Deportistas de la ficción que se merecen una medalla olímpica

medalla olímpica
"Rocky" (MGM)
Francisco-Eme
  • Francisco-Eme
  • Soy un graduado en Comunicación Audiovisual y Publicidad, que escribe desde su pasión por y para el cine, donde también intento hacerme un hueco como guionista. "Todo lo que puede ser imaginado es real", Pablo Picasso.

El cine nos hace empatizar con personajes que, como espectadores, entendemos (y queremos) que merecen cumplir sus objetivos. En una historia deportiva o que implique un recorrido escalonado de superación esto se eleva al máximo exponente. A continuación, presentamos a esos personajes que bien se merecen una medalla olímpica en el deporte.

Rocky Balboa

Vamos a ver ¿alguien puede discutir que Rocky Balboa es el mayor ejemplo de superación en la historia del cine? La historia del triunfo del perdedor es un discurso narrativo con el que el público enloquece. Lo mismo pasa con el deporte. Todo el mundo tiene su corazoncito puesto en “la cenicienta” del grupo y Balboa es un tipo que entrena hasta el extremo, no para vencer a nadie, sino para superarse a sí mismo y… ¿no es esa la misma esencia del deporte? En unas Olimpiadas dedicadas a la ficción, sin duda el Potro italiano sería una clara medalla olímpica.

Forrest Gump

«Aquel día, sin ninguna razón en particular, decidí salir a correr. Corrí hasta el final del camino, y cuando llegué, pensé que tal vez podía correr hasta el final del pueblo. (…) Corrí derecho hasta el océano. Y cuando llegué, noté que ya había llegado lejos, y que tal vez debía dar la vuelta y continuar corriendo». Forrest Gump, interpretado por nuestro amado Tom Hanks es el auténtico espíritu de un amante del atletismo. Poco más hay que decir de un tipo que también era un auténtico crack jugando al ping-pong.

Wilee en “Sin frenos”

Joseph Gordon-Levitt rompe todos los récords de velocidad en bicicleta en Sin frenos, cuando un policía corrupto le pisa los talones. ¿Crees que los riders de tu ciudad van rápido? Si Wilee, el personaje de Levitt va rápido en la ciudad de Nueva York, con todo el tráfico que ello supone… ¿Qué no podría hacer en un circuito cerrado?

Dustin Hoffman en “Marathon Man”

Otro que basaba su personaje y el Método de su actuación en correr de verdad y prepararse para su personaje. Así era Dustin Hoffman, algo que contrarrestaba con el estilo inglés de interpretación de Laurence Olivier, el antagonista de esta historia. Olivier ajeno al valor de la escuela de Stanislavski, le lanzo a Hoffman la famosa frase, cuando este se quejaba del cansancio del entrenamiento; “Oye Dustin y ¿por qué no simplemente actúas?”. A Babe, el personaje encarnado por el actor le dábamos sin duda al menos, una medalla olímpica a la constancia.

Santiago Muñez en “¡Gool!”

Es difícil hacer una película sobre el fútbol que represente bien la esencia de un deporte tan europeo. Santiago Muñez era muy joven en la ficción cuando comenzó a despuntar con el Newcastle club de fútbol, pero sin duda se merecía ir convocado con la selección mejicana sub-21 y ganar un oro olímpico para su equipo. Más aun teniendo en cuenta que en la secuela terminaría jugando en el Real Madrid.

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