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El Gobierno de Sánchez posterga la construcción de las 830 VPO del cuartel de Son Busquets en Palma

El Sepes sigue sin negociar con el Ayuntamiento la urbanización de estos terrenos

Se comprometió a que antes del verano se cerraría la propuesta del plan urbanístico

Son Busquets
Interior del antiguo cuartel de Son Busquets en Palma.
Indalecio Ribelles
  • Indalecio Ribelles
  • Redactor de OKBaleares, información local de Palma, social y política. Antes, redactor en EL MUNDO/ Baleares durante 20 años.

La futura construcción de 830 viviendas asequibles en los terrenos del antiguo acuartelamiento de Son Busquets no progresa adecuadamente, ni mucho menos, porque el Gobierno de Sánchez está demorando el proyecto para la edificación de los pisos sociales previstos en esta parcela de 110.000 metros cuadrados del barrio de Camp Redó.

Transcurrido el primer cuarto de la legislatura, tan sólo hay un borrador inicial del futuro Plan Especial de Reforma Interior (PERI) de estos terrenos,  ya que lo que presentó en marzo pasado la directora general de la Entidad Estatal de Suelos (Sepes), Leire Iglesias, fue un powerpoint.

A fecha de hoy, el Ministerio de Vivienda y Agenda Urbana, al que está adscrito el citado ente público, no ha negociado con el Consistorio palmesano lo que quiere hacer allí.

Y ello pese a que el Gobierno de Sánchez defiende que Son Busquets representa un proyecto estratégico de gran importancia para las políticas de vivienda del Gobierno de España, donde se levantará un ecobarrio de referencia como proyecto demostrativo de la aplicación de los Objetivos de Desarrollo Sostenible de ONU-Habitat y la Agenda Urbana Española. Pero más allá de la palabrería y del discurso oficial, los hechos son los que son.

El mes de marzo pasado la propia Leire Iglesias aseguraba que el proyecto será una realidad antes de cuatro años, o sea en la presente legislatura y se comprometió a que «antes de verano» se cerraría técnicamente la propuesta urbanística con el documento definitivo. A fecha de hoy, llegado ya el otoño, nada de nada.

Desde la propia Gerencia de Urbanismo apuntaban esta semana que «estamos muy lejos de poder meter una excavadora en Son Busquets, todavía no se ha negociado lo que se quiere hacer».

Por ello desde la Concejalía que dirige Óscar Fidalgo reconocían que  «estamos en los pasos iniciales» y expresaban su confianza en «no tener que llegar a expropiar los terrenos para hacer viviendas»

«El Ayuntamiento está haciendo todo lo posible, pero, la cuestión es que aún no han dado el primer paso para trabajar de una vez con el Plan Especial».

En Son Busquets es el Gobierno central el que se encargará de urbanizar el solar y sacar a concurso la construcción de estas viviendas sociales, mientras que el Ayuntamiento de Palma por su parte es el responsable de redactar, una vez consensuado, el plan urbanístico (PERI) de estos terrenos y de tramitar el proyecto hasta su aprobación definitiva por el pleno municipal.

Pero pese al calado social y urbanístico del proyecto, no parece que éste vaya a ser una prioridad para un Gobierno como el de Sánchez en guerra permanente contra las comunidades autónomas y ayuntamientos gobernados por el PP, como el balear o el de Palma.

Una quincena de años después de que Ayuntamiento de Palma y Ministerio de Defensa firmaran el acuerdo para la urbanización de este antiguo cuartel, el proyecto sigue en la estacada pese a la grave carencia de vivienda social que tiene Palma, y la importancia de una iniciativa donde el 50% del suelo se destinará a la construcción de 830 viviendas de alquiler social a precio reducido.

La mitad restante será suelo dotacional y zonas verdes. Serán unas edificaciones autosuficientes en materia energética, libres de tráfico rodado, con un tratamiento especial y muy cuidadoso de la vegetación autóctona y de los recursos hídricos. También se recuperará el patrimonio arquitectónico del antiguo cuartel.

La única novedad de este primer año de legislatura fue la propuesta presentada el pasado mes de agosto por entidades como Jóvenes Arquitectos de Mallorca, ARCA, Palma XXI y la Federación de Asociaciones de Vecinos de Palma para redistribuir los espacios y las alturas existentes en el borrador inicial, sin reducir los metros cuadrados ni los requisitos estipulados en el Plan General de Ordenación Urbana (PGOU), optándose por una edificación «más tradicional» y con menos hormigón.

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