El abogado que más sabe de las cláusulas suelo: «He sentido vergüenza con la decisión del Supremo»
«Esperaba que [ayer] el Supremo aprovechara para lavar su imagen y que comunicara un fallo decisivo sobre las cláusulas suelo, que los clientes afectados recuperaran todo su dinero», comenta Adrián Rebollo (Madrid, 1981), posiblemente el abogado que más sabe sobre la cuestión en España.
Sin embargo, la decisión comunicada el miércoles por el Supremo de plantear elevar a Europa el asunto, ha dejado helado al letrado. «He sentido vergüenza», dice.
El 31 de agosto de 2014, Adicae contrató a Rebollo, al frente del despacho ASJ Jurídico, para poner orden en la macrodemanda presentada por la asociación contra más de un centenar de entidades financieras por las cláusulas suelo.
Con anterioridad, en mayo de 2013, el Supremo había anulado las cláusulas suelo por falta de transparencia, en un caso que afectaba a BBVA, Cajamar y Nova Caixa Galicia, pero sin aplicar retroactividad.
«La macrodemanda de Adicae estaba parada en primera instancia», recuerda Rebollo, «había que subsanar una serie de poderes porque el procurador había fallecido, y determinar quiénes estaban en la demanda. Era un trabajo descomunal, aclarar la situación de las 9.126 personas incluidas en la demanda de Adicae», explica.
«Contratamos a diez abogados, estuve cuatro meses sin vivir», dice. «Pero al final, el problema fue subsanado. Felizmente el 7 de abril de 2016 el Juzgado Mercantil número 11 de Madrid dictó sentencia condonatoria a toda la banca, pero limitando las devoluciones a mayo de 2013».
Adicae recurrió el fallo por esa limitación temporal, insistiendo en que se había violado el artículo 1.303 del Código Civil. El 19 de noviembre de 2018 la Audiencia Provincial de Madrid dictó sentencia estimando el recurso de Adicae y desestimando los de la banca. Los bancos recurrieron en casación; la esperada decisión del Supremo se conoció ayer.
Tres preguntas «ridículas»
El Pleno de la Sala Civil del Tribunal Supremo decidió ayer dar un plazo de alegaciones de diez días a las partes, para que se pronuncien sobre la conveniencia de plantear una cuestión prejudicial al Tribunal de Luxemburgo.
La Sala explicó que plantearía tres cuestiones: «El control abstracto que debe realizarse en una acción colectiva de cesación»; «la dificultad para identificar al consumidor medio cuando se demanda a un gran número de entidades financieras»; y es es posible «una acción restitutoria».
«He sentido vergüenza con la decisión del Supremo de hoy [ayer], es un descaro como el Tribunal Supremo cuida el orden público económico de la banca en lugar del de los consumidores», lamenta el abogado madrileño.
«Las preguntas que ha hecho el Supremo son innecesarias, son cuestiones jurídicas claras y reiteradamente resueltas», afirma. «¿Cómo se va a preguntar si se puede hacer un control de transparencia en una acción colectiva?», se pregunta. «El Supremo ya lo aclaró en 2013, ya se había declarado para BBVA y Cajamar la cesación de esa cláusula, el Supremo se está preguntando su propia doctrina, es ridículo», considera.
«La segunda cuestión ya está resuelta también, está definido quién es un consumidor medio en el Artículo 3 de la Ley de Consumidores y usuarios, desde la publicación del Real Decreto 1/2007 de 16 de Noviembre», indica.
«Y los mismo ocurre con la tercera cuestión, está ya resuelta desde diciembre de 2016, Europa ya se ha pronunciado en este sentido, es la devolución total, no acotada a un periodo de tiempo», señala. «El Artículo 72 de la Ley de Enjuiciamiento Civil dice que la acumulación de acciones se pueden ejercitar siempre que exista un nexo», añade.
Y ahora, ¿qué?
«No creo que el Supremo llegue a plantear esas tres cuestiones a Europa, son indignantes, sería un bochorno que lo hiciera», opina Adrián Rebollo, quien dejó de colaborar con Adicae en 2019. «La banca ha provisionado poco dinero en realidad en el tema de las cláusulas suelo, los bancos se juegan aquí todavía miles de millones de euros», advierte.