Medicamentos y lactancia: prohibidos y permitidos para la madre

La lactancia es la mejor alimentación que le podemos dar a nuestro bebé recién nacido, pero puede ocurrir que la madre tenga algún tipo de dolencia, enfermedad o incluso fiebre y por ello dude de si puede o no tomar medicación para aliviar ese dolor, para tratar su dolencia o para bajar la fiebre. Por ello os hablamos ahora de medicamentos y lactancia y de cuáles están prohibidos y cuáles permitidos para la madre

Medicamentos y lactancia: prohibidos y permitidos para la madre

La lactancia materna, a diferencia del embarazo, te da más libertad con respecto a qué comer y tu estilo de vida en general. Incluso con los medicamentos eres más libre porque, si bien es cierto que la mayoría de los que se encuentran en el mercado pasan por la leche materna, también es cierto que, si se toman en dosis terapéuticas, no tienen ningún efecto sobre la producción de leche ni sobre la salud de tu bebé.

El uso de medicamentos está de hecho contraindicado solo si existen documentos claros que demuestren el peligro del medicamento para la salud del niño.

La concentración de componentes farmacéuticos en la leche es realmente muy baja: no supera el 1% del fármaco ingerido por la madre (con raras excepciones).

Pero, ¿cómo se filtra el medicamento a la leche materna? En realidad, entra en juego más de un factor:

• La dosis de medicación tomada;
• la vía de administración;
• la capacidad del medicamento para penetrar las grasas (lipofilia): un medicamento es más lipofílico si puede penetrar fácilmente en la leche;
• vida media del fármaco o cuánto tiempo resiste en la sangre materna: un fármaco unido a proteínas se difunde con menos facilidad en la sangre;
• la relación entre el fármaco en sangre y el de la leche materna;
• la capacidad de absorción en los intestinos de la madre y el bebé (biodisponibilidad);
• el estado de salud y edad del bebé: en el caso de partos prematuros, la asimilación del fármaco puede ser más complicada porque el hígado y los riñones son inmaduros en comparación con un bebé que ha cumplido las 40 semanas, por lo tanto, el riesgo de niveles elevados en sangre del medicamento son mayores;
• día de la lactancia: en los primeros días , con solo calostro disponible, la leche que toma el bebé es en cantidad modesta y, en consecuencia, el porcentaje de fármaco presente también será bajo;
• aprobación para su uso en la población pediátrica: en este caso no existen riesgos particulares para el niño.

Medicamentos seguros en la lactancia

Los siguientes medicamentos se definen como seguros cuando se toman en las dosis prescritas:

• analgésicos y antipiréticos como paracetamol, acetilsalicílico, ibuprofeno;
  la mayoría de los medicamentos para tratar la tos y los resfriados;
• entre los antibióticos penicilina (y derivados), eritromicina, cefalosporinas;digoxina, insulina, broncodilatadores y la mayoría de hipertensos;
• complementos alimenticios que contienen hierro y vitaminas;
• cualquier fármaco que también se pueda administrar directamente al bebé en los primeros meses de vida.

Sin embargo, es esencial considerar cada caso individual también teniendo en cuenta la amplitud de las formulaciones de cada fármaco y los problemas o no del sujeto individual.

Las madres pueden tomar muchos medicamentos de forma segura simplemente respetando las dosis prescritas o recomendadas en el prospecto; algunos, compatibles con la lactancia materna, sin embargo, pueden causar pequeños efectos secundarios: algunos analgésicos, por ejemplo, pueden causar problemas de coagulación de la sangre; los antihistamínicos y tranquilizantes pueden causar somnolencia o movimientos lentos; los medicamentos para el asma pueden causar latidos cardíacos rápidos, mientras que los medicamentos para la presión arterial alta también pueden reducir la presión arterial del bebé; y finalmente la penicilina, considerada absolutamente inofensiva, puede promover reacciones alérgicas.

Medicamentos prohibidos en la lactancia

Hay casos realmente limitados de medicamentos que deben evitarse absolutamente:

• antitumorales (ciclofosfamida, ciclosporina, doxorrubicina, metotrexato) porque dañan el sistema inmunológico y son extremadamente tóxicos para el niño;
• medicamentos para las úlceras a base de cimetidina porque pueden dañar el sistema nervioso central de tu bebé;
  medicamentos para combatir la artritis a base de sales de oro porque pueden causar erupciones, inflamación de los riñones y el hígado;
• medicamentos antitiroideos;
• cloranfenicol que puede provocar alteraciones en el funcionamiento de la médula ósea y en la decoloración de los dientes en el desarrollo posterior del niño;
  medicamentos para el dolor de cabeza a base de ergotamina que pueden hacer que tu bebé tenga vómitos, diarrea e incluso convulsiones.

En estos casos, la lactancia materna debe interrumpirse de forma permanente. Hay casos en los que, por otro lado, solo puede ser una suspensión temporal hasta que hayas terminado la terapia: en este caso puedes preguntarle al médico cómo intentar no perder la leche hasta poder volver a ofrecérsela a tu hijo (puede tener la ayuda del extractor de leche).