Pataleta (y mentiras) de Broncano: la verdadera conspiración está en ‘La Revuelta’
Broncano se queja de que 'El Hormiguero' le roba invitados justo durante su peor semana de audiencia
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Aplicando el método Broncano de acusaciones, se podría decir que es toda una casualidad que el programa de TVE, puesto en marcha para tumbar a El Hormiguero, saliera con una mano negra cuando está a punto de cerrar su peor mes, terminando su semana más lamentable en audiencias y, ya puestos, con las acusaciones de Víctor de Aldama que han caído como una bomba en el Gobierno.
Buscar un enemigo externo es de primero de manual para justificar los fracasos. Lo saben bien en el entorno de asesores mediáticos del Ejecutivo sanchista, donde todavía se recuerda cómo algunos intentaron demoler cierto debate en el que su pupilo, Pedro Sánchez, perdió por goleada. El recurso fue ampliamente utilizado por alguien como José Miguel Contreras, susurrador de Moncloa, y la tropa de amigos del difunto Miguel Barroso. Y, por lo que se ve, ha creado escuela.
Un alumno aventajado ha sido David Broncano y su séquito goebbelsiano de marca blanca. Los mismos que, desde su activación por parte de los lebreles de Moncloa, llevan buscando que El Hormiguero entre al trapo con todo tipo de puyitas. No parece casualidad que La Revuelta arme un lío con acusaciones insidiosas cuando estaba a punto de cerrar una semana desastrosa en audiencias y a un paso de conseguir que noviembre sea su peor mes histórico desde el inicio de su emisión. Y ello, a pesar de contar con toda una ingeniería de programación en TVE para beneficiarles y con la consigna general en los medios progubernamentales de apoyar el programa y disparar contra Pablo Motos y El Hormiguero haga lo que haga.
Tampoco parece casual que el Grupo Prisa y algunos portales de corte izquierdista se hayan sumado con ilusión a la denuncia de Broncano. No aparenta serlo que, tras no conseguir hacer mella en El Hormiguero en lo que se refiere a audiencias, se haya intentado causar un daño reputacional con una polémica más falsa que un euro de madera. Sorprende escuchar esto en gentes que saben (o se les supone) cómo funciona el sector, cómo se gestionan los acuerdos, las exclusivas, etc. Y no deja de ser paradójico que los que más se rascan las vestiduras sean los que recurren a supuestos expertos en nómina; los que tienen a familiares de políticos firmando tribunas; los que entrevistan a amistades militantes de barbacoa y parrillada en el adosado de Rivas; y una larga lista más en la que lo más acadabrante es ver cómo Irene Montero moja en la denuncia de la mafia mediática mientras su pareja, Pablo Iglesias, es colocado a dedo en el 59 Segundos de Tatxo Benet. Si lo de Benet e Iglesias no es mafia, que Jaume Roures nos coja confesados.
Lo peor, en este lodo mediático, es que Broncano ha sido pillado en una mentira clara. Jorge Martín estuvo en su programa, y no sólo en el camerino. La entrevista con El Hormiguero estaba apalabrada desde hacía dos semanas y la de La Revuelta debía grabarse -y se grabó, según se ha publicado sin desmentido alguno- para emisión posterior. Sin embargo, Broncano y su gente montaron un casus belli por algo que, teóricamente, tampoco le importaba, ya que se ha cansado de repetir hasta la saciedad que a él no le importaba emitir entrevistas a posteriori. Qué curioso que con Martín -el piloto original era Pedro Costa, pero un manager se confundió y ofreció al ganador del Moto GP sin estar al tanto del compromiso con El Hormiguero-, de repente, cambiase el discurso.
Tan llamativo como observar a ciertos espacios militantes de TVE, la cadena pública, metiéndose en ese jardín, desde 59 Segundos al informativo de Xavier Fortes, el mismo que ayer comenzó su espacio llamando «convicto» a Víctor de Aldama, el hombre que ha puesto al PSOE y al Gobierno patas arriba. Fue ese Fortes el mismo que elogió el ingenio de La Revuelta con las imágenes de la berrea y que entró como un cohete a reafirmar «lo original» de esa decisión cuando una de las colaboradoras de la mesa aludió a la bajada de audiencias del programa de La 1. Y todo esto con dinero público en el mismo día en que Aldama le creó un problema a Ferraz y Moncloa. Eso sí huele a conspiración.