La Guardia Civil extrae del fondo del mar en Ibiza seis baterías contaminantes
Un ciudadano alertó de su presencia cerca del espigón de atraque de la playa de Ses Figueretes
Los GEAS se activaron rápidamente y sacaron las baterías de unos 120 amperios y 12 voltios
Se encontraban a unos cinco metros de profundidad, entre posidonia oceánica
La Guardia Civil ha extraído del fondo del mar seis baterías que habían sido arrojadas como residuo en las costas de Ibiza. Según ha explicado el Instituto Armado a través de un comunicado, un ciudadano trasladó a la Policía Local que cerca del espigón de atraque de la playa de Ses Figueretes había varias baterías en el fondo del mar.
El Grupo de Actividades Subacuáticas de Ibiza (GEAS) se activó rápidamente y se desplazó hasta el lugar para hacer un reconocimiento. Dentro de las muchas funciones que se le atribuyen al GEAS, la Guardia Civil recuerda que está la de conservar el medio acuático y patrimonio histórico sumergido.
Los submarinistas verificaron que había seis baterías de unos 120 amperios y 12 voltios en el fondo marino, entre posidonia oceánica, a unos cinco metros de profundidad. Al parecer, alguien las habría dejado allí como residuo.
Por ello, los guardias civiles procedieron a su retirada mediante flotadores aerostáticos y trasladaron las baterías a un punto limpio para su tratamiento como residuo contaminante.
Desde la Guardia Civil se recuerda que no deben tirarse este tipo de residuos al mar puesto que contienen sustancias químicas altamente contaminantes como el plomo, mercurio, cadmio, entre otros.
Estos materiales pueden filtrarse en el agua y causar daños irreparables para el ecosistema e incluso para los seres humanos. Además, este comportamiento está duramente penado por la Ley.
Por otro lado, la Guardia Civil ha detenido a un joven, de 21 años y origen latino, como supuesto integrante de una banda de ladrones que cometió diversos robos con fuerza en varias urbanizaciones de Llucmajor.
Este arresto se suma a los dos previamente realizados en el marco de la misma investigación, que continúa abierta y en la que los agentes no descartan más detenciones en los próximos días.
Según han detallado, los hechos se remontan a los pasados meses de septiembre y octubre, cuando se dieron varios robos en el interior de domicilios en Llucmajor.
Los sospechosos, de acuerdo con las pesquisas, accedían a las viviendas escalando o forzando sus accesos y sustraían dinero en efectivo, joyas o equipos electrónicos. Poco después fueron identificados y detenidos dos de los supuestos miembros de la organización, quienes fueron puestos a disposición de la autoridad judicial.
Sin embargo, no ha sido hasta este jueves cuando los investigadores han conseguido dar con otro de los ladrones, a quien localizaron después de que llevara a una tienda de venta de artículos de segunda mano una cámara fotográfica y un objetivo, valorados en cerca de 5.000 euros, que habían sido robados de una vivienda vacacional en octubre.
Al joven se le imputa un delito continuado de robo con fuerza.