6 mentiras sobre el parto
Muchas embarazadas sienten auténtico pavor ante la llegada del parto, no sólo por el conjunto de dolores que van a sufrir sino también por el hecho de que puedan surgir complicaciones y se tenga que recurrir a cesáreas o al uso de instrumental específico.
Sin embargo, hay que resaltar el hecho de que, a veces, esos miedos son más infundados por “leyendas urbanas” que existen al respecto que por realidades. De ahí que la mejor manera que tienen de acabar con esos temores o, al menos, de reducirlos a la mínima expresión es estando informadas. Y ahí vamos a intentar ayudar desde BabyAffinity, por lo que, a continuación, vamos a desmontar algunas mentiras que existen sobre el alumbramiento:
1-El primer parto es siempre largo
Falso. Así es el título de este apartado y es que, aunque esté generalizada la idea de que el alumbramiento de una primeriza es siempre muy largo, no es verdad. Hay mujeres que afrontan su primer parto y que ven como este dura tres horas, mientras que otras ven como el suyo se extiende hasta las siete horas, por ejemplo.
De ahí que no se pueda realizar esa afirmación, ya que son muchos los factores que entran en juego y determinan la duración del nacimiento. Nos estamos refiriendo a cuestiones tales como la posición que adopte el bebé, la rapidez de dilatación, las características que tenga la pelvis de la fémina…
2-Cuando se rompe la bolsa de aguas el parto es inmediato
Una de las ideas que se tienen respecto al momento que nos ocupa es que una vez que se ha roto la bolsa de aguas y, aunque no existan contracciones, el nacimiento del bebé va a ser inminente. Y no es así. Es más, se considera que un elevado porcentaje de los partos que comienzan de esa manera se alargan más en el tiempo.
Por tanto, hay que tener claro que una cosa es haber roto aguas y otra que se esté convenientemente dilatada.
3-Si en un primer parto se le realizó cesárea, en el segundo también
Siempre se ha dicho que toda mujer que ha sufrido una cesárea, si vuelve a quedarse embarazada tendrá que hacerle frente a otro parto mediante esa misma clase de intervención. Sin embargo, esta leyenda urbana es mentira.
Es cierto que esa fémina va a tener más posibilidades, pero nada más. En concreto, se calcula que un 60% de las embarazadas que dieron a luz por segunda vez tras una cesárea anterior, pudieron alumbrar a su nuevo hijo de manera absolutamente natural.
En esto hay que tener en cuenta si la intervención quirúrgica se realizó por un contratiempo, como puede ser una postura incorrecta del bebé o bien por alguna cuestión física de la madre, que no dilataba correctamente. Así, la segunda circunstancia puede indicar que si se queda nuevamente en estado podrá tener con mucha probabilidad un parto por cesárea, pero no sucede en la primera situación expuesta, pues ha sido algo puntual de ese alumbramiento.
4-En el parto pierdes la vergüenza
Siempre se ha dicho por parte de muchas madres que cuando llega el momento del parto y se sienten los dolores, la vergüenza desaparece por completo y da igual que el paritorio esté lleno de gente observándola. Pues bien esa afirmación es falsa o, cuanto menos, una verdad a medias. Y es que hay mujeres que sí reconocen que en ese instante no piensan en nada más que en su bebé y en dar a luz y otras que, además de eso, también siguen teniendo pudor ante determinadas circunstancias que rodean la situación.
5-La episiotomía es, por regla general, inevitable
Esta es otra de las mentiras que se han ido propagando acerca del parto y que han logrado pasar a ser casi absolutas verdades. Pero no es así, la episiotomía cada vez se practica menos por parte de los médicos porque se han dado cuenta que la misma puede resultar más peligrosa y puede traer consigo consecuencias más adversas que un pequeño desgarro natural durante el alumbramiento.
De esta manera, lo habitual es que hoy únicamente se recurra a la misma en los casos en los que los tejidos dificultan notablemente el parto o cuando, por más que la madre empuje, el bebé no consigue salir al exterior.
6-La mejor postura para parir es apoyada sobre la espalda
Esta afirmación también podemos determinar que es mentira como así lo demuestra el hecho de que cada vez más son los doctores y los hospitales que dan la oportunidad a las embarazadas de que den a luz adoptando otras posturas. Así, por ejemplo, ya son muchos los centros sanitarios que están poniendo al alcance de las mujeres distintos dispositivos para que puedan alumbrar a sus hijos sentadas.