Un divertido verano lleno de actividades para niños en riesgo de pobreza y exclusión

Un divertido verano lleno de actividades para niños en riesgo de pobreza y exclusión

Con la llegada del buen tiempo y el final de las clases, millones de niños tienen la oportunidad de ir de campamentos, viajar o apuntarse a actividades de ocio y tiempo libre con el fin de ampliar conocimientos, hacer deporte y conocer a nuevos amigos con lo que poder tener amistades de por vida. Es decir, el verano y todo lo que esta época conlleva de tiempo de optar a talleres educativos de carácter lúdico que supondrán una experiencia más en el desarrollo de los más pequeños.

Sin embargo, lo cierto es que también hay muchos niños que al proceder de familias sin recursos socioeconómicos no pueden tener acceso a muchas actividades de verano con las consecuencias que ello conlleva como, por ejemplo, elevar el riesgo de exclusión social. A todo ello, además, debemos sumar el impacto negativo, tanto a nivel social, económico y psicológico, que ha traído la pandemia. Un escenario que ha dejado ver de una manera más transparente a los niños la situación de vulnerabilidad de sus hogares.

En este sentido, especialistas educativos, psicólogos infantiles y terapeutas ocupacionales defienden que el ocio y el trabajar en grupo mejora las competencias educativas de los niños de cara al curso escolar, pero también mejora su manera de conectar con los demás, relacionarse con la sociedad y su entorno, así como elevar su autoestima al fomentar el sentimiento de pertenencia a un grupo que les arropa.

De hecho, y según el estudio ‘Tiempo libre educativo y competencias académicas’ elaborado por Facultad de Educación Social y Trabajo Social Pere Tarrés, las actividades de ocio y tiempo libre elevar la capacidad de aprendizaje de los niños, estimulan su espíritu emprendedor y elevar su respeto por las normas sociales y hacia los demás. Destaca el mismo documento que también mejora su seguridad a la hora de tomar decisiones y resolver problemas.

Por todo ello, no debemos dejar de lado a los miles de niños que están en riesgo de exclusión porque son el futuro y el desarrollo de nuestra propia sociedad. Según los datos de Save The Children sobre pobreza y exclusión infantil en España, la tasa de riesgo de pobreza y exclusión afecta a más de un 28% de los niños en nuestro país, es decir, a alrededor de 2,2 millones de niños.

“Según nuestras propias proyecciones, estimamos que la tasa de pobreza en el año 2030 será del 26,5 %, un porcentaje que continúa siendo inaceptable. Más de una cuarta parte de los niños en España seguirán creciendo en pobreza en la próxima década. Seguiremos pagando a futuro las consecuencias de nuestra miopía actual”, señalaba el mismo estudio.

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Conformar un ecosistema de bienestar

Entre todos, tanto a nivel individual como colectivo, debemos conformar un ecosistema de bienestar donde todos podamos tener un hueco y brindar este espacio de ocio donde los niños se desarrollen. Por ello, este año 20.334 niños, niñas y jóvenes podrán volver a participar en los campamentos, colonias urbanas y centros abiertos promovidos por el programa CaixaProinfancia.

Un programa de Fundación “La Caixa” que comenzó en 2007 y que trabaja para romper el círculo de la pobreza intergeneracional y fomentar la igualdad de oportunidades de los niños y las familias en situación de pobreza y vulnerabilidad social con el objeto final de promover y acompañar a los más jóvenes en su desarrollo favoreciendo las políticas de mejora de la equidad, la cohesión social.

Más de 4,8 millones de euros a impulsar estas actividades

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Este año, concretamente, Fundación “la Caixa” ha destinado más de 4,8 millones de euros para impulsar estos campamentos y que los menores que viven en hogares con dificultades económicas y sociales puedan disfrutar del verano, hacer actividades y conocer a otras personas con las que conectar y compartir.

Una vez más, CaixaProinfancia, ha contado con la mano de más de 320 entidades sociales de todas las provincias españolas vinculadas al programa y se ha organizado todo para que la mayoría de los talleres se hagan en el exterior y bajo las medidas sanitarias y de prevención establecidas.

Talleres al aire libre diversos y con temáticas diferentes

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Los talleres que se han programado son de gran diversidad y temáticas. Desde actividades deportivas y psicomotoras, artísticas, lúdicas, sociales, medioambientales y cognitivas. De esta forma, niños y adolescentes acceden a los beneficios educativos y personales que conllevan estas experiencias, contribuyendo a su desarrollo personal, social y cultural.

Para ello, desde CaixaProinfancia se han conformado tres modalidades de actividad que se complementan entre ellas, de manera que cada niño, niña o adolescente puede participar en más de una de ellas.

En primer lugar, se han impulsado los conocidos ‘Centros Abiertos’ que, entre otras cosas, Se caracterizan por ofrecer un servicio diario durante todo el curso, fuera del horario escolar, y que también puede contemplar actividades de fin de semana. Disponen de un proyecto educativo propio y de una programación anual. Durante este curso participan 488 jóvenes de CaixaProinfancia.

También se han conformado ‘Colonias Urbanas’ para que 16.788 menores de todo el Estado acceden este año a las colonias urbanas. Se desarrollan intensivamente en periodos vacacionales. Disponen de un proyecto educativo propio y pueden incorporar actividades regulares de apoyo a la realización de tareas escolares o refuerzo educativo.

Y, finalmente, se han organizado ‘Campamentos’ al estilo más clásico con Actividades intensivas que se desarrollan en periodos vacacionales y que implican el desplazamiento a un lugar diferente de la residencia habitual, generalmente en contacto con la naturaleza. Durante estas vacaciones disfrutan de ellos 3.033 jóvenes de toda España.

Cuidar de las emociones de los niños

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En el contexto actual, la principal preocupación de muchas entidades sociales es la gestión del impacto emocional que los niños y adolescentes de estos entornos están sufriendo como consecuencia de la situación pandémica. Y es que las repercusiones en la salud mental y emocional de los jóvenes a raíz de los meses de confinamiento se están manifestando ahora, tal y como retratan los desbordamientos que se están produciendo en los servicios médicos.

Para paliar las dolencias mentales y emocionales de la pandemia, el programa también ha impulsado las Campamentes conectadas, una iniciativa que ofrece actividades digitales que se suman a las realizadas presencialmente por las propias entidades y que permiten trabajar contenidos educativos, así como recursos para reconocer, expresar y gestionar emociones.

Campamentes conectadas propone además ‘Un mural que nos conecta’. Se trata de un gran lienzo digital que estará colgado en la web con los dibujos que las entidades envíen y en los que los niños y jóvenes reflejen las diferentes emociones que han sentido durante los campamentos, para fomentar su capacidad y proceso de aceptación y expresión, y promover que sientan que toda emoción es válida y que todas forman parte de CaixaProinfancia.

Desde que se puso en marcha en 2007 hasta finales del 2020, el programa CaixaProinfancia ha atendido a 330.780 menores y 191.282 familias. Una labor que, por otro lado, no ha cesado durante la pandemia y se ha seguido trabajando con las familias, adaptando la actividad a nuevas formas de implementación, aumentando la inversión en ayudas de alimentación.

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