Negreira montó una sociedad opaca en la que recibió hasta 4,4 millones del Barcelona
El ex vicepresidente del Comité Técnico de Árbitros José María Enríquez Negreira creó una sociedad opaca para multiplicar los ingresos recibidos del FC Barcelona. El ex número dos de los colegiados montó en 2006 una sociedad civil privada –en lugar de una limitada o anónima–, denominada Nilsad SCP, para pasar de cobrar del Barça 212.600 euros a 4,4 millones de euros. Lo hizo a través de una fórmula poco frecuente que está exenta de inscripción en el Registro Mercantil. Por lo que cierta información, como los balances anuales o quiénes conforman la estructura corporativa de la misma, tiene un acceso muy limitado.
El informe que la Agencia Tributaria realizó en abril de 2022 y que recoge el sumario de la causa sostiene que el ex dirigente arbitral facturó al Barça más de 7,5 millones de euros entre los años 2001 y 2018 a través de tres sociedades: Dasnil 95 SL, Nilsad SCP y Soccercam SL, las dos primeras de Negreira y su hijo Javier Enríquez Romero y la última propiedad exclusiva de su descendiente. Sin embargo, fuentes de la investigación consultadas por OKDIARIO explican que a los agentes les llamó la atención que el ex vicepresidente del CTA utilizara primero mercantiles registradas bajo la fórmula de sociedades limitadas para cobrar del club azulgrana –los primeros años lo haría a través de Dasnil 95 SL y Soccercam SL– y, a partir de 2006, coincidiendo con la llegada de Joan Laporta a la presidencia del Barça, Negreira y su hijo crearon una sociedad civil para cobrar cantidades que se multiplicaron.
Las sociedades civiles se crean mediante un contrato entre dos o más personas que se comprometen a aportar dinero, bienes o trabajo, y establecen un sistema de toma de decisiones con el objetivo de obtener un beneficio económico que luego se repartiera entre los socios. En este caso, Nilsad SCP estaba formado por José María Enriquez Negreira y su hijo, según los datos que obran en la Agencia Tributaria. Sin embargo, este último declaró que nunca había recibido un salario por parte de su padre, sino que le ayudaba de manera altruista. Un dato que ratificó la secretaria personal de Negreira en su interrogatorio.
Expertos mercantilistas consultados por este periódico explican que uno de los inconvenientes de la sociedad civil es que «no ofrece una imagen de seriedad y permanencia», por lo que les resulta llamativo que una empresa con entidad –como el FC Barcelona– lleve a cabo una actividad contractual con una mercantil sin personalidad jurídica como es el caso de Nilsad SCP y, para más inri, desembolse cantidades desorbitadas.
Pagos a terceros
La investigación ahora se centra en averiguar dónde fueron a parar los más de 7,5 millones de euros abonados por el Barça a las empresas de Negreira. Tal y como apuntó la Fiscalía en su denuncia, las cuentas de las empresas del ex número dos de los árbitros «se nutrían prácticamente en su totalidad de los ingresos procedentes del Barcelona los cuales eran retirados, en su gran mayoría, mediante cheques al portador» que cobraban terceras personas por encargo del propio Negreira, a quien entregaban luego el efectivo.
Y Hacienda ha constatado que las enormes cantidades de dinero en efectivo retirado de las empresas del ex vicepresidente de los árbitros, casi siempre a través de cheques de incluso 150.000 euros, ni fueron destinadas a aumentar su patrimonio ni tampoco a otros gastos comunes. Esos gastos en restaurantes, viajes y compras ya se realizaban a través de la tarjeta de crédito, por lo que Hacienda advirtió que ese dinero debía estar yendo a otras manos. Ahora, precisamente, eso es lo que trata de investigar la Guardia Civil por encargo de la juez.
«Las retiradas de efectivo (más de 550.000 euros entre 2016 y 2019) de forma recurrente, en cuanto pudieran tener relación con pagos opacos a terceros. Hay que destacar que constan pagos en Visa en cantidades relevantes que estarían ya cubriendo la mayor parte de los gastos personales, de lo que se infiere que José María Enríquez Negreira no necesita retirar fondos en efectivo, por un importe tan elevado, para atender a los gastos cotidianos», constató Hacienda.