Incendios en Asturias y Cantabria: la lluvia y el cambio del viento ayudan a doblegar las llamas

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Los incendios forestales de Asturias están «controlados y estabilizados» y los servicios que colaboran en la extinción de incendios forestales en Cantabria han logrado apagar los ocho fuegos que estaban activos en la comunidad este sábado, según han informado ambos Gobiernos regionales después de que la lluvia y el cambio del viento hayan ayudado a doblegar las llamas.

En Asturias, salvo por un fuego registrado en Parres y otro en Belmonte de Miranda, se han empezado a retirar este sábado por la mañana efectivos de apoyo que se han desplegado durante los últimos días en la comunidad. Mientras, en Cantabria, a mediodía del mismo sábado, sólo hay dos focos controlados en Argüebanes (Camaleño) y Barrio (Vega de Pas). En Asturias, hay 71 incendios «abiertos», pero están «controlados», y sólo dos, en Aballe (Parres) y Cutiellos (Belmonte de Miranda), aún no están estabilizados, si bien la llegada de la lluvia ayudará en los trabajos, ha señalado el gerente del Servicio de Emergencias del Principado de Asturias, Óscar Rodríguez.

Tras insistir desde los servicios que en Cantabria ambos fuegos tienen una «evolución favorable», se ha estimado en unas 11.000 las hectáreas las zonas afectadas en la parte occidental y entre 30 y 40 hectáreas en el Monte Naranco, aunque aún está por evaluar con precisión los daños.

Los incendios registrados a lo largo de los últimos días en el Principado han obligado a la evacuación de 375 personas y al corte de carreteras -entre ellas la A-8 durante doce horas-, y han provocado la quema de construcciones, como hórreos y cuadras, si bien no se ha quemado ninguna casa habitada, ha precisado.

El gerente del SEPA, que ha destacado la «velocidad extrema» con la que ha actuado el fuego, ha señalado que han sido jornadas «muy duras de trabajo «con mucho peligro» en las que no ha habido heridos.

El presidente del Principado, Adrián Barbón Rodríguez, ha asegurado que Asturias vive una situación de «emergencia» ante esta oleada de fuegos, la peor desde 2017, que han sido provocados por unos «auténticos terroristas» que «han puesto en riesgo la vida de personas». «Hay que ser conscientes de que pudo haber cientos de muertos a lo largo de estos días», ha advertido el jefe del Ejecutivo asturiano, quien ha asegurado que, en algunos momentos, «Asturias ardía por los cuatro costados».

Tras reiterar que los fuegos «han sido premeditados», ha recalcado que hay que identificar a los responsables para que «paguen con toda la fuerza del código penal». Asimismo, ha garantizado que cuando este episodio concluya se «evaluará la estrategia de defensa y prevención» de incendios para tratar de «paralizar a estos criminales». «No hay explicación posible al incendio del Naranco. Se prendió en doce puntos a la vez», ha alertado.

El presidente ha puesto en valor el trabajo de todo el operativo y ha apuntado que el Principado está recabando datos para solicitar que Asturias «o al menos las zonas con mayor afectación» sean declaradas zona catastrófica.

El presidente de la Junta de Castilla y León, Alfonso Fernández Mañueco, ha acusado al PSOE de «hacer política partidaria de las desgracias de los incendios». «Los incendios, las tragedias no tienen colores políticos. Por tanto, me parece absolutamente deleznable que el Partido Socialista quiera utilizar una situación de esta naturaleza», ha dicho Mañueco, respondiendo a las críticas del PSOE de Salamanca por el primer incendio forestal del año en la provincia.

«Hacer política partidaria de las desgracias de los incendios tiene un recorrido muy corto. A mí no se me ocurre pensar que porque haya multitud de incendios en Asturias, gobernada por el Partido Socialista, eso tiene un color político. O que el reciente incendio de Teruel y de Castellón también tenga un color partidario. El Partido Socialista cuando los incendios son en territorios o comunidades autónomas donde gobierna el Partido Popular dice que la culpa es del PP. El Partido Popular lo que decimos es que son circunstancias que hay que mejorar de cara al futuro», ha destacado Mañueco.

Las comunidades autónomas han adelantado o extendido el período oficial de alto riesgo de incendios forestales y adaptándose con nuevos planes a la nueva realidad del fuego, bien por necesidad o bien porque ahora es obligatorio desde la aprobación el pasado verano de un real decreto para armonizar las medidas en los distintos territorios y que establece que estas deben contar con un plan de prevención, vigilancia y extinción vigente todo el año.

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