El Ibex: último gran índice en tocar máximos históricos por el rescate financiero y Latinoamérica

El Ibex 35 es el último gran índice mundial (con la excepción del Mibtel italiano) en recuperar los máximos históricos anteriores a la gran crisis financiera de 2008, con la superación de los 16.000 puntos este lunes. Este retraso se debe a la doble recesión que vivió España tras la crisis financiera durante el Gobierno de Zapatero y a la dependencia de las grandes cotizadas españolas de su negocio en Latinoamérica.
Los grandes índices de Wall Street y las Bolsas de Londres y Frankfurt recuperaron sus récords en 2013, si bien ni la de París ni la media de la zona euro, el Euro Stoxx 50, lo consiguieron hasta 2024. También hay que tener en cuenta que, con los dividendos que han repartido los miembros del selectivo español en estos años, los inversores que lo replican habrían ganado más del 100% desde 2007, si bien esta cifra está por debajo del EuroStoxx y lejísimos del más del 700% que han ganado en Estados Unidos.
¿Por qué ha tardado tanto el Ibex en volver a máximos? Principalmente por dos razones. La primera es que, después de la recesión mundial que provocó la crisis financiera, las economías del resto de países occidentales se recuperaron rápidamente, en especial las más flexibles como las anglosajonas. Por el contrario, esa recuperación en España (los famosos «brotes verdes» de Elena Salgado) quedó truncada por la segunda recesión.
De esa forma, el Ibex, que había recuperado los 12.000 puntos, se volvió a hundir y no dejó de caer hasta perder el 50% de esa cifra. Para que volviera a subir, hizo falta el rescate financiero de España por parte de la UE, cuando la quiebra de las cajas de ahorros disparó la prima de riesgo y amenazó con expulsarnos del euro.
Además, esa crisis provocó que el mercado perdiera la confianza en todo el sector financiero español, lo que lastró el índice bursátil, puesto que la banca es el sector con más peso. Ni las fusiones (Santander-Popular, CaixaBank-Bankia y Unicaja-Liberbank), ni los recortes masivos de plantilla sirvieron para que el sector recuperara el terreno perdido.
Latinoamérica, de impulso a lastre
La segunda razón es el fuerte peso de Latinoamérica en las cuentas de las grandes empresas españolas -también de los grandes bancos-, hasta el punto de que muchos inversores profesionales consideran que el Ibex es un índice más latinoamericano que español.
Este peso, que disparó los beneficios de estas compañías a finales de los años 90 y principios de los 2000, se volvió un lastre con el estancamiento -o recesión- de muchos de estos países, así como con las numerosas crisis políticas del continente. El mejor ejemplo es Telefónica, que está vendiendo todas sus filiales latinoamericanas opara centrarse en Europa. O la OPA del BBVA sobre el Sabadell, que pretendía reducir el peso de México y otros países emergentes en su balance.
De esta forma, el Ibex hizo varios intentos de recuperar los 12.000 sin conseguirlo. Y en 2020 todo volvió a venirse abajo con la pandemia del covid, lo que llevó al índice otra vez a la zona de los 6.000 puntos. Faltaba otro susto: la guerra de Ucrania en 2022.
Pero, a partir de ahí, llegó la recuperación, impulsada por la subida de tipos de interés del BCE en respuesta a la espiral inflacionista, lo que disparó los márgenes de la banca. De esta forma, el sector por fin recuperó las valoraciones perdidas; durante muchos años, estuvo cotizando por debajo de su valor en libros, es decir, los activos de los bancos valían menos que su negocio.
El apoyo de empresas beneficiadas por el gasto de defensa, como Indra, o energéticas como Acciona y Solaria ha logrado que el índice viva su mejor año del Siglo con una revalorización que se acerca al 40%. Lo que ha permitido al Ibex recuperar, por fin, los máximos históricos y marcar un nuevo récord en 16.000,2 puntos.
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