El plan de Topuria para superar el «infierno» del pesaje: «Lo ha convertido en el más fácil de su vida»
OKDIARIO habla con Aldo Martínez, preparador físico de Ilia, a menos de 48 horas de la pelea contra Holloway
El luchador hispano-georgiano se somete a metodologías extremas para dar en la báscula 65,8 kilos como máximo, de lo contrario no habrá pelea
El momento más esperado: el cara a cara entre Topuria y Holloway en la presentación del combate
Antes de subirse al octógono para pelear contra Max Holloway, Ilia Topuria y su rival estadounidense convergerán ante un mismo oponente: la báscula. El reloj marcará las nueve de la mañana en Emiratos Árabes Unidos, siete de la madrugada horario peninsular, cuando ambos peleadores hagan fila para pesarse y detener la aguja en 65,8 kilos. Un gramo más y no habrá pelea.
En el hotel Hilton de Abu Dabi comparecerán ambos luchadores con los rostros más finos y más marcados que durante la rueda de prensa del día anterior. Reflejo de los esfuerzos realizados para conseguir noquear a la báscula. La preparación se inicia 12 semanas antes del combate, siendo clave la semana previa a la pelea.
«Se ha seguido el guión establecido. Estamos repitiendo los mismos valores que en la pelea contra Volkanovski. El recorte de este viernes es el más fácil de la vida deportiva de Topuria porque se ha hecho muy bien. Esto no es algo que se lleve a cabo deprisa y corriendo, sino que entrenamos la aclimatación del cuerpo con diferentes metodologías», asegura el Doctor Aldo, preparador físico de Ilia, a OKDIARIO.
Aldo es la sombra de Topuria desde que el hispanogeorgiano decidiera a los 17 años ligar su carrera con la del Doctor. Juntos han evolucionado e innovado para sacar el máximo rendimiento al cuerpo de un deportista de élite. Los resultados de este viernes sobre la báscula de Abu Dabi, son el fruto de un trabajo de meses. «El recorte de peso lo hemos hecho muy bien. El 99% de los deportistas utilizan la mañana del día de pesaje para clavar el peso, nosotros dejamos hechos los deberes desde la noche previa», explica.
Un proceso, el de recorte de peso, catalogado como «infierno» por los luchadores, que Ilia lo inicia en verano y abarca la alimentación, el descanso y todas las metodologías que tiene al alcance de su mano. «Él sigue una dieta basada en nutrientes orgánicos, biológicos y ecológicos y va bajando peso poco a poco. No hablo de masa muscular, sino de masa grasa en eso se centran todas estas semanas previas».
Topuria y un recorte de peso medido
La concatenación de intangibles da un giro radical cuando la Fight Week (semana del combate) entra en escena. «Varía todo. La alimentación cambia. Él va reduciendo su volumen corporal porque desaparecen los carbohidratos almidonados -aquellos que no han sido procesados y conservan su fibra, vitaminas y minerales-. A partir del lunes desaparece de la dieta la fibra tanto soluble como insoluble, lo que hace que reduzca su tamaño», explica Aldo.
Una planificación medida al milímetro y al gramo. Por un lado, Ilia acude en ayunas a la máquina de crioterapia y, por otro, a una sauna equipada con bicicletas estáticas sobre las que realiza sesiones guiadas y, al acabar, culmina con media hora de jacuzzi para volver progresivamente a una temperatura corporal normal.
«Llego a su casa, le timbro la puerta y bajamos a la cámara de frío. Le acompaño. Primero se somete él y posteriormente yo, porque hay que unirse en el proceso. Mientras él está dentro hay ocasiones en las que dialogamos y otras en la que no. Después vamos a desayunar y planificamos el día. Vemos videos técnicos, hacemos llamadas, tenemos reuniones… todo eso antes de entrenar. Topuria le saca 30 horas al día. Mientras está en la cámara puede hacer otras cosas. Hablar sobre táctica, su clase de inglés, visualizar el entrenamiento…», detalla Aldo.
Volviendo a la semana del combate, Topuria lleva a cabo el día previo al pesaje una deshidratación que le permite dar el peso en la báscula. Durante la semana anterior se consume una cantidad de agua muy por encima de lo habitual hasta cortar la ingesta 24 horas antes del pesaje y el cuerpo reacciona expulsando toda la cantidad ingerida más la retención existente. Aunque la metodología aplicada por Aldo sí permite a Topuria una hidratación controlada el día antes del pesaje.
«El jueves tendrá dos comidas y bebida, cosa que muchos deportistas no hacen el último día. Son cantidades más pequeñas a lo qué acostumbra, pero le permiten llevarlo mejor. Sólo se entrena una vez al día, lo cual facilita su recuperación y la relajación de sus sistema nervioso. Comenzará a orinar para favorecer la bajada de peso. Tendrá la rueda de prensa y luego hará otra comida, se tomará un café y un poco más tarde haremos el recorte».
Lo dejarán precintado por la noche, antes del día del pesaje. «Hemos entrenado mucho las saunas, aclimatación al calor y la sudoración, que lo necesitaremos el último días. Se irá a descansar con los deberes hechos y el viernes por la mañana, el día de subirse a la báscula, le acompañaré a hacerse las pruebas médicas junto al nutricionista y listo», zanja Aldo.
Un proceso complicado, que lleva al límite el cuerpo humano de un deportista de élite. «Recomiendo a todo el mundo que vea la pelea porque Ilia va a brillar», explica el Doctor Aldo, sombra de Topuria. Primero deberá noquear a la báscula para después hacer lo propio con Holloway, algo que nadie ha conseguido hasta el momento.
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