El cómplice del descuartizador de Pioz queda en libertad vigilada en Brasil
Marvin Henriques, cómplice del descuartizador confeso de Pioz, Patrick Nogueira, fue puesto en libertad este miércoles por la tarde aunque estará vigilado en todo momento gracias a una pulsera electrónica que le mantendrá localizado. Asimismo, debe estar en su casa todos los días antes de las diez de la noche.
La noticia la ha confirmado el abogado del joven -tiene 18 años-, Sheymer Asfora, que ha informado también de dos intentos previos de poner fin a la prisión provisional decretada a instancia de la Fiscalía tras su detención el pasado 28 de octubre acusado de comunicarse en tiempo real con Nogueira durante el crimen.
Lo hizo por WhatsApp, como se incluye en la documentación del caso, con consejos al verdugo sobre cómo mutilar y ocultar cadáveres. Este hecho es motivo de debate entre la Policía Federal y la Civil. La primera, contraria a que Henriques ingresara en la cárcel, no contempló cargos por homicidio y dio por cerrada la investigación.
El comisario Gustavo Barros lo argumenta así: «¿Él mató a alguien? No. ¿Él procuró los medios para que alguien fuese asesinado? No». En todo caso, las responsabilidades de Nogueira -que la justicia determinará- no abarca todas las muertes sino sólo la última, la de Marcos Campos -la conversación se produce entre la tercera y la cuarta víctima-.
Henriques abandona así el penal conocido como PB1, en la ciudad de Joao Pessoa, mientras su sanguinario interlocutor -que reconoce ser un «monstruo»- pasará largo tiempo al otro lado del Atlántico, en Estremera, Madrid.