te cae y se rompe no se producen trozos que te pueden cortar algo que se agradece sobre todo cuando hay niños en casa. La estructura está hecha con madera encolada y tiene un recubrimiento con una lámina de roble protegida con laca pigmentada, que le aporta ese aspecto cálido y, al mismo tiempo, una buena resistencia con el paso del tiempo.
Otra de sus ventajas es que ha sido probado y aprobado para su uso en el baño, donde la humedad suele ser un problema para algunos materiales. En este caso, el DVÄRGSYREN responde bien, siempre que se sigan las recomendaciones de mantenimiento: limpiar la estructura con un paño húmedo y secar con uno seco, y para el vidrio, utilizar agua o limpiacristales. Así se mantiene como nuevo durante años.
Cómo integrarlo en tu hogar
Este espejo tiene algo que lo hace fácil de incorporar a cualquier estilo decorativo. En un baño con muebles blancos y toques de madera, añade calidez sin recargar. En una entrada, crea un punto focal práctico y estético a la vez. Y en el dormitorio, puede combinarse con una cómoda de roble o con textiles en tonos tierra para potenciar esa sensación de calma que transmite.
Su diseño, además, invita a jugar con la composición. Algunos optan por colocar dos espejos juntos, uno en vertical y otro en horizontal, creando un efecto visual muy actual. Otros lo combinan con elementos naturales, como plantas pequeñas o jarrones de cerámica, que resaltan aún más su tono de madera clara. Cualquiera de esas opciones refuerza esa vuelta a lo natural que hoy marca tendencia.
Un clásico renovado que vuelve a llenar hogares
Que se esté agotando en muchas tiendas no sorprende. El DVÄRGSYREN tiene ese toque nostálgico que conecta con lo de antes, pero con la estética sencilla que buscamos hoy. Cuesta 39,99 euros, un precio accesible si se tiene en cuenta su diseño y funcionalidad. Es una de esas piezas que no solo decoran, sino que también aportan orden y equilibrio visual al espacio.
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