El alcalde socialista de Palma hace fijos a 12 cargos de confianza enchufados en la empresa de limpieza

A menos de tres meses de las elecciones municipales de mayo, donde se juega su continuidad en la Alcaldía tras ocho años gobernando, el alcalde socialista de Palma, José Hila, hace fijos a 12 cargos de confianza enchufados y colocados a dedo en la mayor compañía municipal de la capital balear -140 millones de presupuesto y en torno a 1.400 trabajadores-, la Empresa de Aguas y Alcantarillado (Emaya).

Así lo ha aprobado el consejo de administración de esta sociedad municipal por decisión de su presidente, el concejal socialista Ramon Perpinyà, para estupor de representantes sindicales y de los partidos de la oposición (PP, Vox y Ciudadanos) en este órgano de dirección, quienes rechazaron en bloque que cargos de libre designación, que tienen que dejar su puesto si hay cambio de gobierno, queden fijos en la compañía y no puedan ser cesados más que pagándoles una suculenta indemnización.

Toda una maniobra del actual equipo de gobierno de coalición de socialistas, independentistas de Més y Podemos, que a menos de 80 días de las elecciones, está acelerando la máquina para dejar colocados en puestos claves al mayor número posible de cargos afines con unas prácticas de más que dudosa legalidad.

Aunque serán los tribunales los que decidan al respecto, en caso de la más que probable denuncia sindical, el acuerdo ya ha sido aprobado por el consejo de administración. Se trata de una decisión que incumple de forma flagrante el convenio colectivo de Emaya, que especifica que todas las plazas desde jefe de sector en línea ascendente en el escalafón laboral (encargados, jefes de departamento o directores de área, etcétera) son cargos de confianza, de libre designación y de libre revocación.

De hecho, tras cada cambio de gobierno estas plazas quedan vacantes para que la nueva dirección de la compañía coloque en esos puestos a sus personas de confianza.

Pero retorciendo jurídicamente el denominado proceso de estabilización derivado de la Ley 22/2021 de medidas urgentes para la reducción de la temporalidad en la ocupación pública, la dirección de Emaya convierte en fijos a sus jefes colocados a dedo en Emaya, blindando a todos los cargos de confianza que ha colocado en la empresa municipal de aguas y limpieza durante los ocho años que lleva gobernando en el Ayuntamiento de Palma.

En una primera tacada han sido doce cargos de confianza, entre jefes de servicio, de departamento, capataces, etcétera, los que ya han sido convertidos en fijos, pero todo hace indicar que el número irá a más, a medida que se acerquen las elecciones.

Personas que, como se indicaba en el documento que acompañaba la aprobación del acuerdo, ocupaban plazas de libre designación y libre revocación y que ahora el alcalde Hila convierte en fijos, maniatando la gestión y la toma decisiones de la próxima dirección de la empresa que surja de las urnas el 28 de mayo.

No hay que olvidar que hablamos de unos altos cargos cuya gestión durante estas dos legislaturas ha sido más que discutida, ya que han colocado a Palma como la quinta ciudad más sucia de España, siendo el servicio municipal de limpieza objeto de las más duras críticas por parte de los partidos de la oposición, vecinos, comerciantes y toda clase de entidades y colectivos.