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Se cayó el mito del arroz blanco: los científicos explican por qué no es tan saludable

¿Se debe lavar el arroz antes de cocinarlo? No te pierdas este truco
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Blanca Espada

Se cayó el mito del arroz blanco: los científicos explican por qué no es tan saludable. El arroz blanco es uno de los alimentos más populares y versátiles que existen, pero también uno de los más perjudiciales para nuestro páncreas. Un estudio reciente ha desvelado la verdad sobre este alimentos. Pero ¿Qué tiene el arroz blanco que lo hace tan dañino? ¿Qué alternativas más saludables podemos elegir? Te lo contamos a continuación.

La ciencia explica por qué el arroz blanco no es tan saludable

El arroz es uno de los alimentos más consumidos y producidos en el mundo, y también un clásico de la cocina española. Sin embargo, no todos los tipos de arroz son igual de beneficiosos para nuestra salud. En concreto, el arroz blanco, que es el más común y el que se obtiene al procesar el grano y eliminar el salvado y el germen, tiene efectos negativos sobre el páncreas, el órgano encargado de producir insulina, la hormona que regula los niveles de azúcar en la sangre.

Según un estudio publicado por la revista British Medical Journal (BMJ), el consumo de arroz blanco aumenta el riesgo de desarrollar diabetes tipo 2, una enfermedad crónica que afecta a millones de personas en todo el mundo y que puede tener graves complicaciones como ceguera, amputaciones o insuficiencia renal. Los investigadores analizaron los datos de 19 publicaciones anteriores sobre la relación entre el tipo de arroz y la diabetes, y encontraron que por cada porción diaria de 150 gramos de arroz blanco, el riesgo de diabetes se incrementaba en un 11%.

La razón de este efecto perjudicial es que el arroz blanco tiene un alto índice glucémico, es decir, que se digiere rápidamente y eleva los niveles de glucosa en la sangre. Esto hace que el páncreas tenga que trabajar más para producir insulina y mantener la glucemia bajo control. Con el tiempo, esto puede provocar una resistencia a la insulina, una situación en la que las células no responden adecuadamente a esta hormona y se acumula el azúcar en la sangre. Esto daña el páncreas y otros órganos, y favorece la aparición de la diabetes.

¿Qué arroz elegir?

Por el contrario, el arroz integral, que conserva el salvado y el germen del grano, tiene un menor índice glucémico y aporta más fibra y nutrientes. Estos componentes ayudan a ralentizar la digestión y a evitar los picos de azúcar en la sangre. Además, la fibra favorece la sensación de saciedad y previene el sobrepeso, otro factor de riesgo para la diabetes. Según el estudio del BMJ , sustituir el 50% del consumo de arroz blanco por arroz integral podría reducir el riesgo de diabetes en un 16%.

Por lo tanto, los expertos recomiendan moderar el consumo de arroz blanco y optar por otras variedades más saludables como el integral, el basmati o el salvaje. También se aconseja combinarlo con alimentos ricos en proteínas, grasas saludables o verduras, para equilibrar su efecto sobre la glucosa. Así, podremos disfrutar del arroz sin poner en peligro nuestro páncreas ni nuestra salud.

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