Vox critica que la concejal separatista de Palma que más crispación genera pida reprobar a un edil del PP
Recuerda que en octubre ya abandonó el pleno calificando el decoro institucional como "un ataque a la libertad de expresión"
Critica seguidismo del PSOE a los independentistas de Més "dispuestos a convertir cada pleno en un show"
El grupo municipal Vox en el Ayuntamiento de Palma ha calificado hoy como «intolerable» que «la persona que más ha contribuido a la crispación en el salón de plenos», en referencia a la concejal separatista de Més, Neus Truyol, «sea quien pida la reprobación de un concejal» del PP.
En concreto del edil de Movilidad, Antoni Deudero, que el pasado jueves acabó una de sus intervenciones en el pleno municipal con la frase «me gusta la fruta», provocando el numerito y la espantá de los concejales de la oposición (PSOE, Més y Podemos) del salón de plenos.
La concejala de Vox Palma, Gari Durán, ha recordado que en el pleno de octubre su partido presentó una proposición en la que solicitaba que hubiese un mayor decoro institucional en los plenos, propuesta que fue rechazada por Truyol, además de por el resto de ediles de la oposición de PSOE y Podemos.
«Una proposición en la que no citaba a ningún partido político y se pedía respeto a la institución. La respuesta de la izquierda a instancias de Neus Truyol fue abandonar el pleno, justificándolo porque a juicio de la concejala de Més, pedir decoro institucional era un ataque a la libertad de expresión», exponen desde Vox.
De hecho, la moción instaba a los 29 concejales del pleno de todas las fuerzas políticas a «desterrar el insulto y la descalificación personal, con el fin, además, de no contribuir al clima de crispación y polarización política existente».
La respuesta de la concejala Truyol a esta iniciativa fue que era Vox «quien ha traído el odio a los plenos», sin decir ni cuándo ni cómo, y que ahora «se quiere hacer la víctima», culpando además al PP de «hacerle el juego».
Es más, la edil de Més calificó la moción de Vox sobre el decoro de institucional como una «propuesta mordaza que reprime la actividad de la oposición» y una»infamia a la democracia», invitando a los ediles socialistas y a la única concejala de Podemos a abandonar el pleno en el momento de la votación.
Ahora, por un «me gusta la fruta», la misma concejala que pleno tras pleno tilda de «fascistas» a los concejales de Vox, pone el grito en el cielo con el añadido, como expone la edil Durán, de los socialistas, que triplican en número de ediles a Més y que hacen seguidismo de la edil separatista.
«Nos parece sorprendente que tanto en aquella ocasión como en este pleno un partido que se presume de Estado -PSOE- siga haciendo seguidismo de quien está dispuesto a convertir cada pleno en un show», señala Durán, para quien «pretender distinguir entre acusaciones políticas e insultos políticos es absolutamente hipócrita».
«Quizás a la izquierda no le importa ser llamados comunistas dado que gobiernan con el partido comunista integrado Sumar, pero en ningún caso, Vox puede tolerar ser llamado fascista».
Por ello, desde el Vox confían en que tras lo sucedido en el último pleno del pasado jueves, «las noticias que generen los plenos sean de ámbito político y no más propias de un reality show».