Exposiciones en Madrid

Se busca a la artista Rosario de Velasco

La familia de la artista madrileña busca algunas de sus obras para una gran retrospectiva de su obra

Se busca a la artista Rosario de Velasco
Rosario de Velasco. Retrato @RRSS
María Villardón

Se busca a Rosario de Velasco (Madrid, 1904-Barcelona, 1991). La familia de la artista madrileña, que fue aclamada por crítica y público en los años 30 y predilecta de intelectuales como Eugenio D’Ors, está buscando algunas de sus obras al estar organizando una gran retrospectiva sobre su obra y su figura en el Museo Thyssen de Madrid. En concreto, buscan obras anteriores a 1940 como Gitanos, La siesta, El baño o un imponente biombo titulado Las cuatro estaciones, entre otras.

Victoria Combalía, crítica de arte y escritora, ha dicho de Rosario de Velasco que es «una artista fugaz del arte español que está por redescubrir». Atina en su afirmación, redescubrir es el término exacto para referirse a la artista, ya que supone volver a fijarnos en una figura que ya fue muy importante para la pintura española, aunque hoy sea una artista desconocida para el gran público, aunque su nombre no pase desapercibido entre diferentes ambientes artísticos.

rosario de velasco
Detalle de ‘Adán y Eva’ de Rosario de Velasco. @MNARS

Y es que Velasco, mujer adherida a las vanguardias históricas con un lenguaje propio muy potente, se movió en los mismos círculos que las intelectuales de la Generación el 27 como las pintoras Ángeles Santos, Maruja Mallo o la poeta María Teresa León, a la que ilustró obras como Cuentos para soñar o La bella del mal amor, aunque sus afinidades ideológicas con esta última distasen entre sí. La mujer de Rafael Alberti comulgaba con el Partido Comunista (PCE) y las ideas llegadas de Rusia mientras que Velasco simpatizó con las ideas de José Antonio Primo de Rivera, se afilió a Falange Española y, más tarde, a la Sección Femenina.

Hija de Antonio de Velasco, oficial de caballería y de Rosario de Belausteguigoitia, pronto da señales de amor por el oficio de la pintura. Razón por la que entra a formarse en el taller de Fernando Álvarez de Sotomayor, un pintor académico y director del Museo del Prado. Esto ya no da una pista del gran conocimiento que Velasco tenía de los clásicos españoles e internacionales, un aspecto que impregnará de forma recurrente sus composiciones.

Detalle de ‘Las lavanderas’, obra de Rosario de Velasco encontrada en colección particular. @RRSS

Con 20 años, se presenta con su obra Adán y Eva a la Exposición Nacional de Bellas Artes en 1932, una de las citas más importantes del arte del momento durante la II República que tenía como fin, entre otras cosas, tal como asegura Combalía «modernizar el panorama artístico español», y gana segunda Medalla de Pintura.

Esta obra está hoy en el Museo Reina Sofía de Madrid, aunque no es la única que tienen en su colección. En 2019, compró una segunda obra –Sin título (el cuarto de los niños), 1932/33– y están expectantes por ver si con esta nueva exposición que está organizando su familia salen al mercado obras interesantes con el fin de sumarlas a las colecciones estatales.

Madonna con niño. @RRSS

Raúl Martínez, responsable Pintura y Dibujo hasta 1939 del Museo Reina Sofía, defiende que «siempre hemos reivindicado la figura de Rosario de Velasco, sólo con el hecho de que Adán y Eva fuera premiada con esta medalla nacional nos da una idea de la importancia de su figura y su forma de pintar. Llama la atención en esta obra que, a pesar de ser bíblica, la pareja está vestida con la moda de la época, una pátina de contemporaneidad muy presente casi siempre en Velasco”.

Pero antes del año de esa Medalla de Pintura, la obra de Velasco ya se había visto en la Exposición Nacional de Bellas Artes de 1924 o en el I Salón Español de Dibujantas de 1931. Del año 1936, mismo año del comienzo de la contienda española, es una de sus obras cumbre: La matanza de los inocentes, hoy expuesta el Museo de Bellas Artes de Valencia y una de las pinturas que, previsiblemente, estará en la exposición del Thyssen.

Detalle de ‘La matanza de los inocentes’ en el Museo de Bellas Artes de Valencia. @MuseoBBAAValencia

Una maravillosa pintura con abigarradas figuras que muestran la crueldad contra mujeres y niños, población civil sin responsabilidades en las guerras, así como el conocimiento que Velasco tenía de los grandes maestros clásicos como El Greco, Miguel Ángel o Tiziano, sobre todo si observamos el color de las túnicas y la monumentalidad de las figuras representadas.

Durante la Guerra Civil, instalada en Barcelona, se casa en una discreta ceremonia con el médico catalán Javier Farrerons. Allí, en un ambiente bélico dominado por movimientos antisistema de izquierda, Velasco es denunciada por su simpatía con el movimiento nacional, es detenida y llevada a la cárcel modelo. Por un contacto de su reciente marido, logra salir viva, tras lo cual huyen a Burgos. Más tarde suben a San Sebastián –done nace su hija María del Mar y donde comienza a colaborar ilustrando la revista Vértice– y, por fin, fijan su residencia en la Ciudad Condal.

La niña de los jarros, una obra de hacia 1940 que también buscan. @RRSS

Durante los años del Franquismo, Velasco sigue adelante con su producción artística, sus compromisos familiares y formará parte de los círculos intelectuales más importantes del momento. Expone de forma regular y con gran éxito en salas como Galerías Augusta y San Jorge, Syra, Pictoria, Gaspar o Parés y se convierte en una de las pintoras favoritas del escritor y crítico de arte Eugenio D’Ors –quien selecciona su obra para exponer en el Salón de los Once en 1944–o de los Gili, una de las familias más adineradas de la ciudad para la que hace algunas obras por encargo.

El olvido de su figura

El hecho de que hoy la figura de Velasco esté olvidada puede responder, según Martínez, a varios factores, algunos de ellos son, sin duda, la presencia de una Guerra Civil, que guillotina toda creación artística, así como la imposición de la abstracción. «En los años 40, la pintura de Rosario de Velasco se queda un poco más anticuada al ser figurativa, es un momento en el que prima el gusto por las composiciones abstractas, algo que nada tiene que ver con el estilo de la artista», relata.

‘La siesta’, una de las obras que busca la familia. @RRSS

Sin embargo, esta no es la única hipótesis que se baraja cuando se habla del olvido de Velasco. En el Museo de Bellas Artes de Valencia argumentan que su simpatía a las ideas de la Falange Española y la Sección Femenina fue un problema a la hora de reivindicar su obra y su figura durante el comienzo de la democracia. “Mientras que con la democracia se recuperó a los artistas republicanos exiliados y olvidados, Rosario de Velasco fue ignorada tanto por su género como por su ideología”, comentan.

Otra de las razones, ha detallado Tània Balló, autora de No quiero olvidar todo lo que sé, una historia sobre las artistas conocidas como las SinSombrero, es que Velasco era esposa y madre antes que pintora. “No se prohíbe la creación, pero siempre que antes se cumplan las tareas de madre y esposa. Esa generación de mujeres sabía que había otras cosas. Y, por tanto, era más duro, porque se dejaba de ser lo que se había sido”, comenta en una entrevista con Letra Global.

Una firma singular

Detalle de ‘Carnaval’, hacia 1936. @RRSS

La búsqueda de obras ya vendidas o subastadas no siempre es una tarea sencilla, a muchas de ellas se le han perdido la pista al no existir un catálogo razonado, ventas que no han sido documentadas, motivos ajenos a los artistas como puede ser un conflicto bélico o, incluso por dificultades en el reconocimiento de la autoría.

En el caso de Velasco varios de estos factores se mezclan, pero es que, además, a todo ello debemos añadir que la artista madrileña no firmaba con su nombre completo, sino con un monograma donde sus iniciales se entrelazan. Por tanto, es posible que haya personas que tengan alguna obra de Velasco y ni siquiera lo sepan.

Si tienes alguna pista sobre la obra de Rosario de Velasco, escribir a [email protected]

@MaríaVillardón

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