La NASA inventa una rueda de metal que nunca tendrá un pinchazo
Los automóviles modernos son cada vez más fiables, seguros y eficientes; pero algo tan habitual como un clavo u objeto punzante en la carretera puede estropear el viaje del coche más lujoso y avanzado. Como te puedes imaginar, cuando se traslada esto a un vehículo que tiene que explorar la superficie de otro planeta no puedes arriesgarte a tener un “pinchazo interplanetario”. Por eso, la NASA ha desarrollado una extraordinaria rueda hecha nada menos que de metal, que es imposible de pinchar; pero que a la vez es flexible como una rueda hinchable. No es ni mucho menos la primera rueda sin aire que se está investigando y son varios los fabricantes que están tratando de dar solución a este gran problema de las ruedas convencionales; pero lo interesante de la rueda de la NASA es que es completamente hueca, porosa y está creada con filamentos de metal como si fuese una cota de malla de un traje de batalla medieval.
Por supuesto, lo extraordinario de la rueda no es sólo que no lleve aire sino que ha sido creada para regresar siempre a su forma original a pesar de los baches que tenga que atravesar. Este aspecto es también crítico porque otros diseños rígidos o semirígidos pueden acabar deteriorándose y deformándose, lo que hace que el vehículo ya no ruede correctamente.
Las nuevas ruedas sin aire de la NASA combinan el diseño con filamentos de metal, que ya existía en otros diseños anteriores, con una nueva aleación de níquel y titanio denominada “aleación de memoria de forma” o “shape memory alloy” que en lugar de deformarse lleva a cabo un reordenamiento atómico para acomodar las deformaciones y volver siempre a su estado original. Este tipo de materiales “shape memory” o con memoria de forma son los que están desarrollando fabricantes de tecnología como Apple o Samsung para llevar a cabo sus gadgets flexibles y plegables. Este material permite unas deformaciones 30 veces superiores a los materiales que hasta ahora se manejaban en este tipo de diseños, lo que permite que el vehículo que las use pueda rodar por terrenos más complicados.
Por supuesto, las ruedas son de metal y pensadas para explorar la superficie de otros planetas, y evidentemente no tendrían mucho agarre en una carretera normal, en la que patinarían sin remedio, aunque se cree que con otras aleaciones se podría llegar a crear una rueda adecuada para rodar sobre el asfalto.