Despedida de altura para Blanca Fernández Ochoa: «Era una mujer excepcional”
Cientos de personas, incluidas personalidades de la política y el deporte, se han querido sumar este sábado al último adiós a la medallista olímpica Blanca Fernández Ochoa en la localidad de Cercedilla. Un lugar que marcó su carrera como deportista desde niña y en el que acabó falleciendo a los 56 años. Dejó este mundo en su escenario favorito: la Sierra de Guadarrama. La misma que le enseñó a esquiar. Hoy es despedida por todo lo alto en una capilla ardiente con vistas a ese pico de La Peñota donde el miércoles se confirmaba su trágica pérdida.
El tanatorio de Cercedilla abrió sus puertas a las nueve de la mañana para recibir a los familiares de Blanca. Los primeros en llegar fueron su hermana Lola y su marido, que han sido los portavoces de la familia durante los intensos días de búsqueda. Con ellos llegaban también los hijos de la deportista profundamente afectados, tal y como ha dicho, Lola Fernández Ochoa a los medios.
Una mujer «excepcional»
A partir de entonces, la mañana ha sido un goteo constante de vecinos, amigos y conocidos de la familia. “Aquí está todo el pueblo, la queríamos mucho. A ella y a su hermano. Ahora son nuestras leyendas” comentaba apesadumbrada una vecina. «Era una mujer excepcional» advertía otro vecino que la conocía «de toda la vida».
También se han desplazado hasta esta capilla ardiente multitud de rostros conocidos y altas personalidades. El primero en llegar era el consejero de Vivienda y diputado de la Comunidad de Madrid, David Pérez. En declaraciones a OKDIARIO, Pérez aseguraba que en el velatorio “el cariño se nota y la tristeza por su perdida también. Desde el principio la desaparición ha tenido interés porque la gente quería y admiraba a Blanca».
Poco después llegaba hasta el tanatorio de Cercedilla el vicepresidente de la Comunidad de Madrid, Ignacio Aguado, quien admitía a OKDIARIO que había seguido con especial interés personal todos los días de búsqueda de Blanca. “Ha sido una mujer excepcional, rompió muchos techos de cristal. Se va una de las grandes, el deporte esta de luto» aseguraba.
El ministro de Cultura y Deporte José Guirao, y María José Rienda, presidenta del Consejo Superior de Deportes, llegaban hasta la capilla ardiente pasadas las doce y media de la mañana. Allí destacaban el “enorme talento” y las aportaciones de Blanca al mundo del deporte de invierno y de la competición femenina, en la que fue una “pionera”.
«Era una montaña rusa»
Juan Carlos Delgado Caballero, más conocido como ‘El Pera’ y amigo personal de Blanca, también ha llegado a Cercedilla a despedir a la campeona: «Era como una montaña rusa, vivía la vida intensamente. A lo mejor no estaba pasando su mejor momento». “Es una lástima”, comentaba.
Otros rostros que se han dejado ver esta mañana en el tanatorio han sido los de Matías Prats, que ha rememorado cómo vivió en persona aquella caída que le costó la medalla en 1988 y cómo se recuperó para ganarla en 1992.
Visiblemente afectado se vio también a Juan Antonio Corbalán, ex baloncestista y amigo personal de Blanca. Reconocía a OKDIARIO haber “vivido estos días con el corazón en un puño” en referencia a las intensas búsquedas de Blanca en la montaña que ella amaba. “Este desenlace nos destroza a todos», ha concluido.
Desde primera hora de la mañana han estado llegando hasta este tanatorio ‘Sierra de Madrid’ multitud de coronas de flores enviadas por el Comité Olímpico Internacional, el Comité Olímpico Español, la familia Samaranch, la estación de esquí Grandvalira con la que colaboraba la medallista…
Entre los que se han acercado hasta el velatorio hay muchas personas que han querido aprovechar para visitar la tumba de Paquito Fernández Ochoa, hermano de Blanca y fallecido en 2006. Incluso se han depositado flores en su nicho.
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