Las Sinsombrero: ¿Quiénes fueron?
Seguro que si oyes hablar de la Generación del 27, te vienen a la mente nombres como Federico García Lorca o Rafael Alberti. Pero tal vez no conozcas a las Sinsombrero, y también fueron vitales e importantes en su época. ¡Vamos a saber más sobre ellas!
Este curioso nombre con el que se conoció al grupo de artistas se relaciona con la Escuela de Bellas Artes de San Fernando, donde coincidieron Salvador Dalí, Maruja Mallo, Margarita Manso y Federico García Lorca.
Según contaba Mallo, un día pasearon por la Puerta del Sol madrileña sin sombrero, porque parecía que esta prenda les congestionaba las ideas. Este atrevido paso para su época les hizo sufrir insultos, gritos y pedradas de los viandantes.
Y así fue como estas artistas e intelectuales con un punto transgresor recibieron el nombre de las Sinsombrero, con el que se las conocería para siempre. Y ellas, aunque menos célebres, estuvieron tan implicadas en los movimientos culturales de la Generación del 27 como sus compañeros masculinos.
Por eso, estas mujeres adelantadas a su época merecen su hueco en la historia, ya que se dedicaron a labores como la pintura, la novela, la ilustración, la escultura y el pensamiento con gran éxito y talento. De hecho, gozaron de presencia y aceptación nacional e internacional.
Quiénes fueron las Sinsombrero
Entre los nombres que podemos destacar del grupo de artistas e intelectuales, destacan las ya nombradas Maruja Mallo y Margarita Manso, y junto a ellas, no nos podemos olvidar de Rosa Chacel, Concha Méndez, Josefina de la Torre, Marga Gil, María Teresa León, Ernestina de Champourcín, y un largo etcétera.
Aunque de la Generación del 27 ha sobresalido siempre la rama masculina, con nombres como García Lorca, Alberti, Pedro Salinas, Jorge Guillén o Luis Cernuda, no hemos de olvidar la rama femenina, que incluso es considerada como la Edad de Oro de la literatura española escrita por mujeres.
Normalmente, a este selecto grupo de intelectuales se les podía leer en espacios como La Gaceta Literaria o la Revista de Occidente. Además, solían compartir tertulias en la Residencia de Señoritas, que pertenecía a la Residencia de Estudiantes, o bien en la Asociación Universitaria Femenina o el Lyceum Club Femenino.
Ahora, este grupo de mujeres talentosas merece una recuperación, de ahí que le rindamos este pequeño homenaje desde nuestro diario. Ellas influyeron mucho en las vanguardias artísticas y políticas a nivel nacional e internacional, y merecen la recuperación de su obra para que sea reconocido el valor que tiene.