‘Arte Nuevo. 1916-1936’: años de fervor creativo y aires renovadores también en España
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La Galería Guillermo de Osma inaugura este lunes 17 de febrero la exposición Arte Nuevo. 1916-1936. Comisariada por Guillermo de Osma, Miriam Sainz de la Maza y Javier Pérez Segura, la muestra presentará, a través de más de ochenta obras –muchas inéditas– de setenta artistas, un ambicioso recorrido por las corrientes renovadoras que innovaron el panorama artístico español entre 1916 y 1936. Sus protagonistas lo denominaron Arte Nuevo.
En aquellas primeras décadas del siglo XX –de gran fervor creativo donde se iban sucediendo los «ismos»–, fue cuando en España se reveló la necesidad de un nuevo arte que enseñara al espectador a mirar con otra óptica lo que le rodeaba o lo que pudiera imaginar.
El Arte Nuevo anunciaba ya la ruptura con la tradición académica, proponiendo un arte figurativo de tono poético, al mismo tiempo que reinterpretaba con una fuerte personalidad propia aquellos «ismos» que discurrían simultáneamente fuera de nuestras fronteras. Esta figuración lírica y surrealizante tuvo mucho que ver con la poesía de la Generación del 27. Así, hubo una estrecha relación entre pintores y poetas y entre estos, algunos como Federico García Lorca, Rafael Alberti, José Moreno Villa o Rafael Celaya, realizaron una obra plástica importante.
El Arte Nuevo profundizaría en diferentes escenarios, a veces antagónicos, pero con clara preferencia por el mundo moderno que representa la ciudad y su dinamismo, los avances tecnológicos, las nuevas mujeres, el jazz, el cine, la fotografía –también presente en esta exposición–, etc. Este arte figurativo mostraba tintes que iban desde el clasicismo al surrealismo, pasando por el realismo mágico y la nueva objetividad o la pintura metafísica. Esta corriente estará representada en la exposición por Vázquez Díaz, Luis Berdejo, Horacio Ferrer, Ángeles Santos, Roberto Fernández Balbuena, Hipólito Hidalgo de Cabiedes, Rosario de Velasco, Alfonso Ponce de León, Maruja Mallo, Timoteo Pérez Rubio o Pere Pruna.
Esta renovación plástica también se asomaría a los «ismos» como el cubismo. En este sentido, la selección incluye importantes obras postcubistas de Picasso, Juan Gris, María Blanchard, Manuel Ángeles Ortiz o Santiago Pelegrín. También se gestaron movimientos autóctonos como el ultraísmo, ejemplificado por los collages de Norah Borges, Alfonso Buñuel o Adriano del Valle, o el vibracionismo del uruguayo Rafael Barradas. Su compatriota y amigo, Joaquín Torres-García, fundaría en Madrid el Grupo de Arte Constructivo en cuyas filas desfilaron Benjamín Palencia, Luis Castellanos, Manuel Ángeles Ortiz o Maruja Mallo; más tarde colaborarían juntos en la Escuela de Vallecas cercana al surrealismo.
El surrealismo español no fue rompedor como el francés, sino una vez más, tiene características propias, es más poético y telúrico: con importantes ejemplos de José Togores, Joan Sandalinas, Ángel Planells, Nicolás de Lekuona, Esteban Francés, Salvador Dalí, Moreno Villa, Benjamín Palencia, Óscar Domínguez o Alfonso de Olivares. Asimismo cabe destacar la presencia de un artista muy desconocido, Mariano Rodríguez Orgaz, que se exilió en México en 1939 y donde falleció al poco tiempo. La exposición contará con un enigmático y extraño cuadro suyo titulado El centro del mundo, que curiosamente evoca al homónimo de Ángeles Santos, que ahora se expone en el Museo Reina Sofía.
Los uruguayos Joaquín Torres-García y Rafael Barradas se conocieron en Barcelona y fueron fundamentales para la difusión de la vanguardia en España. Con la I Guerra Mundial llegaron Albert Gleizes –representado en la exposición un retrato de la mujer de Picabia pintado en Barcelona en 1917–, Sonia Delaunay, con dos obras simultáneas de 1914 y 1916, la georgiana Olga Sacharoff, con una obra entre naïf y magicista. Además, la selección cuenta con obras de artistas como Francis Picabia, creador en Barcelona de la revista dadaísta 391, la ultraísta Norah Borges, hermana del poeta y mujer del ultraísta y animador cultural, Guillermo de Torre, o el dadaísta alemán Raoul Haussmann, de quien se expondrá una pionera fotografía de Ibiza.
Hacía tiempo se habían instalado en París, Pablo Picasso, Juan Gris, María Blanchard, Joan Miró, Julio y Roberta González, Salvador Dalí, Luis Fernández, Francisco Bores, Manuel Ángeles Ortiz, Hernando Viñes, Joaquín Peinado, Óscar Domínguez y Esteban Francés. Muchos de ellos pasarían a ser conocidos como la Escuela de París.
Además del citado foco parisino, en España hubo dos grandes núcleos artísticos destacando el ámbito catalán, que en la exposición aparece representado por Salvador Dalí, José Togores, Eduald Serra, Pére Pruna, Joan Massanet, Angel Planells, Joan Sandalinas, Artur Carbonell y los fotógrafos Agustí Centelles, Emili Godes, José Alemany o Ramón Batllés.
El otro ámbito fundamental fue Madrid, donde muchos artistas coincidieron en la Academia de Bellas Artes, la Residencia de Señoritas, el Lyceum Club, la Residencia de Estudiantes o en las tertulias literarias como la famosa del Café Pombo presidida por la figura fundamental de Ramón Gómez de la Serna. Fueron muchas las amistades entre poetas, pintores y demás protagonistas del Arte Nuevo, quizá la que más ha trascendido fue la relación entre Lorca y Dalí. La exposición contará con un autorretrato de Dalí de 1922 donde hay un enigmático dibujo al dorso, tema del ensayo en el catálogo del especialista Víctor Fernández. También verá por primera vez la luz en la muestra parte de la correspondencia que Lorca dirigió a su gran amigo y colaborador en la revista Gallo, Joaquín Amigo.
En este contexto de renovación formal fueron esenciales las mujeres, las Sinsombrero, como las denominó en su día Tánia Balló: Maruja Mallo –representada en la exposición con una Estampa que realizó en 1927 para Revista de Occidente–; Ángeles Santos, con un cuadro prácticamente desconocido con el que la pintora se identificaba al representar a unas niñas sin oídos ni boca; Rosario de Velasco con un magnífico retrato próximo al realismo mágico, las ilustraciones para cuentos infantiles de Delhy Tejero o Pitty Bartolozzi, la mirada angulosa de Roberta González o el álbum inédito de Victorina Durán con escenas lésbicas. También aparecen las extranjeras Sonia Delaunay, Olga Sacharoff o Norah Borges, que coincidieron en España en aquellos años y compartieron las mismas visiones de renovación.
El estallido de la Guerra Civil provocó una ruptura total. Algunos -de ambos bandos- murieron en los años de la Guerra; otros, se vieron forzados al exilio. Francia y América acogieron a la gran mayoría: México, a José Moreno Villa, Luis Buñuel, Mariano Rodríguez Orgaz y Roberto Fernández Balbuena; Argentina, a Manuel Ángeles Ortiz, tras su paso por Francia, Victorina Durán y Maruja Mallo; Cuba y posteriormente, Estados Unidos, a Hipólito Hidalgo de Caviedes; Brasil, a Timoteo Pérez Rubio. Y así, un largo etcétera.
Muchos de los que se exiliaron, como muchos de los que permanecieron en España, desarrollaron un estilo que ya poco recordaba a aquellas premisas del Arte Nuevo. Con motivo de la exposición, se publicará un importante catálogo con textos de Javier Pérez Segura, Tània Balló, Guillermo de Osma, Pedro Marín, Eva Moreno, Aitor Quiney y Víctor Fernández.
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