Juicio por un tiroteo en Murcia que terminó con un hombre parapléjico: «Si no huyo me matan»
La versión de las víctimas de los disparos del tiroteo de Arabán (Murcia)
"Ví como al padre disparándonos con su pistola en el lateral izquierdo de la furgoneta"
Un empresario disparó sobre los tres hermanos de etnia gitana tras un enfrentamiento en Abarán (Murcia)
En el juicio por el tiroteo de Abarán (Murcia) que se saldó con un hombre parapléjico, varios de los procesados acuden como víctimas y a la vez como acusados. De un lado un empresario electricista acusado de tres tentativas de homicidio. Del otro, tres hermanos de una familia conflictiva, las víctimas y a la vez acusados. Según la Fiscalía, tras un enfrentamiento por la documentación de una instalación eléctrica, los hermanos agredieron al electricista a sus hijos y éste persiguió y tiroteó a los tres hermanos, dejando a David parapléjico, a Javier con medio pulmón y a José Manuel ileso.
El miércoles arranca el juicio en Murcia por el tiroteo. Todos están de acuerdo en que el empresario instaló el sistema eléctrico en las viviendas que los hermanos Yepes acababan de comprar. Ambas partes aceptan que el electricista se negaba a darles el boletín para contratar la luz hasta que no le pagara el promotor de las viviendas. Todos coinciden en que en diciembre de 2011 los tres hermanos fueron a la nave del electricista a reclamarle los boletines y allí lo encontraron con sus dos hijos mayores.
El relato entre ambas partes se separa en éste punto. Según el empresario, los hermanos Yepes les dieron una paliza y él «en defensa propia» disparó contra los hermanos a bastante distancia. Según los tres hermanos, hubo una discusión y forcejeo. Acordaron arreglarlo todo pacíficamente pero cuando se iban el empresario y sus hijos les persiguieron en coche y a 300 metros de la nave les acribillaron a tiros.
A David, parapléjico, le piden 5 años
Desde entonces, David Yepes quedó encadenado a una silla de ruedas de por vida. Mañana su agresor se enfrenta a una petición de 28 años de cárcel por homicidio. David se enfrenta a otra de cinco años de cárcel por coacciones y lesiones a dos de los hijos del electricista.
Hace mucho tiempo que David quiere que se escuche su versión de los hechos. Su abogado Sergio Melero se pregunta cómo es posible que la versión del empresario se haya impuesto. Desde el entorno de los hermanos responden: «En vez de víctimas se les ve como culpables porque son gitanos, es racismo». También pesa que uno de los hermanos fue condenado hace 34 años por el triple asesinato de los novilleros de Cieza. OKDIARIO ha tenido acceso a las declaraciones de los tres hermanos.
Las declaraciones de los Yepes
El relato de David quedó registrado en la declaración judicial que hizo desde la cama del Hospital Virgen de la Arrixaca de Murcia donde seguía postrado por la gravedad de las heridas que casi le llevan a la muerte un mes antes. Fue el 23 de enero de 2012, y David explicó que no era la primera vez que iban a la nave de los electricistas.
Los hermanos Yepes ya había estado días antes en la nave para pedir los boletines de la instalación eléctrica que les habían hecho en las viviendas que los hermanos habían adquirido en el municipio cercano de Ricote. Ese día los electricistas les dijeron que el padre no estaba y que regresaran en otra ocasión.
Eso hicieron los hermanos Yepes el día de lo hechos y se presentaron en la nave la tarde del 22 de diciembre de 2011. Allí estaba el electricista comiendo una manzana con un cuchillo y sus dos hijos. Les dijeron que «no os vamos a dar los boletines hasta que cobremos del promotor de las viviendas». Tras un forcejeo con los hijos del electricista en el exterior de la nave, su hermano Javier salió acompañado del hijo menor y le dijo que ya estaba todo arreglado.
En ese momento, se montaron en su furgoneta y cuando habían circulado 300 metros escuchó un dispar, miró hacia atrás y vio al electricista y a sus dos hijos. «Ví como el padre disparaba su pistola en el lateral izquierdo de la furgoneta, seguidamente volvió a disparar muy cerca de mi hermano José Manuel que era quien conducía» explicó David a la autoridad judicial.
«Llegué a ver el cañón de la pistola a través de la ventanilla del conductor, se nos caló la furgoneta mientras nos disparaban, conseguimos arrancar la furgoneta y llegar al. hospital, ahí ya sabía que algo malo me pasaba porque no podía ponerme de pie».
David negó en su declaración que él o sus hermanos fueran armados con un cuchillo o que llevaran garrafas con líquido inflamable con el que rociaron a uno de los electricistas y las oficinas. David explicó que la garrafa con gasoil que llevaban en la furgoneta es para un generador que tienen en el campo. También negó que golpearan con un cable al hijo mayor del electricista.
Es la misma versión que un año antes, y sólo una horas después del tiroteo de Murcia, dio su hermano José Manuel ante la Guardia Civil y se reafirmó en ella ante el juez instructor de Cieza. José Manuel le contó al juez que el electricista llegó a empuñar el cuchillo de forma amenazante y terminó calmándose. Sí admite que llevaba una navaja en la furgoneta pero igual que lleva herramientas para trabajar en el campo.
El relato es similar también al de su hermano cuando se refiere al tiroteo que sufrieron. José Manuel puntualiza que el electricista les disparó aproximadamente a poco más de un metro de distancia.
El tercer hermano, Javier, declara lo mismo que los demás cuando sale del hospital y añade: «Si no salimos de allí, nos matan a los tres». Como sus otros hermanos, vió a los hijos del electricista junto a él en el momento en que les disparó hiriéndole a él y a David.
Unos meses después, en abril de 2022, el informe de los especialistas de Departamento de Balística de la Zona de la Guardia Civil en Valencia concluía que la furgoneta de los tres hermanos recibió tres disparos desde las posiciones que ellos relataban en sus declaraciones y a distancias similares a las que relatan los hermanos Yepes. Les dispararon a una distancia de entre 0’5 y 2 metros. Así fue el tiroteo de Murcia.