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¿Qué hacer si tu perro lame a tu bebé? Qué significa y las precauciones que hay que tomar

Las precauciones a tomar sobre los perros y los bebés

Perros celosos con los bebés: consejos

perro lame bebé
Qué hacer cuando el perro besa al bebé
Blanca Espada

Los perros son los mejores amigos del hombre, y también de los niños. Muchos perros muestran su afecto y lealtad lamiendo a sus dueños y a sus pequeños compañeros humanos. Sin embargo, ¿es seguro que tu perro lama a tu bebé? ¿Qué significa este gesto para tu mascota y para tu hijo?.

¿Qué precauciones debes tomar para evitar problemas de salud o de comportamiento? A continuación te explicamos todo lo que necesitas saber sobre los besos caninos y las pautas a seguir para establecer entre tu perro y tu bebé una buena relación.

¿Por qué los perros lamen a los bebés?

Los perros lamen a los bebés por varias razones, que dependen de su personalidad, su educación y su relación con el niño. Algunas de las motivaciones más comunes son:

  • Expresar su amor y su sumisión. Los perros lamen a sus líderes de la manada para demostrar su respeto y su cariño. También lamen a sus cachorros para limpiarlos y cuidarlos. Así, cuando tu perro lame a tu bebé, puede estar diciéndole que lo quiere y que lo reconoce como parte de su familia.
  • Explorar su entorno y su sabor. Los perros tienen un sentido del olfato muy desarrollado, pero también usan su lengua para percibir el mundo. Al lamer a tu bebé, tu perro puede estar curioseando sobre su olor, su textura y su sabor. Los bebés suelen tener restos de leche, comida o saliva en su piel, lo que puede resultar atractivo para tu perro.
  • Buscar atención y jugar. Los perros son animales sociales que necesitan interactuar con sus dueños y con otros seres vivos. Al lamer a tu bebé, tu perro puede estar buscando que le hagas caso, que le acaricies o que juegues con él. También puede estar invitando a tu bebé a jugar con él, siguiendo su instinto lúdico.

¿Es peligroso que tu perro lama a tu bebé?

En general, no es peligroso que tu perro lama a tu bebé, siempre y cuando tu perro esté sano, vacunado y desparasitado, y tu bebé no tenga heridas, alergias o problemas de inmunidad. Los perros tienen una saliva que contiene enzimas y anticuerpos que pueden ayudar a prevenir infecciones y a cicatrizar heridas. Además, algunos estudios sugieren que el contacto con los perros puede beneficiar el desarrollo del sistema inmunitario de los niños, reduciendo el riesgo de asma, alergias y otras enfermedades .

Sin embargo, también hay algunos riesgos potenciales que debes tener en cuenta, como:

  • La transmisión de bacterias, virus o parásitos. Los perros pueden albergar en su boca microorganismos que pueden causar enfermedades en los humanos, como la rabia, la leptospirosis, la salmonelosis, la giardiasis o la toxocariasis . Estas enfermedades pueden ser más graves en los bebés, que tienen un sistema inmunitario más débil. Por eso, es importante que tu perro tenga sus vacunas al día, que le des una alimentación adecuada y que le limpies los dientes regularmente. También es conveniente que laves las manos y la cara de tu bebé después de que tu perro lo lama, y que no le dejes lamerle la boca, los ojos o los oídos.
  • La irritación o la alergia de la piel. La saliva de los perros puede contener sustancias que pueden irritar o sensibilizar la piel de los bebés, que es más delicada y fina. Esto puede provocar enrojecimiento, picor, inflamación o erupciones cutáneas. Si tu bebé tiene alguna herida, la saliva de tu perro puede retrasar su cicatrización o infectarla. Por eso, es aconsejable que hidrates la piel de tu bebé con una crema suave y que le protejas las zonas más sensibles con ropa o pañales. Si tu bebé tiene alguna alergia a los perros, debes evitar que tu perro lo lama y consultar con tu pediatra.
  • La confusión o el estrés del perro. Los perros pueden interpretar las señales de los bebés de forma diferente a las de los adultos. Por ejemplo, si tu bebé llora, se mueve o se ríe, tu perro puede pensar que está jugando, que está asustado o que está desafiándolo. Esto puede generar confusión o estrés en tu perro, que puede reaccionar de forma inadecuada, como lamiendo más, gruñendo, mordiendo o huyendo. Por eso, es importante que eduques a tu perro para que sepa cómo comportarse con tu bebé, que le des órdenes claras y que le premies cuando lo haga bien. También es fundamental que supervises siempre la interacción entre tu perro y tu bebé, y que no los dejes solos.

¿Qué hacer si tu perro lama a tu bebé?

Si tu perro lama a tu bebé, no tienes por qué alarmarte ni castigarlo, ya que puede ser una forma de expresar su afecto y su interés. Sin embargo, tampoco debes dejar que lo haga sin control, ya que puede haber algunos riesgos para la salud o el bienestar de ambos. Lo mejor es que sigas estos consejos:

  • Mantén a tu perro sano y limpio. Lleva a tu perro al veterinario con regularidad, cumple con su calendario de vacunación y desparasitación, y dale una dieta equilibrada y de calidad. También cepilla su pelo y sus dientes a menudo, y báñalo cuando esté sucio o huela mal.
  • Mantén a tu bebé protegido e higienizado. Viste a tu bebé con ropa que cubra su piel, especialmente las zonas más expuestas, como la cara, el cuello o las manos. Lava las manos y la cara de tu bebé después de que tu perro lo lama, y no le dejes lamerle la boca, los ojos o los oídos. Si tu bebé tiene alguna herida, cúbrela con un apósito y cámbialo con frecuencia.
  • Educa a tu perro y a tu bebé. Enséñale a tu perro a obedecer órdenes simples, como “sienta”, “quieto” o “suéltalo”. Cuando tu perro lama a tu bebé, dile “no” o “basta” con firmeza, pero sin gritar ni pegar. Cuando tu perro se detenga, dile “muy bien” o “buen chico” y dale una caricia o una golosina. Así, tu perro aprenderá que no debe lamer a tu bebé, y que si lo hace, debe parar cuando se lo pidas. También enseña a tu bebé a tratar a tu perro con respeto y cuidado, sin tirarle del pelo, de las orejas o de la cola, y sin molestarlo cuando come o duerme.
  • Supervisa siempre la interacción entre tu perro y tu bebé. No dejes nunca a tu perro y a tu bebé solos, ni siquiera por unos segundos. Está atento a las señales de ambos, y si ves que alguno de los dos está incómodo, nervioso o agresivo, separalos con calma y distráelos con otra actividad. También procura que tu perro y tu bebé tengan sus propios espacios y juguetes, y que no se los quiten o se los rompan.

Los perros y los bebés pueden ser grandes amigos, y los besos caninos pueden ser una forma de demostrar su amor y su confianza. Sin embargo, también hay que tener en cuenta los posibles riesgos que pueden suponer para la salud o el comportamiento de ambos. Por eso, es importante que mantengas a tu perro y a tu bebé limpios y sanos, que los eduques con paciencia y cariño, y que los vigiles siempre que estén juntos. Así, podrás disfrutar de una convivencia feliz y armoniosa entre tu perro y tu bebé.

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