Vivienda

Málaga congela las licencias para nuevas viviendas turísticas: ni una más durante un máximo de 3 años

Moratoria mientras se reforma el PGOU para compatibilizar el turismo y el derecho a la vivienda

En julio había más de 12.700 VUT registradas en la ciudad

Málaga congela las licencias para nuevas viviendas turísticas: ni una más durante un máximo de 3 años
Candados de viviendas de uso turístico. (Europa Press)
David García de Lomana

El Ayuntamiento de Málaga aprobará este jueves en una junta de gobierno local una moratoria a las viviendas turísticas de un máximo de tres años para modificar el Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) y regular el uso turístico y residencial con el fin de adaptarlo a la nueva situación social y económica de la ciudad.

El alcalde, Francisco de la Torre (PP), anunció este miércoles la medida, la tercera desde 2024 para limitar los alojamientos turísticos. El primer edil remarcó la necesidad de abrir «un periodo de reflexión y trabajo sosegado» que compatibilice el turismo, motor económico y de empleo, con el derecho a la vivienda.

La medida se ampara en el artículo 6.2 del Decreto-ley andaluz 1/2025 y declara que concurren razones imperiosas de interés general y que el uso residencial no habilita por sí mismo destinar una vivienda a alojamiento turístico. El acuerdo se trasladará a la Junta de Andalucía para que garantice su eficacia e impida la inscripción previa en el registro.

La modificación del PGOU en materia turística es la tercera fase del plan municipal. En junio de 2024 el Ayuntamiento vetó el alta de nuevas viviendas de uso turístico (VUT) que no tuvieran entrada y servicios independientes del resto del bloque.

En la segunda fase, vigente desde enero, se prohibió inscribir nuevas VUT en 43 barrios de la ciudad donde superaban el 8 % del parque residencial. No obstante, la presión sigue creciendo: ya son 53 barrios (el 16,7 % de todos los residenciales) y otros 29 rondan ese umbral.

Según el alcalde, las medidas previas han frenado el ritmo, pero menos de lo esperado. El alta de nuevas VUT en Málaga sigue subiendo (+3,8 %), aunque a menor ritmo que la provincia (+10,5 %) y Andalucía (+11,5 %).

En los últimos meses, el ayuntamiento ha pedido a la Junta que «desregistre» –anule la inscripción– de más de 1.000 VUT que incumplen el acceso independiente o se ubican en zonas saturadas. En julio había en Málaga más de 12.700 VUT registradas, pero se comercializaban unas 8.600. El alcalde atribuye la diferencia a que no todas están en plataformas ni activas de forma continua.

La suspensión de nuevas autorizaciones, hasta que se apruebe la reforma del PGOU –el vigente es de 2011–, busca evitar efectos colaterales indeseados del turismo pese a su peso «fundamental» en la economía malagueña, ha argumentado De la Torre.

Sobre la proliferación de viviendas turísticas, el alcalde sostiene que no han generado un problema «por sí mismas», sino también la ley estatal de arrendamientos, que a su juicio «no da seguridad al propietario» y desvía la oferta de larga estancia hacia la corta, con mayores ingresos y cobro «casi por adelantado».

El alcalde ha reivindicado la labor municipal para regular las VUT. «Estamos haciendo todo lo que hay que hacer: parar, templar, estudiar y reflexionar», ha indicado.

También ha vuelto a defender la aprobación de una tasa turística, que «no perjudica al turismo», pero que requiere «un marco legal, sea nacional o autonómico». De la Torre ha recordado que Cataluña y Baleares ya la aplican y que extenderla al resto de España ayudaría a «defender la imagen del turismo».

Las VUP en Sevilla

Por su parte, el alcalde de Sevilla, José Luis Sanz (PP), ha manifestado este jueves que la capital hispalense «no puede decretar una moratoria de tres años para la vivienda turística» como Málaga porque la revisión del PGOU de 2022 no la prevé.

Sí ha pedido un decreto autonómico «más duro» contra su proliferación, «como por ejemplo tiene la Comunidad de Madrid». «Estamos en conversaciones con la Junta de Andalucía para ver cómo se endurece este decreto para permitir a los ayuntamientos regular criterios para dar licencias», ha apuntado en una entrevista a Canal Sur Radio.

El alcalde también se ha mostrado partidario de una tasa turística, alegando que Sevilla recibe casi cuatro millones de visitantes al año y necesita financiación extraordinaria para mantener el casco histórico y los servicios asociados, sobre todo limpieza y seguridad, que no pueden sostenerse sólo con el IBI de los vecinos.

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