CASO DANIEL SANCHO

Los forenses, aliados inesperados de Daniel Sancho: «No se puede determinar la causa de la muerte»

"Recibió golpes en la cabeza pero no le produjeron la muerte" a manos de Daniel Sancho

La Policía no consiguió hallar el torso de Edwin y otras partes de su cuerpo

forenses Daniel Sancho
Ángel Moya

Los forenses de Tailandia se han convertido sin quererlo en los mejores aliados de Daniel Sancho en este juicio por asesinato. Sus informes benefician al preso porque no han podido determinar si Edwin fue asesinado o murió por accidente.

Son dos autopsias diferentes de las siete partes recuperadas de un total de 17 trozos en los que Sancho desmembró cuerpo de Edwin. Los dos informes los ejecutaron dos equipos forenses diferentes, y ambos concluyen lo mismo: «No se puede determinar la causa de la muerte de Edwin Arrieta» a manos de Daniel Sancho. Los forenses también hallaron un golpe en la cabeza que, según Sancho, recibió la víctima durante la pelea, pero tampoco le provocó la muerte. Es el contenido del sumario del caso al que ha tenido acceso OKDIARIO.

El análisis científico del caso Daniel Sancho en Tailandia arrancó el 3 de agosto de 2023,  cuando a las 12.00 horas, el teniente coronel Somsak Nurod, superintendente de la comisaría de policía de Koh Phangan , recibió el informe del vertedero de residuos municipal sobre los restos del cadáver de un varón. Se trataba de averiguar las causas de la muerte del fallecido y si la víctima tenía relación con Daniel Sancho.

La madrugada anterior, Daniel Sancho había arrojado parte de los restos de Edwin Arrieta en los contenedores de basura frente al complejo de bungalows donde tuvo lugar la escena del crimen. Un camión de basura recogió las bolsas y los restos fueron detectados antes de las 12:00 del mediodía siguiente al crimen.

Una cadera y las piernas

Allí, un trabajador de la planta recicladora e incineradora de residuos de la isla, había encontrado partes de un cuerpo humano en una bolsa de basura negra dentro de otra de color verde. Los policías examinaron el hallazgo. Era una cadera humana cortada a la altura de la cintura, también las piernas. Todos los restos habían sido descuartizados con un corte limpio y fino.

Los agentes del Centro de Ciencias Forenses 8 de la Policía Tailandesa examinaron la escena del crimen, y los policías de criminalística realizaron una primera autopsia en conjunto con un médico del Hospital de la isla de Koh Phangan, enviando posteriormente los tejidos para su examen al Instituto de Medicina Forense del Hospital General de la Policía.

Tras horas de análisis y estudio de los restos, el informe del equipo conjunto de forenses llega a tres conclusiones: no se puede determinar la causa de la muerte. Los restos fueron cortados por un objeto punzante y el plazo estimado de fallecimiento de la víctima no era mayor a 48 horas.

En realidad, los forenses no se equivocaban en su dictamen. Edwin había muerto a manos de Daniel Sancho el día anterior, 2 de agosto, entre las 15:38 horas y las 17:15 de la tarde. El informe, que consta en el sumario del caso, lo firma el doctor Kampon L.

Entre tanto, Daniel Sancho ignoraba que la Policía ya había descubierto los primeros restos de Edwin Arrieta que él mismo había arrojado a la basura sólo 10 horas antes. En este momento, al día siguiente del crimen, Sancho dedicaba sus esfuerzos a crearse una coartada enviando mensajes al móvil de la víctima preguntándole dónde se hallaba.

Sancho también ignoraba que la Policía de Tailandia le buscaba sin tregua por toda la isla. La familia y amigos de Edwin habían advertido a los agentes que el desaparecido estaba en la isla de Koh Phangan con Daniel Sancho.

Los agentes se hicieron rápidamente con las cámaras de seguridad del lugar donde Sancho compró la sierra y el cuchillo para descuartizar a Edwin gracias a que el cocinero español olvidó el ticket de la tienda en las bolsas de basura con los restos de la víctima.

Sólo un día después, entre la noche del 4 de agosto y la madrugada del día 5, y mientras toda la Policía de la isla le buscaba, Daniel Sancho se presentó voluntariamente en  la comisaría a denunciar la desaparición de Edwin. La presión que recibió a través de llamadas de teléfono por parte de todo el entorno de Edwin le empujó a acudir a la comisaría a denunciar la desaparición de su víctima.

Lo que no sabía es que allí le esperaban los agentes. Tras sentirse objeto de las sospechas de los policías, Daniel Sancho dio su primera confesión del crimen del colombiano.

Poco después, en una segunda declaración, ofreció una confesión completa con los lugares donde había esparcido los restos de Edwin Arrieta. Uno de los lugares fue la playa de Salad Beach, junto al Bungalow, donde supuestamente había asesinado a su amigo.

El propio Sancho hizo un dibujo a la Policía de como había descuartizado el cuerpo en el bungalow donde se cometió el crimen.

La cabeza y las manos estaban en la playa

Así, sobre las 09.00 horas del día 6, la Policía peinó la playa de
Salad Beach y tal y como había confesado Daniel Sancho, encontraron los restos del cuerpo en una bolsa de plástico negra junto a una zona rocosa.

Los restos estaban, de nuevo, en una bolsa de plástico negra, incluidas la cabeza, dos brazos y dos manos. Tenían la certeza de que se trataba de restos de Edwin Arrieta.

Todas las partes del cuerpo fueron enviadas para su examen al Instituto de Medicina Forense del Hospital General de la Policía para intentar averiguar cómo fue la muerte de Edwin Arrieta a manos de Daniel Sancho.

Una fractura en el cráneo de Edwin

El 9 de agosto de 203, un segundo informe a cargo del doctor Pongpaka K. con todos los elementos que se habían hallado del cadáver de Edwin Arrieta, volvió a concluir que no se podía determinar la causa exacta de la muerte de la víctima. Sin embargo, el examen radiológico de los restos, había encontrado una fractura en la base posterior del cráneo.

El golpe, según los forenses, podría no tener entidad suficiente para provocar la muerte de Edwin Arrieta, pero encaja con la versión de Sancho. Un relato del que no se ha apartado desde su primera confesión: fue una pelea entre ambos y Edwin se golpeó en la cabeza al caer sobre el lavabo.

La defensa de Daniel Sancho lo ha estudiado a fondo porque estos informes de autopsia son unas de sus bazas principales para evitar una condena por asesinato y rebajar los años de cárcel a los que podría ser sentenciado. Las autopsias, no hay duda de que le son favorables. También por la ausencia del torso de la víctima, que podría haber mostrado otras pruebas muy diferentes.

Los otros dos grandes obstáculos a los que se enfrenta la defensa de Daniel Sancho son la propia confesión del español y las pruebas demuestran planificación del homicidio con la compra de cuchillos y sierras que supuestamente usó durante el crimen.

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