Los padres de Gabriel: «El hallazgo de ADN nos hace pensar que cada vez estamos más cerca»
Los padres de Gabriel Cruz, el niño de ocho años cuyo rastro se perdió hace seis días en la barriada de Las Hortichuelas, en Níjar (Almería), han afirmado que el hallazgo de ADN de su hijo en la camiseta interior blanca encontrada en la zona les hace «pensar que cada vez estamos más cerca y que va a volver a casa».
«Tiene que ser así, nos vamos a parar hasta que no aparezca y ver que se sigue buscando no das mucha fuerza», ha dicho Patricia Ramírez, quien ha revelado en declaraciones a ‘El programa de Ana Rosa’ que el ministro del Interior, Juan Ignacio Zoido, les ha comunicado en la mañana de este lunes el último avance en la investigación.
Ramírez, quien ha asegurado que el ministro «nos ha alentado», ha reiterado el llamamiento hecho en los últimos días a un posible captor de su hijo y les ha instado a «dejarlo en un parque, donde quieran». «Estamos dispuestos a hacer lo que haga falta y nadie puede hacerle nada a mi hijo», ha señalado.
«No se mueve nadie hasta que aparezca»
Por su parte, el padre, Ángel Cruz, ha explicado que «sabía que era su camiseta» si bien ha señalado no «estar seguro de si la llevaba puesta ese día o no» y ha detallado que el hallazgo, en el que afirma no saber si se ha encontrado un segundo AND, se produjo cuando salió «a dar una vuelta» con su pareja «porque había mucha gente en casa de mi madre».
«Nos fuimos a estar por ahí, por no estar parados y salimos a una zona por la que solíamos ir a pasear y estaba allí, nos dimos cuenta de que podía ser de mi hijo», ha trasladado para añadir que «no estaba a la vista sino por unas cañas» y que no la llegó a tocar por lo que no puede decir «si estaba seca». «Me fui de allí inmediatamente para no pisar ni tocar por allí», ha remachado.
El padre de Gabriel ha destacado que el flujo de información con la Policía Judicial de la Guardia Civil, «que nos ha dicho que no se va a mover ninguno de los medios hasta que aparezca», es «cada día» mientras que la madre ha subrayado que están «siendo muy cautos».
El sospechoso
Sobre el hombre de 42 años que desde el sábado cumple pena de prisión por quebrantar de manera reiterada la orden de alejamiento con respecto a ella, a quien acosa desde hace dos años, ha lamentado que los jueces que han sustanciado el caso «hayan tenido que hacer malabarismos con la ley» y ha admitido sentir que esta circunstancia «haya podido enmarronar los inicios de la investigación» sobre la desaparición de Gabriel.
«Si hubiera estado controlado, no habríamos perdido tiempo con esta línea de investigación», ha manifestado sobre una situación que ha calificado de «sin sentido por lo problemas que hemos tenido para que lo detuvieran, para que tuviera tratamiento psiquiátrico o estuviese en prisión porque si no es pareja, es acoso normal, lo que hizo que todo el proceso se ralentizase».