Alcaraz reduce a un combativo Davidovich y alcanza la final en Montecarlo

«¡Vamos»! El grito de Alcaraz es un rugido de liberación, de quien se ha quitado un peso de encima. La tierra batida Montecarlo Country Club se ha convertido en una pista de aterrizaje sobre la que se posa el murciano, que arriba en la final del torneo monegasco, territorio inhóspito para él. Las lesiones le privaron de las dos últimas ediciones y en su única participación hasta el momento se despidió en el primer partido que disputó.

Ya espera rival con el que pelear por el el trofeo tras reducir (7-6, 6-4) a un combativo Davidovich que plantó cara durante todo el partido. El malagueño domina la pista de Montecarlo como pocos. Sobre ella alcanzó la final en 2022 y este curso ha dado continuidad a su gran nivel de tenis. El triunfo de Alcaraz siguió el guion de todos los que lleva en Montecarlo. Sufrido, trabajado, con luces y también sombras, aunque menos que ante Fils.

Pues redujo el contador de errores no forzados y aumentó el porcentaje de puntos ganados al saque, especialmente en el segundo servicio. Davidovich, aplicado y voluntarioso en todo momento, buscó los intercambios largos y se hizo fuerte desde el fondo de la pista. Se sacó un máster en levantar bolas de rotura. Hasta seis resolvió para apuntarse su primer juego del segundo.

Anteriormente, en el primero, evitó cinco puntos de break y tres de set para forzar un tie break en el que Alcaraz dio el golpe para llevarse la manga y aprovechar la inercia para inaugurar la segunda como lo hizo en la primera, con break a favor. La tendencia invitaba a un set menos disputado y más inclinado del lado de Alcaraz, más cuando a la primeras de cambio su ventaja ya se iba 2-0 arriba. Se revolvió entonces Davidovich, siempre con la derecha como principal arma.