Ciencia y cine: ¿cuánto hay de verdad en las películas de ciencia ficción?

El cine de ciencia ficción con frecuencia viola las leyes elementales de la física, es decir, exagera la ciencia para generar un efecto dramático. A diferencia del cine de fantasía, el género de ciencia ficción basa sus invenciones futurísticas en fundamentos reales, por tanto, son muchas las películas de este tipo que contienen algo de realismo en su planteamiento.

Las películas de ciencia ficción y su relación con la ciencia

El cine de ciencia ficción es antes que nada ficción, por lo que su objetivo no es otro que entretener al espectador, creando una historia con elementos ficticios para garantizar el espectáculo. Muchas películas de este género incorporan muchos errores incompatibles con la ciencia real. Uno de los más recurrentes es cuando los autos explotan de forma pasmosa al chocar o al ser impactados por una bala, lo cual es muy improbable que suceda en la vida real.

Según el escritor de culto Michael Crichton, conocido por inspirar películas como Jurassic Park, “es imposible que en una película se traten los temas científicos de la misma forma que se hace en los laboratorios”. Pero pese a los errores que, con frecuencia, se cometen en este género desde el punto de vista científico, hay películas de ciencia ficción que sí que han sabido ofrecer historias con cierta coherencia científica.

En muchas de estas películas «hay algo que es real» según afirma Marshall Shepherd, meteorólogo y científico del clima de la Universidad de Georgia. De hecho, son muchos los científicos que respaldan estos largometrajes porque contienen un toque realismo en su núcleo o bien un mensaje sobre el rol de la ciencia en la sociedad.

La realidad detrás de las películas de ciencia ficción

Los films de ciencia ficción, que se mantienen fieles a las leyes de la física y de la biología, suelen centrar su historia en temáticas y aspectos que se acercan mucho a la realidad. Estos son algunos ejemplos del enfoque realista que tienen algunas películas de ciencia ficción.

Catástrofes naturales apocalípticas

Una de las películas preferidas por los científicos, pese a los errores científicos, es “El día después de mañana”. En este largometraje del 2004, el mundo atraviesa una nueva era hielo como consecuencia del colapso del sistema de circulación del océano Atlántico Norte.

Muchos de los efectos devastadores presentados en la película como, el tsunami gigante que destruye la ciudad de Nueva York, los tornados y las temperaturas que descienden tan rápido que los protagonistas deben huir literalmente del hielo son totalmente inverosímiles, según Marshall Shepherd.

Sin embargo, hay algo de cierto en que la posibilidad de que cinta transportadora oceánica que transporta el calor por el Atlántico Norte se detenga como consecuencia del cambio climático. En ese escenario, el clima de la Tierra llegaría a un punto de inflexión y se desencadenaría fenómenos meteorológicos extremos que, según los científicos, podrían llegar a suceder en este siglo.

Pandemias mundiales

En la película de catástrofes biológicas llamada “Contagio”, surge un nuevo virus que amenaza la salud y la vida de los seres humanos. Las autoridades sanitarias se apresuran a encontrar una cura, mientras los contagios crecen y se desata una pandemia mundial.

En la historia, el virus salta de los murciélagos a los cerdos y de ahí a los humanos, esta vía de trasmisión es muy similar al del virus Nipah, según alega Tara Smith, epidemióloga de la Universidad Estatal de Kent (Reino Unido). Si bien la velocidad con la que se producen los contagios y se desarrolla la vacuna en Contagio es exagerada, es una historia muy coherente en comparación a muchos otros films sobre brotes epidemiológicos.

Los dinosaurios vuelven a la Tierra

Desde que la franquicia de Parque Jurásico conquistó el cine en 1993, se ha visto un notable interés del público por la paleontología. Ciertamente, en toda la saga de Parque Jurásico hay numerosas imprecisiones científicas, pero también contienen aciertos en aspectos relacionados con los dinosaurios, de acuerdo a Gabriel-Phillips Santos, director de educación del Museo Raymond Alf de Paleontología de Estados Unidos.

Desde la primera película, el T. rex ya tenía un paso realista al caminar, con la cola recta y el cuerpo paralelo al suelo, según Santos. Los braquiosaurios, por otro lado, son representados caminando fuera del agua y en tierra firme, lo que coincidía con las ideas de los paleontólogos sobre cómo evolucionó el estilo de vida de estas criaturas.

La licencia artística y sus límites

Sin embargo, no todas las representaciones en el cine son fieles a la realidad científica. A menudo, los cineastas toman licencias artísticas para contar historias más atractivas o dramáticas. Películas como «Avatar» (2009) nos presentan un mundo alienígena increíblemente visual y complejo, pero gran parte de su biología y ecología es pura invención. Aquí es donde entra en juego el equilibrio entre la creatividad y la veracidad, y es importante recordar que el cine, aunque inspirado en la ciencia, busca principalmente entretener.

A medida que avanzamos en el siglo XXI, es probable que continuemos viendo esta relación dinámica entre la ciencia y el cine, uniendo el conocimiento científico con la imaginación desbordante de los cineastas. La próxima vez que veas una película de ciencia ficción, recuerda que, detrás de cada historia fantástica, puede haber un atisbo de verdad científica esperando ser descubierto.

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