Llega la gran rotación a las bolsas: los inversores huyen de las tecnológicas y se lanzan a la banca
En las últimas semanas las compañías tecnológicas están sufriendo un fuerte castigo en los mercados. Los descensos se producen como consecuencia de una política más agresiva por parte de los principales bancos centrales, ya que las subidas de tipos afectan negativamente al sector. Por el contrario, el incremento de las tasas beneficia a otros valores, como los bancos, que registran grandes subidas. Llega la gran rotación a las bolsas.
Prueba de la pérdida de atractivo inversor que sufren las tecnológicas en todo el mundo es la evolución que desde que comenzó el ejercicio registran los principales índices sectoriales. El MSCI World Information Technology cae cerca de un 8,5%, el Nasdaq Composite acumula un descenso superior al 10% y el Stoxx Europe 600 Technology cede más de un 14,5%.
Los inversores huyen de este tipo de compañías ante la combinación de dos factores: los elevados niveles de valoración que han alcanzado y el endurecimiento de la política monetaria por parte de los principales bancos centrales. El Banco de Inglaterra ya ha elevado dos veces los tipos de interés en el último mes y medio, mientras que en sus últimas reuniones la Reserva Federal y el BCE dejaron la puerta abierta a un incremento de tasas en los próximos meses para luchar contra los elevados niveles de inflación.
Tamas Menhyart, senior fund manager de la gestora austriaca Erste Asset Management, explica que “en general, el aumento de los rendimientos de los bonos es más perjudicial para las acciones con valoraciones elevadas y un fuerte crecimiento de los beneficios previstos en el futuro” justo como sucede con la tecnología. La clave está en la forma en la que el mercado valora a las compañías. De forma general, se utiliza una tasa de descuento que suelen ser los bonos públicos a 10 años, al ser considerados un activo libre de riesgo. En las últimas semanas el incremento de los intereses exigidos a la deuda de los gobiernos, por ese giro de los bancos centrales, ha provocado que bajen las valoraciones de las compañías tecnológicas.
“Las compañías tecnológicas suelen cotizar a unos múltiplos muy altos porque descuentan una previsión de beneficios futuros muy exigente y si suben tipos se van a reducir. Además, son compañías de alto crecimiento, por lo que utilizan mucho apalancamiento. Si encareces el precio del dinero también puedes reducir los beneficios potenciales”, apunta Joaquín Robles, analista de XTB.
Y tras ser unas de las grandes beneficiadas por la pandemia, los últimos resultados y las previsiones de negocio que han presentado algunas de las tecnológicas más grandes del mundo no han sido bien recibidos por los inversores. En este sentido, las principales señaladas han sido Netflix y Meta, que ya pierden más de un 32% y un 31%, respectivamente, de su valor en el mercado desde que se inició 2022. En cualquier caso, todas las conocidas como las FAANG, que tienen un importante peso tanto en el Nasdaq como en el S&P 500, acumulan pérdidas: Tesla se deja un 24,5%; Micrososft casi un 9,5%; Amazon, un 8,5%; Apple, un 5,7%, y Alphabet, la matriz de Google, un 1,6%.
Frente a las caídas de los índices tecnológicos, los sectoriales bancarios se anotan importantes subidas. El S&P 500 Banks acumula una rentabilidad del 3,5% desde el 1 de enero, mientras que el Stoxx 600 Banks avanza casi un 10%. El índice que engloba las principales entidades de la zona euro suma un 8,5% y en la Bolsa española el sector bancario es el único que se encuentra en positivo, con un crecimiento del 15,25%.
“Los bancos pueden trasladar los tipos más altos a sus clientes en forma de tipos de interés más elevados para los préstamos”, explica Menhyart. En este nuevo contexto de gran rotación en las bolsas, en el que los inversores huyen de la tecnología y se lanzan a invertir en bancos, provoca una mejor evolución de los principales índices europeos frente a los estadounidenses, al tener los primeros una mayor exposición al sector financiero.