¿Por qué se producen los calambres?

No hay nada más incómodo para los deportistas que los calambres, que resultan muy molestos y dolorosos. Se producen por la contracción sostenida e intensa de algún músculo, que puede surgir tanto durante la práctica de un ejercicio muy intenso como en pleno descanso nocturno. Resulta muy complicado evitarlos, sobre todo cuando hacemos una actividad de larga duración por encima de nuestras posibilidades. La imagen que siempre tenemos en mente es la de los futbolistas en los últimos minutos de los partidos, donde se les ‘suben’ los gemelos. Te explicamos por qué se producen los calambres.

Por el ejercicio

Lo más normal en un deportista es que se produzcan calambres por una excesiva actividad física, ya sea durante un salto, en una carrera, natación o en un deporte que practiquemos durante mucho tiempo. También existe la posibilidad de que durante la noche, cuando nos encontremos en pleno descanso aparezcan estas incómodas molestias, sobre todo cuando hacemos un movimiento brusco de los tobillos o dedos de los pies. Es lógico que aquellas personas que son más sedentarias acaben sufriendo calambres cuando les toca enfrentarse a algún ejercicio intenso.

Hipoparatiroidismo

Cuando la glándula paratiroides se extirpa de manera accidental en una intervención del bocio hay opciones de que se acabe con un bajo contenido de calcio en la sangre, algo que se manifiesta sobre todo con calambres. Unos síntomas parecidos se producen  con una hiperventilación pulmonar durante la respiración agitada o el consumo demasiado excesivo de sustancias alcalinas, como suelen ser los antiácidos para las gastritis o las dietas de vegetarianos que son muy excesivas.

Pérdidas de sales

También es posible que aparezcan los calambres en aquellas personas que son víctimas de diarreas y vomitos abundantes, sobre todo durante el curso de una infección gastrointestinal o cuando hay una mala absorción intestinal como ocurre en el caso de los enfermos de glúten. En estas situaciones los calambres se producirán por la pérdida de sales.

Trastornos electrolíticos

Durante un esfuerzo físico se van perdiendo electrolitos en nuestro organismo. En algunas actividades como puede ser el trabajo al sol durante varias horas o cerca e hornos perderemos una gran cantidad de sales y agua. Si únicamente ingerimos agua para reparar estas carencias, no tardarán en aparecer los calambres, sobre todo en las extremidades. Todo esto se conoce como trastornos electrolíticos que condicionan la conducción de la placa motora.

Cómo tratar los calambres

Cuando aparezca el primer síntoma de calambre o espasmo muscular se aconseja detener la actividad y estirar el músculo dañado. Con el masaje que le demos al momento conseguiremos que se relaje gracias al calor, pero pasados unos minutos se puede aplicar algo de hielo, pero sólo cuando el dolor haya remitido. Si las molestias continúan durante mucho tiempo se puede optar por tomar un antiinflamatorio o consultar con el médico. Por lo general, los calambres musculares que se producen durante las actividades deportivas se deben a la deshidratación, por lo que a veces será suficiente con beber algo de agua o una bebida isotónica de deportistas para acabar con el problema.